La herencia del viento (TV) (1999)

Antes de ser estudioso del cine y sus técnicas, soy espectador; del mismo modo en que, antes de ser escritor de novelas, soy lector. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: MUY BUENA.
Excelente remake del filme de 1960, igualmente celebrado. En esta ocasión, el duelo interpretativo de los inconmensurables Jack Lemmon y George C. Scott, en lo que fue su última película, es doblemente gratificante. Basado en el célebre "Juicio del mono", acaecido en una población americana en 1925, asistimos sin ningún pudor al retrato enfermizo de un mundo lastrado por el fanatismo religioso. El juicio enfrenta a dos personajes, unidos por la amistad, pero al mismo tiempo separados por sus creencias: un fiscal fanáticamente creyente, y un abogado totalmente agnóstico que defiende la Teoría de Darwin sobre el dogma de fe instaurado como ley por la religión, entorno al tema de la Creación. Tal vez nunca existió mejor oportunidad para contemplar la argumentación entre Ciencia y Religión. Un problema que la cinta refleja con acierto, pues casi nos parece escuchar el eco de voces torturadas e inmoladas en aras de creencias retrógradas que claman nuestra atención, indolentes hacia muchos de los males que nos siguen asolando. Y es que, a hombres imperfectos, religiones imperfectas.

325/03(03/09/21) Buena adaptación televisiva hecha para el canal Showtime de la popular novela homónima de Jerome Lawrence de 1955, basado libremente a su vez en un hecho real, el llamado ‘Juicio del "Mono’ de Scopes (Tennessee) de 1925 como un medio para discutir juicios de McCarthy de la década de 1950. Obra filmada varias veces, una (que yo sepa) para el cine en 1958, y otras a la pequeña pantalla. Aquí se mantiene fiel a la esencia del relato, en lo que es la eterna batalla entre Fe y Ciencia, entre dogmático fanatismo religioso y la razón, entre creacionismo y evolución darwiniana. Nada nuevo que no se haya visto en las diferentes versiones, no aporta idea alguna nueva, tampoco es que su puesta en escena sea especial, el director Daniel Petrie demuestra ser un funcionario rutinario en su labor (ni tan siquiera es capaz de sacar planos de reacción del jurado, y apenas alguna del público), teniendo una correcta ambientación del tiempo. Al final que queda y destaca son las actuaciones, en este caso los dos antagonistas encarnados el pragmático Drummond y el radical Brady respectivamente por dos Titanes de la interpretación como Jack Lemmon (74 años, murió dos años después del estreno de este film) y George C. Scott (72 años, murió este mismo año 1999, siendo esta su última actuación, que ya había encarnado en 1996 en Broadway al contrario Drummond), resultando un sensacional duelo actoral, las dos carismáticas estrellas nos regalan enfrentamientos cargados de electricidad sugestiva, desde ese delicioso encuentro en el porche de la pensión, dos viejos amigos charlando distendidamente, a como con argumentos cargados de fuerza chocan de modo truculento durante el juicio,

En el original, el título de la película es claro: “El que turba su propia casa heredará viento y el necio será siervo del sabio de corazón." ("El que destruya su propia casa recibirá viento en herencia, y el necio se convertirá en siervo del sabio").

En 1925, un joven maestro, Bertram T. Cates (inane Tom Everett Scott con un rol apenas rozado), fue arrestado en la pequeña ciudad de Hillsboro-Tennessee. Había enseñado a sus alumnos la teoría de la evolución de Charles Darwin, una violación de la ley en Tennessee. Los fanáticos cristianos religiosos, liderados por el reverendo Jeremiah Brown (Lane Smith, tiene su momento cumbre-incendiario en el sermón en la plaza) intentan hacer del proceso un acuerdo con la teoría de la evolución, ya que esto está en contradicción con la historia bíblica de la creación. El fundamentalista y exsecretario de Estado de Estados Unidos, Matthew Harrison Brady (vigoroso George C. Scott), representa la acusación contra Cates. Él ve la lucha como una guerra santa, ya que los niños que creían que descendían de otras formas de vida se comportarían como animales. Llega el reportero EK Hornbeck del "Baltimore Herald" (buen Beau Briges) e informa sobre el juicio. El abogado defensor Henry Drummond (excelso Jack Lemmon) es contratado para Cates. Brady espera con ansias la discusión con el respetado abogado, porque St. George habría matado a un dragón y no derrotado a una libélula. La hija del reverendo Brown, Rachel (cumplidora Kathryn Morris) está enamorada del acusado, lo que le hace tener una agria disputa con su padre.

Me queda un buen rato pasado con dos legendarios actores, y donde siempre es bueno recordar lo peligroso de ser un fundamentalista dogmático que encima pretende los demás lo sean para no razonar. Fuerza y honor!!!

1999: Globos de oro: Mejor actor en una miniserie o película para TV (Jack Lemmon)
1999: Emmy: Nominada a mejor actor (Lemmon) y actor sec. (Bridges)
1999: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a Mejor director (Miniserie/Telefilm)
1999: Sindicato de Actores (SAG): Nom. Mejor actor (Telefilm o Miniserie) (Scott)