Dirigida por John Ford (1971)

Cuando estés cansado de historias mil veces vistas, de personajes planos y predecibles, de cámaras epilépticas e hiperaceleradas, de experimentos onanistas...en fin, de ir al cine y tener la sensación de que te han vuelto a tomar por tonto... recurre a John Ford.

Encontrarás un cine aparentemente sencillo, con personajes auténticos con los que podrás identificarte e historias en las que te zambullirás desde el inicio hasta el final, olvidándote de todas tus preocupaciones durante cualquiera de sus películas que escojas: La diligencia, Las uvas de la ira, Pasión de los fuertes, Qué verde era mi valle, El hombre tranquilo, Prisionero del Odio, El hombre que mató a Liberty Valance...

Si eres un poquito observador, rascando la superficie podrás encontrar el genio de este director: Hacer fácil lo difícil. Encontrarás una increíble delicadeza en los pequeños detalles, la forma de cordinar sonido e imágen en los momentos álgidos, la maestría en la dirección de los actores y la forma de moverlos en la pantalla...verás que nada en el cine de Ford se deja el azar...hasta que se rueda. Comprobarás el inmenso talento que tiene este pintoresco personaje para crear la sensación de espontaneidad y ambigüedad en sus personajes, rodando siempre en pocas tomas para no perder frescura. Y si te gusta la fotografía, comprobarás que antes de ser director de cine Ford fue fotógrafo y por ello comprendía la importancia de la composición en cada una de sus tomas, haciendo que muchas de ellas sean "lienzos en movimiento"

Si este texto no ha sido suficiente para convencerte, te recomiendo ver este documental, todo un compendio de anécdotas y curiosidades sobre un hombre único contadas de primerísima mano por sus actores fetiche, por directores como Scorsese, Eastwood o Spielberg y por supuesto por el mismísimo John.

Y si aún así no ves muy interesante el documental, mira lo que Maureen O'Hara (actriz de sangre irlandesa como Ford) dijo de él (en spoiler).

Gracias a Peter Bogdanovich, director a reivindicar siempre, por este maravilloso documental. Películas así hacen más grande al cine y a quien lo ama.

"Dirigida por John Ford". Estas palabras han aparecido en más de 135 películas, entre ellas algunas de las más populares y memorables como "Centauros del desierto", "Las uvas de la ira", "La diligencia", "El hombre tranquilo" o "Fort Apache".

John Ford, ciertamente fue un gran director de cine laureado con seis Oscar y cuatro Premios de los Críticos de New York, por no mencionar otros muchos galardones internacionales; pero su grandeza es tal que va más allá de las medallas u homenajes.

"John Ford no es sólo sinónimo de calidad, sino de un tipo especial de calidad".

¿Qué es lo que distingue a las películas de John Ford? Probablemente como señala este documental, lo que distingue a las películas de John Ford es que no son 135 películas individuales sino un cuerpo cinematográfico de trabajo, el cual se puede comparar al de un gran novelista, un pintor o un compositor.

Este documental se desarrolla con varios e importantes directores, actores y actrices hablando sobre John Ford, además vemos alguna entrevista que se le hizo al mismo Ford, etc. Pero sobre todo, descubrimos su idiosincrasia como hombre (ambiguo como todo notable artista o ser humano que se precie), su valía como profesional del arte cinematográfico y algunas de las característica más destacables de las que dejó memoria ejerciendo la dirección fílmica.

James Stewart, Henry Fonda, John Wayne, Maureen O'Hara (quién incluso llora al hablar de él), Martin Scorsese, Clint Eastwood, Steven Spielberg, célebres nombres del mundo del cine nos cuentan cosas sobre John Ford, tales como que en las secuencias de horizontes nunca había que poner el horizonte fotográfico en el centro de la toma, sino o más abajo o más arriba del centro; la huella de espiritualidad, de que la muerte no es el final, que expuso en sus películas; la veneración que él sentía por el matrimonio tradicional y que incluyó en sus filmes, por considerar a la familia de hombre más mujer e hijos como el auténtico hogar o institución donde el ser humano se educa y encuentra un refugio en el mundo; también curiosidades como sus agrias formas de poner en evidencia a los actores durante los rodaje e incluso la desvelación de que Ford amó (que sepamos sólo con el pensamiento-corazón) a Katherine Herpburn.

En fin, un documental digno de verse, de tenerse en cuenta, de conservarse.


Fej Delvahe