Zombies (Wicked Little Things) (2006)

Desde luego, otra película de las muchas sobre muertos vivientes que habría que olvidar.

Una cosa es que se haga “cine independiente”, otra muy distinta que se haga “cine sin ideas”.

Salvo que los zombies son aquí menores de edad, no hay aquí ninguna idea que se salga de lo más ramplón del cine de terror.

Los niños no dan ni miedo. Ponerles los ojos negros no basta para que tengamos ni un mínimo escalofrío. Las protagonistas femeninas, aparte de correr y gritar, como en toda película de zombies que se precie, no logran transmitir emociones ni de lejos.

Y el malo es de lo peorcito que he visto últimamente en cine de terror.

La credibilidad, bajo mínimos. Una cosa es que los zombies no existan, pero bueno, por favor, si los sacamos de sus tumbas y les dotamos de unas propiedades, lo menos que podemos esperar es que se porten así siempre y no cambien cuando al director le dé la gana. (Ver Spoiler)

Lo único no previsible de este bodrio es lo mala que es. Es tan tonta que te pasas media película diciendo “no puede pasar esto” “ahora no puede pasar esto” y pasa.

Supongamos por unos segundos que esto os pasa. Echémosle imaginación. Tú, hermosa usuaria de Filmaffinity, que vives en la gran ciudad heredas un viejo caserón arriba en unas montañas en mitad de un pueblo perdido de la mano de dios. Te agarras a tus dos crías y te marchas para instalarte allí. A las niñas les da algo de miedo el bosque que rodea a la montaña... pero va!, les dices que no tenéis otro sitio en donde vivir... ¿Y donde vivían hasta ayer?.

Justo al llegar al pueblo, cuando te metes en una tienducha de comestibles e informas al tendero de que te instalas en la solitaria casa que está en lo alto de la montaña, el tío pone cara de pocker y se limita a decirte; "tened cuidado y no salgáis de la casa en la noche, esta tierra esconde mucho" (o algo así).
Vale, aquí me detengo para analizar lo habido por el momento. Resulta que el tendero sabe de muy buena tinta que en la montaña, justo donde se ubica la casa, por las noches aparecen unos niños zombies. Pero el jodío se limita sólo a advertirles que no salgan de la casa... ¿Oiga?, ¡Un poco más de información a las chicas, por dios!

Luego cuando llegas en plena noche al caserón con una pinta de lo más acojonante, compruebas que en la puerta hay una gran mancha de sangre, que no hay luz, que no hay agua, que hay muebles y fotografías que ponen la piel de gallina, que aquello es un nido de ratas más grandes que gatos... y atención; que la puerta estaba (y estará) abierta porque no funcionaba la cerradura. ¿Qué harías?... claro que sí!, como ellas hicieron; os meteríais en la cama a monmí nana...




Si hay un prototipo de película que por su predecible escasa calidad no genera dinero ¿Por qué siguen haciendo más y más tirando de la misma fórmula?. Y aun así te vas a un centro comercial y te las ves a un precio que triplica al de otras que son verdaderas joyas... La fábrica de chocolate a 8´95 y Zombie a 17´95. ¿Cómo te quedas?

Y el patrón es bien sencillo. Crear a una mini familia, mudarlas a una casa nueva y que se busquen la vida con los muertos de la película. Sí, el "con los muertos" léase con el sentido que más gusten.