1776 (1972)

Un musical completamente desconocido por mi del cual me he llevado una sorpresa más que agradable.
Ambientado en la Declaración de Independencia de Estados Unidos, nos muestra (como en la reciente y aclamada miniserie John Adams) el difícil parto que supone poner de acuerdo a una serie de personas con diferentes intereses.
Bien ambientada, con algunos números musicales realmente bien realizados con complicados planos secuencias y cambios de iluminación dentro del mismo plano y con otros mucho más sobrios e intimistas pero igualmente realizados con muy buen gusto.
No pongo en duda que gran mérito de la película vendría del musical de Broadway pero han sabido dotar a la realización de un estilo propio que demuestra el buen hacer de la misma.
Más detalles que me han llamado la atención, las conversaciones de John Adams con su esposa a través de la neblina de la distancia (un filtro difusor que actúa de viñeteo), las noches americanas muy bien rodadas y un par de secuencias de montaje bastante atrevidas para la época...
En resumen si te gustan los musicales te gustará, si te gusta la fotografía cinematográfica deberías echarle un vistazo aunque sea para observar los cambios lumínicos dinámicos hechos en el ¡¡año 1972!!, si te gusto la miniserie "John Adams" podrás ver no pocos elementos comunes en ambas,... vamos que la recomiendo a ver si se re-descubre una de esas pelis ignoradas por la mayoría (entre la cual me incluía, hasta hoy).

Una forma de hacer interesante e incluso divertida una página más bien árida de la Historia norteamericana. Vale la pena conocer antes de criticar. No apta para no conocedores de la Historia de los Estados Unidos y menos aún para esos fanáticos que tienden a odiar antes que a conocer y a comprender. Vale la pena tener en cuenta que en su tiempo se trataba del sistema político más avanzado y democrático posible y que ha funcionado sin interrupciones durante más de dos siglos, cosa que no puede decirse de ninguna otra forma de gobierno, en el hemisferio occidental o fuera de él. Bien sabe Dios que no es perfecto, pero no hay cosa inventada por el hombre que lo sea y conocer sus orígenes es una buena forma de saber cómo y porqué funciona como funciona.