Destacamento Oeste (1948)

“Destacamento Oeste” por momentos quiere emular el cruce de cine negro y western. Ese hipotético encuentro es un arma arrojadiza potente y provocadora. Fusión de dos géneros tan clásicos y arraigados en el cine americano que su unión puede desembocar en cierta confusión. Ese protagonista tan chulo (Dick Powell y el cine negro) sin cigarro en la boca (aquí fuma pipa) pero escupiendo perla tras perla como una ametralladora. Haciendo, en definitiva, tantos amigos en tan poco tiempo como hace un personaje de novela negra.

“Encubridora” (1952) de Lang vino después aunque aquí también hay canción. Cosas del Chuck-a-Luck.

Crecí con las películas del Oeste y siento algo especial cuando las veo, algunas como ésta por primera vez. Pero todo tiene un límite. A Dick Powell, cuesta verle de pistolero, no me encaja. Los 80 minutos de metraje, se hacen larguísimos. Los secundarios, grises como la fotografía. Solo se salvan las melodías que interpreta el recepcionista del hotel. No la recomiendo ni a los amantes del género.