Stargate, puerta a las estrellas (1994)

Antes de empezar mi crítica, quisiera excusarme por la lamentable gracieta del título, pero es que no sabía qué narices poner... Como dice Marge en 'Los Simpson', poner un título es difícil. Lo dicho, al tema...

'Stargate' es la típica película que la mayoría hemos visto tropecientas veces, porque la han puesto hasta la saciedad en televisión y, qué narices, mola sentarse a ver una peli como la que nos ocupa una tarde recién comido.

Aventuras, mitología, acción, romance, extraterrestres, otros mundos... El resultado es indudablemente entretenido y, además, posee cierto encanto, pero no puede contarse entre los grandes títulos de la sci-fi ni por asomo, ya que como film de entretenimiento fantástico cumple pero sin permanecer anclado en la memoria. No hace grandes esfuerzos por escapar de lo convencional y siempre se muestra como una cinta comercial, sin apenas rasgos que la diferencien de otras tantas y carente de valentía (o talento) para aprovechar sus interesantísimos alicientes y su fascinante premisa y poder eregirse, así, como un producto notable y digno de ser recordado.

De esta forma, sin llegar a estallar y sacarle todo el jugo al asunto, la película de Roland Emmerich mantiene siempre el interés y entretiene más que lo suficiente para merecer una digna posición. Encima, meten todo el rollo mitológico-egipcio ese y sale Spader como científico metido a héroe extra-temporal, y Kurt Russell como duro coronel. Como debe ser.

Recuerdo con agrado que me lo pase de maravilla viendo esta película, que no esconde su condición palomitera, dentro de la cual, es fantástica.

Las bases de la película son originales, si bien luego acaba en un "buenos contra malos"... pero así es el cine de acción y aventuras, y no puede decepcionarte en absoluto si lo que pretendes es divertirte viéndola, que es su funcion última (y yo siempre puntuo en base a esto mismo).

Escenarios colosales, efectos especiales muy buenos para la época, intriga al principio, y mucho sol y acción cañera a raudales despues.

Poco más se le puede pedir a una palomitera.