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Bugs Bunny: El conejo de Sevilla (C) (1950)

Bugs Bunny: El conejo de Sevilla (C)
7 min.
7,2
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Cortometraje completo (LATINO)
Sinopsis
Rabbit of Seville (traducido como Conejo de Sevilla) es un cortometraje animado de Looney Tunes dirigido por Chuck Jones y estrenado el 16 de diciembre de 1950 por Warnner Bros. Pictures. La animación estuvo a cargo de Phil Monroe, Ben Washam, Lloyd Vaughan, Ken Harris y Emery Hawkins. En 1994 apareció en el puesto número 12 de la lista 50 Greatest Cartoons, la cual se basó en los votos de aproximadamente 1.000 personalidades de la industria de la animación. Al igual que en What's Opera, Doc?, en este cortometraje los diálogos son cantados al ritmo de la música. La historia comienza con un grupo de personas que va a ver la ópera El barbero de Sevilla en el Hollywood Bowl. En ese mismo momento, fuera del recinto, Bugs Bunny es perseguido por Elmer Gruñón y ambos entran por la puerta trasera. Mientras Elmer busca a Bugs en el escenario, el conejo sube el telón, y el director de orquesta comienza la ópera. Bugs aparece cantando en el escenario vestido de barbero, y le ofrece a Elmer un afeitado. (Fuente: Wikipedia) (FILMAFFINITY)
Género
Animación Comedia Musical Parodia Looney Tunes Cortometraje (animación)
Dirección
Reparto
Animación
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Looney Tunes: Rabbit of Seville
Duración
7 min.
Guion
Música
Fotografía
Animación
Compañías
Links
6
"Si me haces el amor yo te voy a adorar y a cuidar"
Efectivamente, esa frase se la dice Bugs Bunny vestido de mujer a Elmer en el corto, lo cual no deja de ser chocante.

Pero vaya, más allá de la anécdota, que este mítico cortometraje de Chuck Jones para los Looney Tunes es todo un alarde de pequeños gags muy bien acompasados al ritmo de las grandes melodías de Carl Stalling. Cantando al ritmo de las mismas, Bugs Bunny martiriza (una vez más) al tenaz pero ingenuo Elmer el cazador proponiéndole un absurdo plan de afeitado entre persecuciones.

Atención sobre todo a la primera parte del corto, sobresaliente. Mientras la segunda, siendo buena, resulta menos llamativa con el sketch de untar varios ungüentos en la despejada cabeza de Elmer.

Buena animación, simpáticos gags con respuesta rápida y una confluencia de elementos bien usados para 7 minutos de un trabajo animado de altura, propio de un genio como Chuck Jones.
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10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Deconstruyendo a Rossini.
58/02(02/03/23) Divertidísimo y desternillante cortometraje de animación de Warner Bros, perteneciente a los Homéricos Looney Tunes, con más de 70 años desde su estreno en 1950 se mantiene fresco y radiante, con otro de los míticos enfrentamientos entre el conejo Bugs Bunny y el cazador Elmer Fudd. Dirigido por el grandioso animador y caricaturista Chuck Jones, con guion del divino Michael Maltese, derrochando humor en sus escasos 7 minutos, cual torrente tsunámico. Tomando como hilo conductor la representación en el escenario de la Icónica obertura de la ópera bufa de 1816 del compositor italiano Gioachino Rossini "El barbero de Sevilla", aquí con los arreglos musicales de Carl Stalling. Un despliegue sensacional de coreografías en miscelánea con la música apabullante, siendo Legendario el momento en este sentido de cuando Bugs masajea el cuero cabelludo rapado de Elmer al ritmo de la rítmica melodía. Toda una sinfonía radiante de imaginación, con gags delirantes, con mucho de absurdo, un poquito de slapsticks, y unas gotas furia desatada. Un encadenado de viñetas maravillosamente hiladas. Ello en una progresión gradual, donde en la primera parte hay algunos diálogos y frases sueltas en modo cantado operístico, y en la segunda todo toma el poder la imagen y la música en su torbellino de situaciones de chanzas.

Arranca con gente entrando para ver ‘El barbero de Sevilla’ en un anfiteatro. Inadvertidos desde lo alto de unas colinas en la parte trasera del teatro, se ven y escuchan destellos de disparos. Bugs Bunny y Elmer Fudd que lo persigue, corre desde las colinas hasta la puerta abierta detrás del escenario del teatro. Bugs corre a través de la puerta y cierra de un portazo para esconderse tras ella cuando Elmer entra y, busca a Bugs, acecha sin saberlo en el escenario detrás de la cortina. De espaldas a la cortina, Elmer no se da cuenta que se eleva, ni escucha los aplausos de la audiencia, cuando Bugs, usando una zanahoria para hacerlo, acciona el interruptor para subir la cortina. El director, después de una breve y confusa mirada a su reloj, se encoge de hombros y da comienzo a la orquesta, lo que hace que Elmer se estremezca y se gire, con los ojos muy abiertos, hacia la audiencia. Bugs, vestido como un barbero, sale a la puerta de una barbería escenificada frente a un pintoresco telón de fondo de la ciudad y comienza a cantar mientras habla. Agarra a Elmer, tratando de escabullirse fuera del escenario, y lo afeita, cortando ferozmente la navaja y dejándolo "agradable y limpio.

Comenzando una persecución de puro sabor a ópera (bufa), con temas adaptados al sentido cómico entremezclado con el Barbero. NO puede faltar el clásico momento de travestido de Bugs para engatusar (reírse) a Elmer, danzando a su alrededor pícaramente, cortándole los tirantes (con las tijeras de barbero) para deja al cazador cazado, dejando entrever sus paños menores, mientras le ata el cañón de la escopeta, ello para provocar un momento kármico; Tenemos el antológico tramo de masaje de la calva por parte de Bugs a Elmer, donde para seguir el ritmo de la música frenética al conejo le surgen 5 dedos, en vez de los cuatro que siempre ha , derivando en que viniéndose arriba Bugs con la ayuda de una toalla y frutas crea un sombre ‘Carmen Miranda’ para el cazador; Está el momento encantador… de máquinas de afeitar; Hay una desopilante competición de sillones elevadores, como no, persiguiendo Elmer a Bugs hasta llegar a las alturas; Hay buna pedicura salvaje que vacaba con un brochazo de pintura, hay una máquina cortacésped mini para afeitar la cabeza de Elmer, y hasta una mascarilla de belleza que se convierte en hormigón a quitar con un martillo y cincel, le unta con "Figaro Fertilizer", lo que hace que crezca el cabello… y algo más.

En el arreglo de Stalling, la estructura básica de la obertura se mantiene relativamente intacta; se eliminan algunos pasajes repetidos y la pieza general se realiza a un ritmo más rápido para adaptarse a la longitud de ejecución estándar de la caricatura.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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