Trailer final (ESPAÑOL)
Ver 6 más- Sinopsis
- Cuenta la historia real del joven abogado Bryan Stevenson (Jordan) y de su histórica batalla por la justicia. Después de licenciarse en Harvard, Bryan recibe ofertas de trabajo muy lucrativas. Pero él prefiere poner rumbo a Alabama para defender a personas que han sido condenadas erróneamente o que carecían de recursos para tener una representación legal adecuada, y lo hace con el apoyo de la activista local Eva Ansley (Larson). Uno de sus primeros y más turbulentos casos es el de Walter McMillian (Foxx), que en 1987 fue sentenciado a la pena muerte por el asesinato de una chica de 18 años, a pesar de que las pruebas demostraban ostensiblemente su inocencia. En los años posteriores, Bryan se ve envuelto en un laberinto de maniobras legales y políticas y de un racismo abierto y descarado mientras lucha por Walter y otros como él, a pesar de tenerlo todo en su contra, incluido el sistema legal.
- Género
- Drama Biográfico Basado en hechos reales Drama judicial / Abogados/as Racismo Años 80 Años 90
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 2019 / Estados Unidos
- Título original:
- Just Mercy
- Duración
- 136 min.
- Guion
- Música
Premios
La más que ciega balanza de la justicia.
4 de marzo de 2020
Se equivocan de persona, afirma el personaje interpretado por Jamie Foxx cuando es injustamente detenido. A lo que el policía le replica: "se exactamente qué clase de persona eres". Soy inocente afirma otro condenado, recibiendo por toda contestación: "es igual, si no eres tú, el culpable será otro negro igual que tú". Y la respuesta con la que lidia un tercer procesado es igual de rotunda: "sólo con mirarte tengo la certeza de que eres culpable".
El sistema judicial acaba refrendando esas espontáneas y profundas convicciones policiales porque el racismo trasciende la balanza de la justicia, su principio de que todos son iguales ante la ley. Los despoja (en este caso a los negros o afroamericanos) de su consustancial condición de personas dejándolos sin derechos y situándolos al margen del sistema judicial. A los negros se les aplica otra principio de igualdad muy distinto (no todos los principios de igualdad son iguales), letal para ellos: todos los negros son iguales, distintos e inferiores a los blancos. Así opera el racismo, distorsionando una realidad desde su raíz más profunda. Se les condena por ser negros y la única manera de la que pueden salir airosos es demostrar que son blancos, algo del todo imposible.
Sobre reflexiones parecidas se extiende este contenido y comedido alegato judicial contra el racismo y, en menor medida, también contra la pena de muerte, más centrado en la repercusión a todos los niveles de quienes lo padecen que en los racistas. Estos últimos, por más que se demuestre su absoluta falta de moralidad, su corrupción retorciendo y utilizando a su antojo el sistema judicial para condenar a personas que saben inocentes, apenas son juzgados, su culpabilidad siempre aparece difuminada.
Tiene un punto en común, quizá no suficientemente tratado (spoilers), y más de una referencia a la icónica y excepcional "Matar a un ruiseñor" (Robert Mulligan,1962), ya que se desarrolla en el mismo lugar, en Alabama, aunque unos 50-60 años después, con lo que se pone de manifiesto la gran resistencia del racismo a desaparecer.
Es notable en todos los sentidos, manteniendo el interés y describiendo ordenada y desapasionadamente los hechos en los que se inspira, sin exceso de sentimentalismo, con una excepción, que lejos de perjudicarle le beneficia. Eso sí, es previsible y algo monótona, le falta chispa, especialmente en la construcción de su pareja protagonista, unos abogados presentados con demasiada sobriedad, sin matices cinematográficamente hablando, aunque los siempre excelentes Michael B.Jordan y Brie Larson lo compensen con su particular carisma, Lo que contrasta con los papeles secundarios, algunos de lo más minimalista, mejor construidos y excelentemente interpretados, lo que constituye un gran acierto del director y de los responsables del casting.
El sistema judicial acaba refrendando esas espontáneas y profundas convicciones policiales porque el racismo trasciende la balanza de la justicia, su principio de que todos son iguales ante la ley. Los despoja (en este caso a los negros o afroamericanos) de su consustancial condición de personas dejándolos sin derechos y situándolos al margen del sistema judicial. A los negros se les aplica otra principio de igualdad muy distinto (no todos los principios de igualdad son iguales), letal para ellos: todos los negros son iguales, distintos e inferiores a los blancos. Así opera el racismo, distorsionando una realidad desde su raíz más profunda. Se les condena por ser negros y la única manera de la que pueden salir airosos es demostrar que son blancos, algo del todo imposible.
Sobre reflexiones parecidas se extiende este contenido y comedido alegato judicial contra el racismo y, en menor medida, también contra la pena de muerte, más centrado en la repercusión a todos los niveles de quienes lo padecen que en los racistas. Estos últimos, por más que se demuestre su absoluta falta de moralidad, su corrupción retorciendo y utilizando a su antojo el sistema judicial para condenar a personas que saben inocentes, apenas son juzgados, su culpabilidad siempre aparece difuminada.
Tiene un punto en común, quizá no suficientemente tratado (spoilers), y más de una referencia a la icónica y excepcional "Matar a un ruiseñor" (Robert Mulligan,1962), ya que se desarrolla en el mismo lugar, en Alabama, aunque unos 50-60 años después, con lo que se pone de manifiesto la gran resistencia del racismo a desaparecer.
Es notable en todos los sentidos, manteniendo el interés y describiendo ordenada y desapasionadamente los hechos en los que se inspira, sin exceso de sentimentalismo, con una excepción, que lejos de perjudicarle le beneficia. Eso sí, es previsible y algo monótona, le falta chispa, especialmente en la construcción de su pareja protagonista, unos abogados presentados con demasiada sobriedad, sin matices cinematográficamente hablando, aunque los siempre excelentes Michael B.Jordan y Brie Larson lo compensen con su particular carisma, Lo que contrasta con los papeles secundarios, algunos de lo más minimalista, mejor construidos y excelentemente interpretados, lo que constituye un gran acierto del director y de los responsables del casting.
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41 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 200 palabras... más o menos.
5 de marzo de 2020
Transcurrido un razonable periodo de cuarentena autoimpuesta y recuperado ya de los estragos soporíferos causados por el multi-oscarizado “Parásito” que me dejó para el arrastre, acudo nuevamente a las salas para ver “Cuestión de justicia”, una película que he disfrutado mucho.
Que un joven renuncie a un próspero -y lucrativo- futuro como abogado por ayudar a los más desfavorecidos del sistema legal estadounidense es ya digno de mención; pero si además añadimos unas buenas interpretaciones, diálogos inteligentes y un mensaje esperanzador, contamos con todo lo necesario para disfrutar de un espectáculo francamente entretenido.
El argumento no puede ser más sencillo y la temática ha sido tratada en el cine en múltiples ocasiones, con lo que se vuelve a demostrar que con pocos –pero buenos- ingredientes puede aún cocinarse un magnífico cocido.
Que un joven renuncie a un próspero -y lucrativo- futuro como abogado por ayudar a los más desfavorecidos del sistema legal estadounidense es ya digno de mención; pero si además añadimos unas buenas interpretaciones, diálogos inteligentes y un mensaje esperanzador, contamos con todo lo necesario para disfrutar de un espectáculo francamente entretenido.
El argumento no puede ser más sencillo y la temática ha sido tratada en el cine en múltiples ocasiones, con lo que se vuelve a demostrar que con pocos –pero buenos- ingredientes puede aún cocinarse un magnífico cocido.
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28 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
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