Pasos en la oscuridad (1941)

!Ah, no, no!, esta película merece una nota bastante más alta, ya lo creo.
Se trata de una comedia detectivesca ligera para lucimiento del gran Errol Flynn, un actor que, no sé por qué, apenas se prodigó en la comedia cuando, (no cabe duda y el que no lo quiera ver está ciego), estaba fantásticamente dotado para ella.
Un actor que ha protagonizado algunas de las mejores películas de aventuras juveniles, en las que el humor se encontraba intrínsecamente unido a ellas. ¿Cómo no se animaron a darle más comedias si, como veremos, se mueve como pez en el agua en ellas?.
Sin salir de su estilo de sinvergüenza encantador aquí le otorgan un toque algo más sofisticado, más que nada porque su papel le exige ser un gentleman de las altas esferas, un asesor financiero felizmente casado y con suegra pero que oculta a su familia y a su copetuda sociedad, un terrible, oscuro y vergonzante secreto de su vida que de ningún modo puede revelar. En sus ratos libres, cual perverso y depravado canalla, !escribe novelas de misterio bajo pseudónimo!.
Esta tortuosa y complicada doble vida no será fácil de sobrellevar. Sobre todo cuando, como buen adicto a la morfina del crimen, no pueda evitar mezclarse en la tarea de investigación de un asesinato rivalizando con el inspector encargado del caso y su incompetente ayudante, que lo conocen bajo su faceta de escritor pero ignoran por completo su condición de caballero de postín.
La película está llena de grandes nombres que con su profesionalidad tiran para adelante la trama. Pero, cierto es, que la cinta pertenece, casi por completo, a Flynn. Su papel es arrollador e interviene en casi todas las escenas, algo que no suele ser aconsejable ya que siempre se echan de menos, las oportunidades de lucimiento que nos podrían brindar los secundarios, más teniendo en cuenta que son muy buenos.
Aun así, no crean que están mancos. El papel de la suegra es sublime e hilarante. El ayudante del inspector se apunta buenos tantos por su parte. El inspector, el secretario, la esposa, la corista, el dentista, el detective privado...Pocas escenas vale, pero muy buenas.
El misterio previsible pero sus chorretones de simpatía lo compensan. Ni es una comedia carcajeante ni especialmente mordaz. Es ligera, alegre y bien resuelta. Lloyd Bacon sabe dotar de la atmósfera que se requiere y proporcionar al espectador un buen momento de tranquila placidez. Si eso no les basta busquen en otra parte.