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Héroe por accidente (1953)

Sinopsis
Norman trabaja en los almacenes de una gran tienda londinense aunque su ambición es convertirse en escaparatista. Mientras trata de cumplir su sueño, se enamora de una de las dependientas, junto con la que descubre un complot para robar la tienda. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Romance
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
Trouble in Store
Duración
85 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1953: Premios BAFTA: Mejor promesa (Norman Wisdom)
7
Un hombre con suerte... cuando menos la imagina
Hay una cualidad muy especial en el comediante Norman Wisdom que pudo haber sido lo que me llevó a apreciarlo desde que era muy chico: Irradiaba alegría, reía sin complejos, y se gozaba la vida con la capacidad del niño que pronto olvida los malos momentos y sigue adelante viendo qué de bueno puede arrancarle al próximo minuto. En este sentido y haciéndole justicia a su apellido, Wisdom tenía sabiduría. Era un hombre grande con alma de niño.

“HÉROE POR ACCIDENTE” fue la primera película de Norman Wisdom luego de varios años de triunfos en los music-halls, y tuvo el privilegio de haber sido reunido nada menos que con la inolvidable Margaret Rutherford quien, entonces, ya era internacionalmente conocida por filmes como “El canario amarillo”, “Un espectro travieso” o “La importancia de llamarse Ernesto”. En esta nueva comedia, la Rutherford será una anciana cleptómana que se ha ensañado con la gran tienda donde trabaja Wisdom, y se vale de variadas estrategias para llevarse desde un trencito hasta un completo rollo de tela. Por su parte, Norman es el empleado que no da bola con bola… y no pasa un día sin hacer algo que anime a su nuevo jefe para ponerlo de patitas en la calle.

Pero si a todos nos sonriera la suerte como le sonríe a Norman… cada situación improcedente se transformaría en un rayo de luz e impretendido acierto, y la vida se haría tan llevadera que, al final, podríamos morir como Pablo Neruda diciendo “confieso que he vivido”.

Es indudable que, en este debut cinematográfico, hay en Wisdom un claro afán de imitar a la menos celebrada –pero no menos valiosa- estrella de la Edad de Oro norteamericana, Harry Langdon. El saco con dos tallas menos para parecer un niño, la gorra y la corbata, y ese aire de chiquillo ignorado que diera su particular estilo a Langdon, son tomados por Wisdom sin mayor reparo, pero a esto él añade lo que iba a ser su personal estilo, mostrando ese espíritu jocoso y esa frecuente sonrisa con la que nos desarma por completo.

El filme tiene escenas muy bien logradas desde el arranque cuando Norman “viaja” junto a Augustus Freeman. También de recordar la deliciosa escena de la píldora o la interrumpida intervención de su jefe por evitar un incendio… y, en términos generales, la comedia resulta fresca y entretenida hasta cuando Norman -quien también era cantante- interpreta una linda canción para su enamorada.

“HÉROE POR ACCIDENTE” tuvo un gran éxito comercial y el nombre de Norman Wisdom se había metido ya en los corazones de mucha gente en el mundo.
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