Hasta la noche, mi amor (1990)

Luego mejora. La presencia de Bruce Dern arropa a la pareja protagonista en las escenas que sale y el personaje de Jason Patric tiene su gracia porque al poseer una mente débil no sabe si lo quieren engañar y cómo. Es consciente de su fragilidad mental y se emparanoia, duda.

La cosa va de que el viejo le lía la cabeza para hacer el secuestro de un niño rico y cobrar el rescate. La viuda que se aprieta Patric está en el ajo, conoce al viejo de mucho. Viven en un sitio dejado de la mano de Dios, a tomar por culo de toda la civilización, para ir a un bar hay que coger el coche. Y entonces Patric desconfía, que si de ella, a la que parece sudarsela todo y se pasa el día empinando el codo, que si del viejo que parece que va de listo, que como se conocieron todos, que si ella ya le había intentado advertir, pero a la vez sabía que volvería porque no tiene donde caerse muerto. En fin, la peli es un poco rara y por momentos mala, con reacciones exageradas y una trama algo voluble, pero rescato la incertidumbre en la que me mantuvo, ya que yo también pensaba todo el rato que le iban a querer joder y utilizarlo como chivo expiatorio, pero resultaron ser otros dos desgraciados desesperados igual que él que solo querían llevarse un poco de dinero. Nadie estaba por encima de nadie.

Obviamente el plan sale mal y Patric, consciente de que ya le habían reconocido, monta un numerito para que la mujer lo acabe matando. Él estaba marcado por sus incidentes pasados (fuga del psiquiátrico sobre todo) y la viuda podía salvarse de ese único modo, alegar que esos dos tarados la habían obligado a la fuerza a participar en el secuestro.