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The Mole Song: Undercover Agent Reiji (2013)

The Mole Song: Undercover Agent Reiji
130 min.
5,9
125
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Trailer (JAPONÉS)
Sinopsis
Reiji es el peor policía de la academia. Despedido por inútil, pronto será readmitido, con la orden de infiltrarse en un clan yakuza. (FILMAFFINITY)
Género
Acción Comedia Yakuza & Triada Manga Live-Action
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Japón Japón
Título original:
Mogura no Uta Sennuu Sosakan REIJI (The Mole Song: Undercover Agent Reiji)
Duración
130 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2013: Festival de Roma: Sección oficial largometrajes a concurso
6
Una bizarrada bastante entretenida
La historia es buena y los personajes aún mejores pese a que inevitablemente se vuelva confusa por momentos debido en parte por su trabajo artístico tipo “collage” (que no deja de ser interesante pero aturde) aunque viene a ser compensada por una voz en off que nos sumerge en la mente del protagonista de quien se puede decir lo siguiente:

Reiji Kikukawa es un torpe, algo tonto pero muy ético policía que luego de ser despedido, se le encomienda la misión de trabajar encubierto para capturar a uno de los criminales más peligrosos del país.

Como era de esperarse, este ingenuo agente pasará por una serie de tribulaciones y momentos “cómicos” cargados de un humor muy ajeno a los cánones occidentales. ¿Logrará Reiji infiltrarse con éxito? Ante todo pronóstico pareciera ser que sí, para su gran infortunio…

Dos tendencias,un país

La dicotomía arraigada de la sociedad japonesa es deliciosa. Por un lado no faltan las películas épicas de samurai, de mafias e históricas; y por otro -y cada vez más latente- esta veta bizarra (casi enfermiza) que viene de la mano del animé y películas como esta las que en muchos casos vienen a reflejar el espíritu más joven de un país que a ojos del mundo es por lejos el más extraño y fetichista del mundo. Basta, por ejemplo, con ver los raros y peliculiares comerciales televisivos que pueden encontrarse en Youtube.

Miike bien lo sabe y lo trabaja sin tapujos consiguiendo una filmografía que no se compromete con nada. Es capaz de hacer el remake de Harakiri como también una sandez como esta, y en ambos casos conseguir entretener.

No estamos frente a una obra de arte, tampoco será considerada de culto ni nada por el estilo. The Mole Song: Undercover Agent Reiji es más bien una ventana para adentrarse en la imaginería creadora del cine japonés actual. Una tendencia que está cada vez más arraigada en las películas comerciales de dicho país y que ha venido a ser su sello distintivo para bien o para mal. Hay para todos los gustos.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
De cómo un policía idiota y fracasado como yo se convirtió en un duro y noble yakuza
Apaleado, torturado, apuñalado, envuelto y empaquetado, así se presenta Reiji Kikukawa, héroe de esta historia que cruza de nuevo los límites en cuanto a manga adaptado a la gran pantalla.
Y si de límites para cruzar hablamos nadie mejor en el desempeño de dicha tarea que el sr. Takashi Miike.

Quizás llegando a sus 53 primaveras haya bajado el ritmo de producción con respecto al mantenido unos años antes, pero lo cierto es que si algo consigue siempre es pillar desprevenidos a sus fans; tras provocar la confusión en muchos, incluso un servidor, por su nominación a la Palma de Oro para la no así notable "Shield of Straw", se descuelga con la enésima adaptación de un cómic, lo que le llevará todo un exhaustivo año de preproducción, producción y posproducción. Se trata de "Mogura no Uta", obra de culto que Noboru Takahashi comenzara en 2.005 y cuya publicación aún prosigue.
Aunque el prestigioso autor lleve trabajando desde finales de los '80, ésta es su creación más vendida y celebrada, en especial por el público joven masculino. Al director le encargan el proyecto después de afirmarse que "la tarea de llevarlo al cine es imposible, al menos respetando la fidelidad del estilo extremo original"; no saben que hablan con un experto en "live actions", y para rematar le acompaña Kankuro Kudo, quien ya escribiera "Zebraman", además de su troupe habitual de actores y técnicos. Cierto es que imprimir la esencia de las páginas de un manga a imagen real es complicado...pero sólo con los primeros minutos de la película podemos asegurar que el de Osaka lo ha vuelto a conseguir.

