Dillinger y Capone (1995)

Partiendo de una interesante premisa, como es que al que asesinaron en el cine Biograph en julio de 1934,, al ser traicionado por la mujer de rojo, no era John Dillinger, sino su hermano (realmente al desaparecer su cadáver, se especulo que en realidad estaba vivo, reconvertido en granjero y disfrutando de sus ganancias como atracador) y que al saberlo Al Capone le saco de su retiro para dar un golpe, Roger Corman puso en marcha esta película dirigida por el desconocido John Purdy (al menos para mí), en la que se nos muestra, primero la recreación del asesinato de un tipo, que a tenor de los datos históricos y debido a las circunstancias (FBI, mujer de rojo, cine Biograph) debería de ser John Dillinger y luego la salida de la cárcel en 1939 de un esquizofrénico Capone (F. Murray Abraham pasado de rosca) con signos evidentes de tener sus facultades mentales alteradas a causa de la sífilis (dato verídico y que aquí se nos cuenta en boca de un periodista al explicar a un compañero la violenta reacción de Capone, al intentar entrevistarle a la salida de la cárcel).
A partir de aquí saltamos a 1940, donde vemos al mismo tipo que estaba como espectador de la muerte del supuesto Dillinger en el cine Biograph el día de autos (Martin Sheen), como al autentico Jonn Dillinger viviendo bajo otra personalidad, como un granjero en compañía de su mujer y un hijo, que se ve obligado a huir de nuevo, tras escapar a punta de pistola de una encerrona que le habían preparado agentes del FBI en un restaurante y al regresar a su casa no están su mujer e hijo, encontrando una nota con una dirección de Miami.
Todo esto a modo de presentación en los primeros 18 minutos de metraje, a partir de aquí y como consecuencia del chantaje que le hace Capone para que le ayude a dar un gran golpe, a cambio de la vida de su mujer e hijo, (a los que tiene secuestrados) y de Dillinger reuniendo a su antigua banda mientras el FBI le sigue los pasos, tenemos un entretenido y violento thriller, con un (aunque algo demencial) buen guion, una notable fotografía (recuerda a las producciones AIP de los 70) y un buen trabajo actoral por parte de las estrellas de la función (Martin Sheen y F. Murray Abraham), en el que el resto de los actores cumplen más que dignamente.
En resumen, entretenida y recia película con aroma a Corman por los 4 costados.
Recomendable.