Una tumba para el Sheriff (1965)

La primera escena ya es premonitoria. Una veintena de bandidos persigue a galope tendido una modesta caravana que nunca parecen alcanzar. Cuando al final lo hacen, "¡Tatarataratariiii!" Llega de repente todo un escuadrón de Caballería del que escapan los malvados como si nada.
Unos carteles, "Wanted. Lupe Rojo. 5.000 $" Es el jefe de los malos que, encima, son tan desgraciados que su lugarteniente, Jerry (Dominici), tiene que pedirle 20 $ a la madame para echarse un trago.
Y en estas llega el consabido pistolero solitario de oscuro pasado, Joe Logan (Teffé). Pronúnciese "Yoe", porque el doblaje también se las trae. Silencio en el saloon, el de la barra seca el vaso con un trapo, la buscona se acerca, suena la pianola y se animan las coristas en el escenario.
Western madrileño con todos los tópicos del género presentados de cualquier manera.
No existe guion sino una sucesión de escenas mal trabadas. Frases tipo: "¿Por qué no guardas la artillería, Pequeña, podrías hacerte daño?", o "No puedes escapar Murdock, te mataré como a una rata".
En fin, por no haber no hay ni tumba y casi ni sheriff hasta muy al final.
Se salvan los exteriores de la sierra madrileña y la interpretación de Braña y otros actores de reparto.
Cinta floja poco recomendable.