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Palabras y colores (2013)

Palabras y colores
111 min.
5,7
1.368
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Sinopsis
Comedia dramática sobre dos profesores: él de inglés (Owen) y ella de arte (Binoche), que sostienen dos puntos de vista diametralmente opuestos; se enfrentan en una especie de incruenta batalla para dirimir si son más importantes las palabras o las imágenes. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Drama Comedia dramática Colegios & Universidad
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Words and Pictures
Duración
111 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2013: Festival de Toronto (TIFF): Nominada al Premio del Público (Mejor película)
9
EL ARTE COMO EXALTACIÓN DE LA VIDA
Hay películas infravaloradas que a uno le parecen excelentes. Tal me ha ocurrido con Words and Pictures. Si bien es una película romántica en un ambiente de liceo y escuela, lo remarcable es la autenticidad de sus dos protagonistas, dos soberbios Juliette Binoche y Clive Owen, sobre ellos se concentra toda la fuerza de la película alrededor de la exaltación del arte, la honestidad y el buen hacer como seres humanos comprometidos no sólo con el bienestar propio sino el público y social. Además, ambos docentes representan arquetipos dialécticos que al enfrentarse se encuentran y remarcan las virtudes de cada propuesta, una haciendo énfasis en la literatura y la otra en la pintura, en suma el arte, libre, contestatario y genuino. Hay que agregar el énfasis en una enseñanza basada en valores humanos y en una ética laboral incorruptible. Parece ciencia ficción que existan centros de enseñanza pulcros, bien dotados y con una planta profesoral de altísimo nivel educativo y cultural como en la película se nos quiere mostrar. En países como en el que vivo, Venezuela, ni por asomo la escuela es un espacio estimulante para el desarrollo del adolescente a través de una enseñanza humanística y científica de muy alto nivel, y ni hablar del sistema universitario. Uno siente envidia no haber tenido esas oportunidades de estudio y de haberse perdido el encuentro con las manifestaciones de belleza que contiene la vida a través de una educación integral y con gente tallada con materiales especiales. El legado de artistas, pintores, escritores, filósofos, científicos y demás benefactores representan a los auténticos maestros y guías en la formación de gente buena. Creo que ese es el principal mensaje de Words and Pictures, además de disfrutar del duelo actoral de Binoche y Owen respaldado por una buena química. Cinematográficamente, por lo general, una buena película se sostiene por sus intérpretes, y qué duda cabe, ambos han dado la talla. Y finalmente, está la historia de redención, muy cara a la sociedad estadounidense y europea occidental, construida a brazo partido por una ética social que uno admira y que en países tropicales como el que vivo es algo prácticamente anecdótico. Allá el que falla tiene que pagar las consecuencias de sus actos, incluso si hace enmienda, en cambio por estos lares el atentar contra otros de forma impune es prácticamente la sangre que inyecta las norias de la vida social. Cómo nos falta evolucionar no sólo en un plano científico/material sino sobre todo a nivel cultural e institucional.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
UNA BINOCHE VALE MÁS QUE MIL GUIONISTAS
Sorprende que haya tardado dos años en llegarnos esta cinta cuyo elenco protagonista y su temática es netamente comercial.
Lejos queda aquella brillante adaptación que Schepisi hizo de "La casa Rusia" (1990) y tras una desigual filmografía, reaparece dando otra imposible vuelta de tuerca al genero de la comedia romántica. El guión aceptable de Gerald Dipego apuesta por un marco educacional juvenil donde las nuevas tecnologías están asfixiando o al menos acotando la capacidad artística que no provenga de una aplicación informática. Juega con la angustia del artista, del creador, cuando el don, las musas, la inspiración o vaya usted a saber se ausentan sin decir adiós. Es, como siempre el socorrido amor, el que todo lo arregla, el que bien nos quiere pero siempre nos hace llorar, bla, bla, bla, etc.
Pero para que la cosa funcione tiene que haber feeling entre los enamorados y si actúan bien, mejor. La Binoche a sus 51 años sigue estando para ponerla en un altar y Owen aguanta de pie el tirón de la francesa. Están magníficos. Se enamoran y nos enamoran. Todo lo demás es secundario.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
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