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Una fiesta en Hollywood (1934)

Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Schnarzan (Jimmy Durante), el héroe del cine de aventuras, está siendo cuestionado por sus falsas y ridículas peleas con animales. Cuando se entera de que el Barón de Munchausen y sus leones amaestrados andan de gira por Hollywood, el actor y el productor organizan una gran fiesta a la que invitan al barón para ver si logran convencerlo de que sus leones aparezcan en su siguiente película. (FILMAFFINITY)

Género
Comedia Musical
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Hollywood Party
Duración
68 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
5
¡No más tarzanes contra leones de peluche!
Cuando en las panaderías el pan no vendido se pone duro, ¡claro que no se bota! Se remoja, se azucara, se envina, se amasa de nuevo… y finalmente se convierte en una llamativa clase de tortas, panecillos o pasteles que gustan a mucha gente. En Hollywood también aprendieron que los viejos cortos, las películas que nunca se exhibieron o que no dieron un peso, y los descartes que casi siempre quedan tras la edición de cada nuevo filme ¡tampoco se botan! sino que se archivan muy ordenadito: A: Amanecer, Avión en aeropuerto, Avión volando… B: Baile coreográfico, Baile de salón… C: Canción femenina, Canción masculina… H: Humor-gag, Humor-rutina...

Un día, a comienzos del Cine Sonoro, a alguno de esos Productores que andan buscando el billete por donde se encuentre, se le ocurrió ponerse a chequear parte de ese archivo… a medida que veía, comenzó a seleccionar unos cuantos trozos con bailes, canciones y gags que le resultaron bastante atractivos… se los llevó a su oficina y telefoneó a un guionista de oficio en el Estudio... y cuando éste se presentó, le entregó el material diciéndole: “Necesito que escribas una historia en la que encajen esos trozos de película. Te espero con ella dentro de tres días a esta misma hora”.

En términos semejantes, comenzaron a surgir películas como “Hollywood review of 1929”, “Rhythm parade”… y entre otras, “UNA FIESTA EN HOLLYWOOD”, en las que, la mayoría de las veces, el director (o directores) encargados de armarlas y completarlas, ni siquiera admitían que se incluyera su nombre en los títulos de crédito, pues les daba pena del escaso ejercicio que tenían que hacer durante tales rodajes. Eran filmes de rutina que no conseguían pasar de simpáticos y que apenas servían para complementar una matiné doble de domingo.

Estando al servicio de la MGM, al director polaco Richard Boleslawski, le tocó en suerte encabezar el ejercicio de este estilo que significó “UNA FIESTA EN HOLLYWOOD”, y lo peor de todo es que debió soportar que -además de los descartes que se veía obligado a incluir-, buena parte de lo que debía rodarse se le asignó a otros notables directores, a los que se llamó en momentos “de ocio”, para que se ocuparan de aquellas situaciones en las que se les consideraba especialistas. Así, George Stevens es encargado de la rutina entre Laurel & Hardy y Lupe Vélez (el cual resulta sin duda el mejor momento de la película). Allan Dwan asume la escena introductoria y la de cierre… y habrá lugar para Edmund Goulding, Roy Rowland, Sam Wood… y hasta para Walt Disney, con un corto a color titulado “The hot choc-late soldiers”, el cual solo logró incluirse en 1992, pues hubo problemas con la tramitación de derechos.

La historia no reclama quemarse los sesos, pues es tan ligera como un pañuelo de seda: Un héroe del cine de aventuras, Schnarzan (cualquier parecido con el Tarzán de la Metro es intencional), representado por ¡Jimmy Durante!, está siendo cuestionado por sus peleas con leones de peluche, y entonces, en complicidad con su jefe, éste arma una gran fiesta en el Hotel Hollywood, a la que invitará al Barón Munchausen (¿?) y sus leones amaestrados, con la esperanza de convencerlo de que se los facilite para su próxima película. En la fiesta habrá algunos rostros conocidos: Los tres chiflados, Robert Young, Polly Moran, Georges Givot… y por supuesto, la sensual Lupe Vélez y los encantadores Laurel & Hardy. Todos ellos harán de las suyas para nuestro desigual beneplácito.

Así, “UNA FIESTA EN HOLLYWOOD”, es la suerte de película para ver cuando necesites una que otra sonrisa... pero no muchas sonrisas.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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