arrow

Cara de acelga (1986)

Cara de acelga
106 min.
5,1
483
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Sinopsis
Antonio (José Sacristán), un vagabundo ligero de equipaje y sin rumbo fijo, espera, en una carretera cualquiera, que alguien lo lleve a alguna parte. Así es como acaba en una pequeña ciudad de provincias, donde se verá involucrado en un plan para robar una valiosa pintura. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Cara de acelga
Duración
106 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Premios
1987: Premios Goya: Mejor dirección de producción. 2 nominaciones
8
Muy interesante
José Sacristán en esta película es una especie de nómada que no se enraiza en ningún sitio, sino que va recorriendo España, conociendo gente nueva y trabajando de lo que sale allí donde para. Entra en las vidas de la gente, las enriquece, se enriquece él a nivel humano, y sigue viaje. El planteamiento es de lo más atractivo que me he encontrado yo nunca. Guarda cierto parecido con películas como "Niño nadie" de Borau. Son películas atípicas, difíciles de exportar, incluso difíciles para gran parte del público español.

La película promete muchísimo al principio. Cuando sale Amparo Soler Leal al inicio, uno piensa que aquello va a ser un películón, por el tipo de conversaciones filosóficas entre los personajes. Hay algunas frases excelentes. Pero luego decae, cuando el personaje de Sacristán se ve definitivamente atrapado y atascado en aquella historia de la pintura robada.
Uno quisiera verlo volar libre y salir de allí cuanto antes, para seguir iluminando a nuevos extraños en su camino.

Fernando Fernán-Gómez está muy bien, pero ya digo, no me gusta cómo se desarrolla la segunda mitad de la película. Al final, lo que podía haber sido una "road movie" quijotesca, se convierte en una historia cainita de pseudo-picaresca que no es ni chicha ni limoná. Con todo, disfruté viéndola.
[Leer más +]
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
CROMATISMO EMOCIONAL
Excelente como actor, a J. Sacristán se le notaba en 1986, cuando filmó este largometraje, que estaba poco rodado como director y que le faltaban tablas.
Por eso la película tarda en arrancar más de lo conveniente, se encandila en los prolegómenos y se muestra renqueante, evasiva, poco directa y flirtea en exceso con unas tramas que se imbrican entre sí con poca naturalidad.

Pero hay que reconocer que por momentos consigue que la historia exhiba rasgos de ternura y de proximidad, que se manifieste humana, confidencial, afectiva y rebosante de cromatismo emocional.
Ese también era su propósito.
[Leer más +]
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Cara de acelga
Fichas más visitadas