The Unauthorized Bash Brothers Experience (2019)

The Lonely Island es un grupo americano formado por tres comediantes que realizan una serie de canciones y videoclips en clave de humor, y gozan de gran reconocimiento en suelo estadounidense, gracias a su humor grueso y su falta de pudor. Personalmente me quedo con la de "Jack Sparrow" donde colaboran con Michael Bolton.

Uno de sus integrantes es Andy Samberg, protagonista de una de las mejores sitcom de la historia, que no es otra que "Brooklyn Nine Nine" (de cual ya os traje crítica aquí), o de la infravalorada y rescatable "Hot Rod" (títulada en España, "Flipado sobre ruedas") y que también considero que es uno de los mejores comediantes de la actualidad.

Sin lugar a dudas, ha encontrado en este grupo, junto a sus amigos, un sitio donde experimentar y hacer lo que le de la real gana, con resultados tan bizarros y extravagantes como arriesgados y únicos, Y eso precisamente lo que es "The Unauthorized Bash Brothers Experience". Un experimento extraño y único.

Samberg ya nos trajo hace tiempo una locura similar con "Siete días infernales", donde compartía protagonismo con Kit Harington (Jon Snow, para los amigos), y que era una bizarrada sobre el mundo del tenis, que divertía por su humor irreverente y grueso. En esta ocasión, se apuesta por dos estrellas del béisbol, pero contando su historia desde la música.

Para que nadie se lleva a equivoco, hablamos de una serie de videoclips, protagonizados por los mismos actores y personajes (dos de los Lonely Island, uno de ellos Samberg, obviamente), que duran, entre todos, media hora, que eso sí, se pasa volando. La verdad es que como experimento creo que está más que logrado, porque tiene momentos verdaderamente experimentales, así como otros muy divertidos (como cuando intentan ligar) e impagables. Eso sí, se recomienda sabes a lo que se viene, o no se disfrutara igual, desde luego.

Ambos comediantes están entregados a la causa (aunque Samberg destaca por encima de su compañero, pero eso es debido a que es un monstruo de la escena), y lo dan todo en cada número musical, sin excepción. Quizás un punto negativo, es que si no eres americano y conoces la vida de los dos deportistas, seguramente te pierdas bastante, ya que, obviamente, su público potencial es el de aquel país, pero son salvedades, ya que se puede disfrutar también de esta locura sin concesiones.

En cuanto a la realización, es cortesía de Akiva Schaffer (el otro que no es Samberg, y director de la mencionada "Hot Rod"), junto a otro realizador, y la verdad es que es impecable, ya que hay mucha imaginación e imágenes poderosas, así como un homenaje retro a los 80 que queda muy bien. Se nota el cariño y el mimo puesto en el producto, desde luego.

Y por supuesto, felicitar, de nuevo, a Netflix por apostar por productos así, ya que, obviamente, no es apto para todos los públicos y está destinado al público adulto, lo cual es de agradecer en los tiempos que corren. Quizás el catálogo de la plataforma no sea el mejor del mundo (la mediocridad campa a sus anchas, pero bueno), pero si que apuestan por un contenido que en una era donde prima lo políticamente correcto, es digno de aplauso.

En conclusión, si te gusta el grupo o Samberg, estas ante una cita imprescindible, y si no, se te pasará rápida esta sucesión de videoclips de rap y otros estilos, sobre la vida de dos estrellas del béisbol que triunfaron en los años ochenta... aunque creo que eso es lo de menos. Una locura inclasificable y única.

Más críticas: ocioworld.net

The Unauthorized Bash Brothers Experience es el nuevo corto musical de Andy Samberg que se burla de la cultura hip hop y sus videoclips a través de la grabación “no autorizada” de un disco de los beisbolistas Jose Canseco y Mark McGwire.

La cinta nos muestra 30 minutos cargados de las representaciones más absurdas de la industria, en la que los arreglos musicales y el sintetizador pueden mejorar cualquier tipo de letra rapeada. Y si bien en su final decae la historia al no tener una estructura sólida, si que podemos reírnos un buen momento.

Una nueva explosión de risas que nos regala Andy haciendo lo que mejor sabe hacer: una comedia bizarra que arriesga más de la cuenta y en más de una ocasión acertadamente. Y es que en los riesgos está la posibilidad de crear un material innovador como los suele encontrar el actor.