Escena (INGLÉS)
- Sinopsis
- Un agente del FBI (Robinson) investiga una amplia red de espionaje nazi que opera en Estados Unidos. Sus contactos llegarán hasta Suramérica y Europa. Se trata de una de las pocas películas del género antinazi rodadas antes de la Segunda Guerra Mundial, época en la que los Estados Unidos y, por consiguiente, Hollywood seguían una política aislacionista. (FILMAFFINITY)
- Género
- Cine negro Espionaje Nazismo
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1939 / Estados Unidos
- Título original:
- Confessions of a Nazi Spy
- Duración
- 104 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Links
Premios
1939: National Board of Review: Mejor película
La quinta columna
13 de octubre de 2016
Policíaco sobre las actividades nazis durante la IIGM. Destacable la actuación del siempre poderosísimo Edward G. Robinson, agente del FBI duro de roer, astuto como un zorro, pequeño pero matón. Los nazis se están infiltrando en territorio americano mientras invaden el mundo, les da tiempo a todo. USA todavía no ha entrado en guerra y los alemanes quieren llevar ventaja, por si las moscas, así que están tejiendo una amplia red de espías.
Es destacable cómo los nazis se las apañan para conseguir adeptos a la causa. Algunos les apoyan por su ascendencia alemana y otros porque creían firmemente en las teóricas que soltaba el amadísimo líder, Adolfo Hitler. La Gestapo se encargaba de reclutar a esta gente. Los buscaban principalmente en las dos razones típicas que resumen a un terrorista: tipos descontentos con su suerte en la vida o incautos con poco cerebro.
Y al mismo tiempo, resulta curioso y entretenido observar cómo el hábil agente del FBI, Edward G. Robinson, va atrapando a los espías y los va haciendo “cantar”. Tirando de la manta salen muchas cosas, y cómo dice él: limpiamente, ya que el FBI no tortura en los interrogatorios.
Él se encarga de crear una estupenda ambientación, lleno de inteligentes diálogos y personajes convincentes, lo que también se debe a la buena labor del director. Además, en esta película sí se muestra el trabajo de los espías, lo que deben conseguir, cómo lo hacen y el trato con los dirigentes de la Gestapo y cómo se infiltran éstos en el país. Muy real por tanto. Termina gustándote oír:
-FBI, queda usted detenido.
Es destacable cómo los nazis se las apañan para conseguir adeptos a la causa. Algunos les apoyan por su ascendencia alemana y otros porque creían firmemente en las teóricas que soltaba el amadísimo líder, Adolfo Hitler. La Gestapo se encargaba de reclutar a esta gente. Los buscaban principalmente en las dos razones típicas que resumen a un terrorista: tipos descontentos con su suerte en la vida o incautos con poco cerebro.
Y al mismo tiempo, resulta curioso y entretenido observar cómo el hábil agente del FBI, Edward G. Robinson, va atrapando a los espías y los va haciendo “cantar”. Tirando de la manta salen muchas cosas, y cómo dice él: limpiamente, ya que el FBI no tortura en los interrogatorios.
Él se encarga de crear una estupenda ambientación, lleno de inteligentes diálogos y personajes convincentes, lo que también se debe a la buena labor del director. Además, en esta película sí se muestra el trabajo de los espías, lo que deben conseguir, cómo lo hacen y el trato con los dirigentes de la Gestapo y cómo se infiltran éstos en el país. Muy real por tanto. Termina gustándote oír:
-FBI, queda usted detenido.
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran alegato anti-nazi
22 de noviembre de 2012
Los nazis se han expandido por Estados Unidos creando una red de espionaje por todo el país cuyos contactos también se extenden por Europa. Un agente del FBI que investiga dicha red, intentará desarticularla, encontrando a los líderes de toda la organización. La 1ª mitad de la película nos anticipa la forma de organización nazi y compenetración de los líderes para expandirse por norteamérica; mientras que la parte final nos deja la investigación y desarticulación de la red. Impresionante film anti-nazi rodado durante la segunda Guerra Mundial por Litvak con una sobriedad pasmosa. Edward G. Robinson está magnífico como agente del FBI encargado de desarticular la red de espionaje, y con unos secundarios de lujo que ayudan sobradamente al desarrollo de la trama.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
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