Los que ya le conocen de sobra están de suerte, el inicio de "Mogura no Uta" es Miike en su más pura y dura forma, un largo prólogo de presentación de personajes y situaciones que deja extenuado a cualquiera por su desvergonzada concesión al frenético absurdo. Bajo los colores chillones de la fotografía de Nobuyasu Kita, que parece que nos vayan a abrasar las retinas, se configura el universo retorcido en delirio del agente Reiji, que por su tremenda ineptitud pasa a ser un infiltrado de los Sukiya-kai, la banda yakuza más temida de Tanibukuro...pero ya se empieza a apreciar el primer fallo cuando al director le apetece regodearse más de la cuenta en dicho absurdo.
Lástima porque a uno le gusta ver de vuelta al Miike sinvergüenza de antaño, el de "Fudoh", "Osaka Tough Guys" o "Dead or Alive", pero si pudiera hacerlo proporcionando las muchas locuras que aquí se desatan de un modo menos caótico sería de agradecer. No es el caso. Durante el proceso de aprendizaje e infiltración del pobre protagonista (a quien da vida el célebre actor de dramas televisivos Toma Ikuta, al máximo de su exageración interpretativa, como sucede con todos aquí), miles de situaciones rebosantes de violencia y disparatados "gags" fuera de lugar se nos echan encima y un gran número de secundarios aparecen abruptamente deseando acaparar la atención. Todo es ruido y acción sin frenos aquí.

Como la intención de la historia es que sus personajes lleguen a un fin pero de la manera menos ortodoxa, ello da pie a Miike a plantear una parodia alocada y colorida del cine de yakuzas que él mismo visitara muy seriamente en ocasiones. Reiji no es el único elemento raro pese a lo fuera de lugar que está entre tanto gángster impertérrito durante la solemne ceremonia de aceptación; la tradición del género encuentra su bizarro reflejo por la fantasía del cómic y pasa a ser un gran guiñol de seres alienígenas (los villanos Nekozawa y Kurokawa, el policía Fukuzumi...) y acontecimientos aleatorios.
Y poco a poco, ya habiendo tenido tiempo de reírnos, nos acercamos al protagonista y sus importantes dilemas morales cuando chocan su lealtad a la policía y a su protector Hiura (encarnado por el carismático Shinichi Tsutsumi, él es de lejos el mejor personaje de la historia), quien le enseña el camino recto a seguir en la yakuza lejos de las drogas y la injusticia. Kudo y Miike tropiezan así con el mismo error que en "Zebraman" una década antes, pues aun con el humor y sinsentido como sello del universo de Takahashi, la atmósfera parece volverse más oscura, cae el drama tras hacerlo Hiura y todo se atisba desde una perspectiva más pesimista.

Otro momento clave del paso de la inocencia a la madurez que experimenta Reiji, y que determina la segunda parte, es la consumación del amor entre él y la agente de tráfico Junno; vuelve esa hermosa Riisa Naka a los brazos del cineasta, mostrando tan buena química con Ikuta que esta secuencia de despertar sexual, entre divertida y tierna, queda para mí como la más memorable de la película junto a, como no podía ser menos, la del himno "mogura", cantado a coro por los compañeros policías y marcándose Mitsuru Fukikoshi, Kenichi Endo y Sarutoki Minagawa unas actuaciones descacharrantes que merecen la pena ser recordadas de por vida.
No lo merece tanto el clímax que nos prepara Miike en el puerto; una vez más desafía nuestros nervios al írsele la mano no sólo en la extensión del metraje, sino en la acumulación de diálogos, situaciones y personajes que ahogan el ritmo hasta lo insoportable, tanto más pues se suceden casi aleatoriamente y sin avisar (la reaparición de Hiura, alucinante, y con inútiles "flashbacks" explicativos sobre qué le ocurrió). Es un fallo muy común en las obras de aquél, en especial los "live actions": algo calcula mal que siempre se despista en el cuarto de hora final y no ve cuándo ni cómo puede acabar la función...

No así nos regalará el traspaso de droga más original que se haya visto nunca en el cine. Pero parece que el tedio general en el cual cae irremediable y tristemente "Mogura no Uta" no le afectó para nada, ya que arrasó en taquilla y obtuvo buenas respuestas a nivel internacional.
Se termina de tal manera que es fácil adivinar la intención de una secuela. Así es, el año pasado se estrenó "Hong Kong Kyoso-kyouku", que aún no me he atrevido a encarar; ¿mejorará o empeorará lo ya visto?
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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