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Casbah (1948)

Casbah
94 min.
5,7
116
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Sinopsis
En la casbah de la ciudad de Argel vive refugiado y protegido por los habitantes del barrio Pepe Le Moko, un francés que se dedica al trapicheo de objetos robados... (FILMAFFINITY)
Género
Musical Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Casbah
Duración
94 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1948: Nominada al Oscar: Mejor canción
6
Interesante obra menor que suma elementos de cine negro y de musical
Dirigida por John Berry, es la tercera adaptación al cine de la novela "Pepe Le Moko", de Henri La Barthe. La primera, "Pepe Le Moko" (1937), fue realizada por Julien Duvivier y la segunda, "Argel" (1938), por John Cronwell. Se rodó en exteriores de Argel (Argelia) y en plató.

La acción principal tiene lugar en la casbah, antiguo recinto amurallado de Argel, en 1946/47, a lo largo de unas semanas. Narra la historia de Pepe Le Moko (Tony Martin), francés refugiado en las casbah de Argel para evitar la prisión, donde lidera el crimen y el robo, protegido por los habitantes del lugar a los que proporciona ocupación e ingresos. La policía no puede sacarlo de la "casbah", dadas las complicidades con las que cuenta. El inspector de la policía Slimane (Peter Lorre) urde un plan para que abandone su refugio por propia voluntad.

La película es una obra de robos y crimen, amenizada con algunas canciones que la convierten en un pequeño musical a la manera de "Luz en el alma" (1944), de Siodmak. Muestra el tipismo pintoresco de un antiguo barrio colonial, en el que impera la pobreza, el paro, la subocupación, la criminalidad y la animación de la vida nocturna, con bailes folclóricos y actuaciones eróticas. Es interesante la imagen que ofrece del primer turismo de Posguerra, de elevada capacidad adquisitiva, que viajaba vestido de modo impecable, elegante y con joyas, a diferencia del turismo del XXI, de indumentaria desaliñada. La tensión dramática se apoya en la fuerte posición del protagonista, su invulnerabilidad y su amor por Inez (Yvonne de Carlo), mujer inteligente y práctica. Las cosas cambian cuando conoce a una joven nórdica, de belleza espléndida, Gaby (Marta Toren), amante de Claude (Herbert Rudley), de la que se enamora perdidamente. A ello se añade el deseo de salir de la "casbah" donde, a pesar de su libertad de movimientos y lo lucrativo de sus actividades delictivas, se siente presa de sentimientos de claustrofobia. Es interesante el duelo que se establece entre la fuerza de Le Moko y la inteligencia sutil y maliciosa del inspector Slimane. Un segundo duelo, entre la experta Inez y la inocente Gaby, pone de manifiesto las debilidades de Pepe Le Moko, movido más por la pasión que por la cautela.

La música ofrece fragmentos ambientales de música argelina y bereber, a la que añade composicines occidentales de baile y canciones originales como "For Ever Man There's A Woman", nominada al Oscar. La fotografía combina realismo y referencias expresionistas (sombras), en el marco de una acertada ambientación. El guión desarrolla una historia dramática, de crímenes y amor, interesante y sugestiva, aunque de inspiración limitada. La interpretación de Peter Lorre, en un papel poco habitual en él, es excelente. Marta Toren, actriz nórdica, hace su debú en el cine americano. La dirección muestra sus dotes de buen artesano.

La película es una interesante y entretenida obra menor de cine negro y canciones.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La fortaleza y el amor
El cuento es algo paradójico: El ladrón de joyas, jugador y mujeriego, Pépé le Moko, conserva su seguridad viviendo en La Casbah (del árabe القصبة kasbah=ciudadela, un recinto fortificado que, en español, se conoce también como alcazaba), pero, aunque aquí es libre, ya que ni siquiera la policía consigue detenerlo mientras permanezca dentro de sus linderos, pues, cuenta allí con unos 50 mil colaboradores, también es un prisionero, pues, no puede acceder al resto del mundo, teniendo que permanecer entre su sitio de residencia, el bar de Inez, su paciente enamorada, o el cabaret de Odette, un lugar que ofrece fiesta y baile, pero sin grandes atractivos.

Pero, será necesario que a la vida de Pepe llegue la turista Gaby -una rara y sugestiva belleza nórdica, comprometida en matrimonio con un hombre que le está dando todo, pero que no le despierta amor- para que, por fin, se dé cuenta de la gran prisión que resulta la Casbah. Desde entonces, la tentación de salir de allí será el anhelo de cada día… y para el inspector Slimane, esta es la ocasión que tanto ha esperado y está dispuesto a alimentarla a como dé lugar.

Tomando como punto de partida la novela, “Pépé le Moko”, que Henri La Barthe (bajo el seudónimo Détective Ashelbé) publicara en 1931, esta es la tercera ocasión en que el cine se ocupa de una historia de amor que, en lo personal, sigo contándola entre las más bellas que hayamos podido ver cuando, con el título original, la dirigiera Julien Duvivier en 1937. Después, Hollywood se interesó en ella, pero, la versión de John Cromwell (“Algiers”, 1938), es una apagada copia al carbón de la de Duvivier, cambiando únicamente los actores y un poquito el final… sin fortuna alguna.

Diez años más han pasado, y es ahora, la productora Universal, la que considera que, el auge que viene teniendo el género musical, hace posible recuperar esta bellísima historia de amor y convertirla en un drama detectivesco semi-musical. Leslie Bush-Fekete y Arnold Manoff se encargaron de la adaptación de la novela y el timón se lo dieron a John Berry, el cual también se cuidaría de no alejarse demasiado de la versión de Duvivier, pues, seguramente como nosotros, también creía que su versión es impecable.

El primer acierto es el reparto: Tony Martin, resulta bastante carismático y viril. Yvonne de Carlo, encaja perfecto como la bella muchacha árabe que siempre aguarda con paciencia a su enamorado. Märta Torén nos conmueve con su entrega y su calidez, sobre todo cuando sabemos que, esta joven actriz sueca, fallecería al cumplir ¡tan solo 30 años! a consecuencia de una hemorragia cerebral cuando intentaba triunfar en su propia tierra como actriz de teatro… y Peter Lorre, magnífico como el flemático inspector que aguarda con paciencia y con sapiencia a que un día llegue la oportunidad que, sabe, que llegará.

Todo luce muy bien… excepto lo musical: Un par de bailes que tan sólo sirven para mostrar lo mal que se divierte el enclaustrado Pepe, y varias canciones que, con muy buena voz interpreta Martin, pero, les falta pega como para que consigan atraparnos.

Con todo, “CASBAH” es una película que se deja ver y una historia de amor que siempre se recordará.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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