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El amor al terruño (1945)

El amor al terruño
92 min.
6,9
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Sinopsis
Sam Tucker, un esforzado jornalero del algodón que sueña con un futuro mejor para su familia, consigue tener su propia plantación, pero habrá de enfrentarse a un clima implacable, a una inesperada enfermedad y a la hostilidad de sus vecinos. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Drama sureño Pobreza
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Southerner
Duración
92 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1945: 3 nominaciones al Oscar: Mejor director, bso (drama o comedia), sonido
1946: Festival de Venecia: León de Oro - Mejor película
1945: National Board of Review (NBR): Mejor director, Top 10 mejores films del año
8
¡QUÉ DUROS SON LOS INICIOS DE QUIENES SE DEDICAN A LA AGRICULTURA!
Sam Tucker (Zachary Scott) es un obrero del algodón en EE.UU. que trabaja para una gran compañía algodonera, está casado con Nora (la bellísima Betty Field), con dos hijos pequeños, una niña y un niño, además de estar a cargo de su anciana abuela. Con prospectiva de mejorar en la vida compra un pequeño terrero junto a un río, que incluye una casa de madera vieja y casi en ruina, deseando empezar como agricultor por cuenta propia y jefe de sí mismo. A este nuevo lugar y hogar se traslada con toda su familia y desde su llegada ha de luchar con enormes dificultades, empezando por un vecino agricultor de terrenos colindantes quien le recibe de manera muy desagradable y poco amistosa, además del hambre que todos ellos tienen que pasan sin apenas tener qué llevarse a la boca mientras Sam y su esposa Nora preparan la tierra para sembrarla y que ésta dé su primera cosecha y ganancias.

En definitiva una película que describe lo durísima que es la vida y el oficio de agricultor, donde se nos muestra como además esta gente depende en gran parte de la suerte o como se presenten anualmente los elementos atmosféricos, pues unas lluvias fuertes puede acabar en una sola noche con una temporada de siembra cuando ésta quizás promete mayor rentabilidad.

El filme tiene su encanto y también su sabiduría: por ejemplo, mientras esta familia de agricultores espera su primera cosecha el cabeza de la misma sólo puede conseguir carne de pequeños animales que caza, en consecuencia los niños pronto enferman de fiebres que en la zona llaman de "fiebre de primavera"; pero cuando la madre lleva al médico del pueblo más cercano a su hijito menor gravemente enfermo, el galeno le dice que él poco puede hacer recetándole medicinas de farmacia, que lo que tienen que darle a comer al pequeño son verduras y leche, que con esos alimentos sanará rápido. Efectivamente, hoy en día sabemos que es así, máxime cuando se trata de niños, sobre todo comer habitualmente verduras es el mejor basamento para mantener el organismo con fuertes defensas internas y en un rítmico equilibrio de salud a lo largo y ancho de los años que nos toquen vivir.

Para finalizar decir, que de todos los actores participantes en esta película la más sobresaliente y destacada es la veterana actriz Beulah Bondi, que borda aquí su papel de abuela protestona, quejica y capaz de generar momentos de sonrisa en medio de una constante historia de dureza y obstáculos existenciales. Ella ya era una actriz secundaria famosa, la primera nominada a un Oscar de Hollywood, que había participado en películas tan importantes como "Qué bello es vivir" (Frank Capra, USA 1946), donde hizo el papel de "Mrs. Bailey".

Fej Delvahe
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21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Memorias de familia
Tercer largometraje de los cinco que Jean Renoir realiza en EEUU. El guión, del propio Renoir, desarrolla la adaptación escrita por Hugo Butler de la novela “Hold Autumn in Your Hand” (1941), de George Sessions Perry. El guión contiene algunas intervenciones de dos reconocidos escritores del sur de EEUU, William Faulkner y Nunnally Johnson, no acreditados. Se rueda con un bajo presupuesto en escenarios naturales y en pleno campo, salvo breves tomas filmadas en los platós de General Service Studios (Hollywood). Es nominado a 3 Oscar (director, música y sonido). Producido por David Loew y Robert Hakim para United Artists, se estrena el 30-IV-1945 (EEUU).

La acción dramática tiene lugar en la localidad algodonera de San Pedro (Texas), próxima al río San Joaquín, a lo largo de un año (1938 o 1939) de la Gran Depresión. El jornalero Sam Tucker (Scott), su esposa Nana (Field) y sus hijos Daisy y Jotty (Gilpin), conviven con la abuela paterna de Sam (Bondi) y el hermano del padre, el tío Pete (Burns). Tras el fallecimiento de éste, deciden alquilar una finca de 27 Ha. para trabajar por cuenta propia y cultivar sus propias cosechas. Sam es inteligente, consciente, resuelto y bondadoso. Nana es sufrida, laboriosa y cariñosa. La abuela es gruñona.

El film desarrolla un drama rural y familiar, que suma realismo y humor, de acuerdo con las constantes de Renoir. El realismo sirve para construir un emotivo retrato de la pobreza y precariedad de recursos de los arrendatarios, aparceros y pequeños propietarios de tierras de cultivo en los años de la Gran Depresión. Se ven sometidos a las inclemencias del tiempo, la escasez de alimentos y abrigo, pérdidas de cosechas a causa de tempestades e inundaciones, la insolidaridad de los vecinos, precios bajos de venta a los mayoristas y elevados costes de las materias primas y bienes intermedios (productos fitosanitarios, extinción de plagas...), jornadas prolongadas de trabajo desde el alba hasta el anochecer, tareas que requieren esfuerzo físico, enfermedades específicas, como la pelagra, enfermedad de primavera o escorbuto, que afecta a Jotty, y otras calamidades. Compone un retrato veraz y entrañable, de trazos cálidos, cargados de sentido humanista y de interés por el ser humano.

El humor, abundante y festivo, se apoya en lances de la acción y, sobre todo, en personajes caricaturescos, como los de Beulah Bondi (la abuela) y Norman Lloyd, o ariscos y malhumorados, como los del vecino Devers (Naish) y su sobrino Finlay (Lloyd). Explica cómo se reflejan en las tareas agrícolas las estaciones del año, con una etapa invernal sin rendimientos, que se ha de dedicar a la pesca y a la caza, en espera de los primeros frutos de la primavera. Las penurias del invierno se ejemplifican con la pesca del barbo (pez comestible de río poco estimado) y la caza de la zarigüeya (pequeño marsupial propio del Continente americano).
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16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
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