arrow

Dios perdona,¡Yo no! (1966)

Dios perdona,¡Yo no!
120 min.
6,1
422
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Disponible en:
free
Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
La banda de El Chuncho asalta un tren y roba un cargamento de armas con la intención de vendérselas a los revolucionarios de "El General". Después de ayudar a los forajidos, un pasajero norteamericano se une a ellos y participa en sus ataques contra el ejército mexicano. Entre el Chuncho y el gringo se establece una extraña amistad. (FILMAFFINITY)

Título en Latinoamérica: "Dios perdona... ¡yo no!". (FILMAFFINITY)
Género
Western Spaghetti Western Revolución Mexicana
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Italia Italia
Título original:
El Chuncho, quien sabe?
Duración
120 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
6
¡Que Viva Mexico, cabrones!
Las prisas, la escasez de medios y el dudoso talento de muchos de sus asiduos hicieron del spaghetti-western un subgénero habitualmente mediocre, arquetípico y chabacano. Al margen de la excepcional obra de Leone, la mayoría de eurowesterns que vieron la luz entre los sesenta y los setenta constituyen productos difícilmente defendibles para cualquier amante del género con un mínimo de sentido común... y sensibilidad.

Consciente de tan infranqueable obstáculo, la benévola mirada del adicto al spaghetti pugna por hallar -entre toneladas de prosaico material- cualquier joyita que le permita sacar pecho sin titubear. Afortunadamente, “El Chuncho, ¿Quién sabe?” aka “Yo soy la revolución” forma parte de ese selecto grupito de spaghetti ‘emparedados’ entre los míticos títulos de Leone y el resto.

Damiani nunca fue un director de postín, pero su peli no defrauda en absoluto y constituye una magnífico testimonio de las constantes básicas que hicieron del spaghetti un producto de consumo rápido, modesto y popular: estética feísta, amoralidad, algo de humor, cierta violencia física y verbal... Para ello contó con la inestimable banda sonora de Bacalov (asesorado por Morricone) y un elenco de actores, si bien no extraordinario, sí bastante digno (Gian Maria Volonté, Klaus Kinsky, Jaime Fernández, Joaquín Parra...) en el que el inefable Lee Van Cleef hubiera encajado estupendamente interpretando al perverso y atildado gringo encarnado por Lou Castel.

Cierto es que la peli de Damiani evidencia notables agujeros en el guión (o en el montaje) y que ciertas situaciones puedan parecer al espectador neófito ciertamente ingenuas, o incluso grotescas. Sin embargo, de lo que estoy completamente seguro es que el gran culpable del éxito de “Yo soy la revolución” es Gian Maria Volonté. El italiano se carga la peli a sus espaldas mediante una magnífica interpretación que supuso el nacimiento de una figura legendaria: el Chuncho. Uno de los pendencieros más simpáticos y entrañables del western europeo.
[Leer más +]
27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Casi, casi.
Un título mítico para todos aquellos que nos sentimos a gusto en ese submundo a veces ingrato y otras sublime que son los spaghetti-western. “Yo soy la revolución” es un clásico dentro de este universo, aunque con el corazón en la mano, todos sabemos que es una película desaprovechada.

Era un proyecto que tenía francamente todo, porque tiene un presupuesto por encima de lo normal en este tipo de producciones, duración más larga, un buen argumento, un elenco de actores de lo mejorcito del gremio, los mejores técnicos del momento... Estamos hablando de una película de clase alta dentro del spaghetti, y eso siempre se celebra teniendo en cuenta que los medios que disponían la mayor parte de estos filmes eran muy limitados.

Pero hay dos impedimentos que hacen que “Yo soy la revolución” no sea verdaderamente grande, una es el papel interpretado por Lou Castel, un actor que quizás valga para cine independiente europeo, pero no para villano de una historia como esta. Con un Lee Van Cleef imagínense lo que la película hubiera ganado. Y en este tipo de obras para como en el cómic, la importancia del héroe y la del villano tiene que ser pareja y aquí Gian Maria , no tiene un opositor de nivel y la película queda coja.

El otro punto es la dirección de Damiano Damiani, que no es precisamente memorable, no le interesó mucho nunca este tipo de películas, prefería los dramas políticos, por eso aquí intenta profundizar en la parte más revolucionaria del argumento, restándole verdadero espíritu de género.

Uno piensa en Sergio Leone haciéndose cargo de este proyecto y no cabe duda que hubiéramos tenido un trabajo notabilísimo, con Damiani sólo tenemos un spaghetti, que es aunque inexcusable su visionado, no termina de satisfacer los estómagos más sibaritas de este maravilloso mundo del western.

Nota: 6,4.
[Leer más +]
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Dios perdona,¡Yo no!
Fichas más visitadas