Trailer (ESPAÑOL)
Ver 5 más- Sinopsis
- Rand (Hoyt Axton) es un viajante que un día regala a su hijo Billy (Zach Galligan) una tierna y extraña criatura, un mogwai. El inocente regalo, sin embargo, será el origen de toda una ola de gamberradas y fechorías en un pequeño pueblo de Estados Unidos. Todo empieza cuando son infringidas, una tras otra, las tres reglas básicas que deben seguirse para cuidar a un mogwai: no darle de comer después de medianoche, no mojarlo y evitar que le dé la luz del sol. (FILMAFFINITY)
- Género
- Fantástico Comedia Terror Comedia juvenil Comedia de terror Navidad Monstruos Película de culto
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1984 / Estados Unidos
- Título original:
- Gremlins
- Duración
- 111 min.
- Guion
- Música
"Buenas dosis de humor y algunas referencias cinéfilas para una entrega fantástica, divertida y sumamente comercial"
Fernando Morales
[Diario El País]
11
8
Positiva
1
Neutra
2
Negativa
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Políticamente incorrectos
3 de septiembre de 2008
Macarras, gamberros, irreverentes, divertidos, desenfrenados, alborotadores, desvergonzados y, sobretodo, entrañables.
Pero además de resultar unos monstruitillos con tanto encanto como gracia, los Gremlins marcaron una época, que vendría precedida por Critters, Ghoulies, Hobgoblins y otro puñado de terroríficos bicharracos despilfarrados entre las más míticas sagas de serie B (e incluso Z) con un simple cometido: Divertir.
Y vaya si lo consiguieron, no sólo gracias a la inteligencia de Spielberg en dar, como no, el enfoque idóneo en el momento más adecuado como ha hecho a lo largo de su prolífica carrera como productor, sino también a la pericia de Joe Dante, otro de esos tipos que, como las mismísimas criaturas que engendró, ha sabido cuando debía tomarse a si mismo en cachondeo, y ha ofrecido así grandiosos momentos del celuloide más socarrón y descacharrante.
En "Gremlins", lo que empieza siendo el descubrimiento de uno de los bicharracos más encomiables que ha dado este tipo de cine, Gizmo, termina desembocando en una desenfadada espiral de incidentes, gracietas y porretazos que le da, nada más y nada menos, la forma adecuada a una de esas películas que tantos buenos recuerdos traen.
Porque a día de hoy, podrán invadirnos extraterrestres o mutantes, darnos por saco cocodrilos de dentaduras inmensas, joder la marrana serpientes kilométricas o machacarnos con psychokillers de medio pelo, que jamás conseguirán lo que se logró con "Gremlins": Atemorizar y divertir premeditadamente a una generación, y es que, ¿puede haber algo más terrorífico que un bicho que, al sentirse húmedo, se transforme? Yo soy de la opinión que no.
Pero además de resultar unos monstruitillos con tanto encanto como gracia, los Gremlins marcaron una época, que vendría precedida por Critters, Ghoulies, Hobgoblins y otro puñado de terroríficos bicharracos despilfarrados entre las más míticas sagas de serie B (e incluso Z) con un simple cometido: Divertir.
Y vaya si lo consiguieron, no sólo gracias a la inteligencia de Spielberg en dar, como no, el enfoque idóneo en el momento más adecuado como ha hecho a lo largo de su prolífica carrera como productor, sino también a la pericia de Joe Dante, otro de esos tipos que, como las mismísimas criaturas que engendró, ha sabido cuando debía tomarse a si mismo en cachondeo, y ha ofrecido así grandiosos momentos del celuloide más socarrón y descacharrante.
En "Gremlins", lo que empieza siendo el descubrimiento de uno de los bicharracos más encomiables que ha dado este tipo de cine, Gizmo, termina desembocando en una desenfadada espiral de incidentes, gracietas y porretazos que le da, nada más y nada menos, la forma adecuada a una de esas películas que tantos buenos recuerdos traen.
Porque a día de hoy, podrán invadirnos extraterrestres o mutantes, darnos por saco cocodrilos de dentaduras inmensas, joder la marrana serpientes kilométricas o machacarnos con psychokillers de medio pelo, que jamás conseguirán lo que se logró con "Gremlins": Atemorizar y divertir premeditadamente a una generación, y es que, ¿puede haber algo más terrorífico que un bicho que, al sentirse húmedo, se transforme? Yo soy de la opinión que no.
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103 de 118 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquellos maravillosos sábados.
23 de marzo de 2008
Los niños que crecimos en los 80 conocimos algo que los niños de hoy han abandonado al sucumbir a la adicción de las consolas, artefactos tan letales como egoístas. Los niños de los 80 conocimos el valor de la amistad. Todas las tardes al salir del cole, llenábamos las calles y los parques y hacíamos de nuestro pueblo, de nuestro barrio, de nuestra ciudad un efímero y maravilloso País de Nunca Jamás donde reinaban cosas tan sencillas como las canicas, la peonza, o las piernas de alguna niña en minifalda que saltaba a la comba. Pero además de todo esto fue una parte muy importante de nuestro crecimiento una serie de películas inolvidables que nos acompañaron durante esos años. Aquellos sábados por la tarde cuando nuestro habitual campo de juegos se quedaba vacío porque todos estábamos en el cine. Todas las pandillas (enormes pandillas de 15, 20, 30 amigos...), la chica que te gustaba, el hermano mayor que ya había besado y se sentaba en la última fila con su primer amor. Cuando se apagaban las luces no había nada mejor que dejarse llevar y soñar con Gizmo, la mascota que siempre quisimos tener, con Indiana y su látigo infalible, con pandillas, tan iguales a la nuestra, que vivían la más extraordinaria de las aventuras entre bandidos, tesoros escondidos y piratas, con seres del espacio que nos harían reír y llorar, con un joven Sherlock Holmes que era en realidad un espejo de todos nosotros, con ...
Y es que estas líneas al fin y al cabo podrían servir tanto para hablar de los Gremlins como de Indiana. O de E.T y de Los Goonies. O del Secreto de La Pirámide. O de Regreso al Futuro. O de Golpe en la Pequeña China. O de Cortocircuito. O de ... ....
Dicen que bajo la nostalgia se esconde la tristeza. Tal vez, pero esto no es nostalgia, solo son recuerdos. Recuerdos de una época maravillosa, gracias a aquellas piernas que se enredaban en la comba pero también gracias al cine.
https://corazonesenelprecipicio.blogspot.com
Y es que estas líneas al fin y al cabo podrían servir tanto para hablar de los Gremlins como de Indiana. O de E.T y de Los Goonies. O del Secreto de La Pirámide. O de Regreso al Futuro. O de Golpe en la Pequeña China. O de Cortocircuito. O de ... ....
Dicen que bajo la nostalgia se esconde la tristeza. Tal vez, pero esto no es nostalgia, solo son recuerdos. Recuerdos de una época maravillosa, gracias a aquellas piernas que se enredaban en la comba pero también gracias al cine.
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