Alias Jesse James (1959)

Simpática comedia ambientada en el far west, aunque no sea nada del otro mundo.
Y si digo esto es porque he leído por ahí que se trata de una de las mejores comedias de Bob Hope, cosa que una vez vista, la acepto a regañadientes. Personalmente las he visto no mejores, pues esta es más redonda en cuanto a guión que otras, pero sí más divertidas.
Aquí, la primera mitad es una chorradita, aunque es cierto que su tercio final está bien, con buenos gags, sobre todo visuales.
Y lo mejor viene al final, con el tiroteo contra James y sus secuaces, donde recibe la inesperada ayuda de verdaderos héroes, sin él saberlo. Dichos héroes son, entre otros: James Arness, Fess Parker, War Bond, su amigo Bing Crosby, y ¡nada menos que Gary Cooper!. Sorprendente.
Por lo demás, no mucho que destacar, como no sea lo guapísima que sale Rhonda Fleming y la fotografía y el gag del sombrero cada vez que Hope bebe whisky.

Un niño aporrea el piano en una fiesta familiar. Cortesía obliga y el invitado Milford Farsnworth (Hope), un agente de seguros en horas bajas, se acerca a felicitar a la joven promesa, "Es Harry Truman. -Sigue tocando, tú llegarás".
Mira que no nos gustan las comedias ambientadas en el Oeste, y menos las que hemos visto de Hope. Y sin embargo esta cinta resulta divertida.
Sobre todo al comienzo con Jesse James en medio de la Gran Manzana donde se levantan las grandes compañías aseguradoras, el origen de "la gran expansión americana". Expansión que descansa sobre la explotación de sus modestos agentes comerciales, "Sr. Kingsley, si voy al Oeste me expongo a que me asesinen. -No me de falsas esperanzas".
Historia original desarrollada con un excelente guion. Buena realización con acción trepidante que nos lleva a asaltar trenes, al rancho de los James donde campa la madre de familia o a abundantes tiroteos.
Escenas hilarantes como la llegada de Milford a la cantina, "¿Qué va a tomar? -Solo quiero unos informes ... -Aquí solo vendemos licores". Allí actúa la bellísima Coral Lee Collins (Fleming), despampanante.
La obra tira de fina ironía en el fraseado como la citada alusión a Truman y otras por el estilo. "En esta ciudad por matar te echan noventa días, pero por hacer trampas en el juego te fusilan. -Así me gusta, ley y orden". O la conformidad de la madre cuando citan a un duelo a Jesse, "Es su oficio, igual que un médico, cuando lo llaman debe acudir igual de día que de noche".
En lo negativo cierta sobreactuación de Hope. Sobra gesticulación lo mismo que el golpe del sombrero hinchable.
En cualquier caso una película divertida que recomendamos.