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Solo nos queda bailar (2019)

Solo nos queda bailar
113 min.
7,0
3.193
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Sinopsis
Merab lleva ensayando desde que era muy joven en la Compañía Nacional de Danza de Georgia con su pareja de baile, Mary. De repente, su vida da un vuelco cuando aparece el despreocupado y carismático Irakli y se convierte en su rival más poderoso, pero también en su mayor objeto de deseo. En una atmósfera conservadora, Merab se enfrenta a la necesidad de liberarse y arriesgarlo todo en el empeño.
Género
Drama Baile Homosexualidad
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Suecia Suecia
Título original:
Da cven vicekvet (And Then We Danced)
Duración
113 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Suecia-Georgia-Francia;
Links
Premios
2019: 4 Premios Guldbagge (Academia Sueca): incluyendo mejor película. 7 nom.
2019: Premios del Cine Europeo: Nominada a mejor actor (Gelbakhiani)
2019: Festival de Valladolid - Seminci: Mejor actor (Gelbakhiani)
2019: Festival de Sevilla: Premio del Público
2019: Festival de Sarajevo: Competición
7
Esto, maestro, es también “gloriosa danza georgiana”
Aunque haya situaciones problemáticas y condiciones humanas menos convencionales, que podríamos catalogar como complicadas, lo cierto es que no es lo mismo padecerlas en unas u otras partes del mundo. En Georgia, país con unos componentes tradicionalistas y religiosos que justifican los comportamientos homófonos es prácticamente un suicidio salir del armario y los caminos de la liberación, que son los que quiere transitar Merab, están llenos de maleza y zarzas, cuando no directamente de minas anti persona.

El director de orígen georgiano, aunque de nacimiento sueco, nos contaba en la rueda de prensa de esta 64 Seminci, que la idea de la película le surgió hace años cuando un día del orgullo gay una cincuentena de valientes quisieron manifestarse en la capital (Tiflis) y fueron casi linchados por un millar de ortodoxos que arremetieron contra ellos. Él, Levan Akin, desde su confort sueco, consideró que debía apoyar la causa de estos auténticos héroes.

Pero el segundo largometraje de este joven realizador no es tan solo un justo alegato a favor de las distintas orientaciones sexuales, es también un retrato de una sociedad desconfiada, harta de invasiones, que se envuelve en sus tradiciones para defenderse del exterior, porque el miedo y las guerras han acortado sus posibilidades de vuelo, y muchos jóvenes prefieren convertirse en “gordos y borrachos” antes que huir de la grisura a la que conducen la falta de libertad y oportunidades.
Hay que ser fuerte y osado para romper las cadenas y no todos encuentran en la oscura soledad, tras las puertas cerradas, el camino que conduce hacia la luz.

Los actores, novatos los principales, mantienen siempre encendida la llama de la credibilidad.
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42 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
En la danza georgiana no existe la homosexualidad
Con ésta contundente declaración de principios negaron, desde la escuela nacional de danza de Georgia, cualquier tipo de ayuda o colaboración al director sueco de ascendencia georgiana LEVAN AKIN en el rodaje de ésta excelente película que tuvo que ser llevada a cabo entre excepcionales medidas de seguridad por el peligro real que corrían todos los miembros que componían el set de rodaje.

Ayer, después de verla y antes de escribir mi crítica, me dispuse a ver toda la información que circula en internet sobre la homofobia en Georgia y los países europeos más cercanos a la órbita rusa ; Bielorrusia, Armenia, Bulgaria…etc. El resultado fue aterrador, creo que no somos muy conscientes del peligro inminente y real que corre toda la comunidad lgtb en éstos países solo por el mero hecho de visibilizar sus afectos y sus modos de vida en una sociedad donde el 90% se declara abiertamente en contra del colectivo “gracias” a la postura intransigente de la iglesia ultra-ortodoxa, el pensamiento conservador de buena parte de la sociedad, los movimientos ultraderechistas muy arraigados y la inmisericorde propaganda rusa anti-gay representan. Un cóctel siniestro y muy peligroso.

La parte positiva es que se agotaron las entradas en los tres días que duró en cartelera y eso pese a las impresionantes manifestaciones de rechazo en la misma entrada de los cines donde pudo exhibirse en Georgia ésta película pequeña pero deliciosa y muy fácil de ver, aunque dadas las circunstancias creo que su valor es mucho mayor que su indudable calidad artística y la capacidad de su valiente actor-bailarín principal Levan Gelbakhiani, para atrapar nuestra atención desde el minuto uno.

Imprescindible
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39 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
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