arrow

Colombo: Agenda para el crimen (TV) (1990)

Colombo: Agenda para el crimen (TV)
90 min.
6,3
279
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Sinopsis
En esta oportunidad, le encargan a Columbo un asesinato disfrazado de suicidio, pero él encuentra varios cabos sueltos y decide entrevistarse con un abogado y un gobernador para resolver estos problemas. Episodio Nº51 de Colombo.

Aunque Colombo tiende a ser definida o considerada como una serie de TV, nunca fue una serie propiamente dicha. Exceptuando la presencia recurrente del personaje principal, no presenta ninguna de las características de una serie tradicional (episodios semanales, de duración regular, con cast, dirección y equipo de producción fijo). Pensados como telefilms (de hora y media como promedio de duración), cada episodio cuenta con una historia independiente y con un director y un equipo de producción distinto. Los films tuvieron una transmisión irregular, pero con un mínimo de tres o cuatro producciones por año hasta 1978. Más de diez años después, Falk retomó su personaje por dos años (1989-1990). A partir de 1990, Columbo dejó de emitirse con regularidad, y los siguientes films fueron estrenados como especiales. Por estas razones, los 68 episodios de Colombo se dispersan irregularmente a lo largo de 35 años (1968-2003). (FILMAFFINITY)
Género
Intriga Comedia Crimen Serie [Colombo]
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Columbo: Agenda for Murder
Duración
90 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Premios
1990: Emmy: Mejor actor (Peter Falk) y actor invitado (Patrick McGoohan)
7
A Colombo no se le escapa nada, ni siquiera un frugal tentempié
Agenda for murder (Agenda para el crimen) (1990) dirigido por Patrick McGoohan es el tercer telefilm de la novena temporada y, cincuenta y dos de la serie; anteriormente había dirigido Crisis de identidad (1975) y El último adiós al comodoro (1976). El director nos introduce en el ajetreado mundo de la política preelectoral inundando los diales de las radios entre grandes planos generales en exteriores que nos lleva hasta nuestros protagonistas por la lucha electoral en el torbellino de la carrera política: el responsable de campaña Oscar Finch (Patrick McGoohan) aspirante bajo promesa a Ministro de Justicia, el congresista Paul Mackey (Denis Arndt) aspirante a vicepresidente, que aspira a serlo junto al gobernador Jim Montgomery (Arthur Hill) aspirante a presidente.

La cadena de candidatos centraliza las últimas acciones promocionales antes de las votaciones, el ambiente que se respira es de éxito total, de alegría desbordada entre planos generales de interior que todo lo magnifica. Lo que ya no lo es tanto es el retorno de unos hechos del pasado irrumpiendo en la vida del regenerado Oscar Finch que desearía no recordar pero, las necesidades y las penurias por las que atraviesa el oscuro personaje Frank Staplin (Louis Zorich) le hace retrotraerse a una situación que creía olvidada.

Un desafortunado desencuentro a la sombra de todo curioso entre Finch y Staplin con previsible final para uno de ellos, es mostrado por el realizador con la sobriedad y el temple necesario en los preparativos que tiene en mente para liberarse de la incómoda situación; sí deja, a pesar de todos los exquisitos cuidados (gracias a la insalvable torpeza) pistas que más adelante serán cruciales para Colombo (Peter Falk) en la investigación. La asombrosa utilización de la condensación del tiempo fílmico en forma de fugaces primerísimos contra planos en la culminación de la escena donde se produce el desenlace por medio del prodigioso montaje de ambos protagonistas, deja un gran detalle de calidad fílmica del director y por supuesto del montador.

Tras haber sido descubierto el cuerpo del delito, entra en acción el teniente de policía desde el lugar de los hechos, no perdiendo tiempo en divagaciones (aunque lo parezca) de forma que, una vez situado en el lugar del crimen envuelto en planos medios, contra planos y planos detalle, a Colombo no se le escapa nada, ni siquiera un frugal tentempié que hace las delicias de él y del sargento George Kramer (Bruce Kirby) que junto a las pistas halladas llevan a nuestro investigador hasta Finch y Mackey.

El esquivo juego entre el principal sospechoso y el detective adquiere, solo en gratuitas ocasiones, tonalidades ajenas al argumento, lo que supone algún relleno que ayuda momentáneamente a rebajar tensión en la progresión narrativa; en cualquier caso, Colombo retoma la trama argumental que le impulsa a utilizar argucias basadas en la adulación para conseguir sus propósitos, consiguiéndolo en este caso con la señora Louise (Anne Haney) secretaria personal de Oscar Finch.

A veces, en lo más superfluo, nuestro teniente de policía encuentra el hilo conductor que le lleva hasta la solución del caso. Ante la preclara inteligencia demostrada por el sospechoso Finch frente la poco consistente teoría de la suposición de Colombo, este, finalmente, decide anunciar la solución del caso dando a conocer los sorprendentes datos que de forma inapelable aclara el caso conocido como Agenda para el crimen. Un ingenio del detalle muy bien argumentado por el guionista Jeffrey Bloom y excelentemente realizado su director Patrick McGoohan.

Complemento genealógico. Colombo cita a su mujer en seis ocasiones, otros protagonistas lo hacen en tres ocasiones, además, Colombo cita a su padre en una ocasión.
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Colombo: Agenda para el crimen (TV)
Fichas más visitadas