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Las aventuras de Sherlock Holmes y el Doctor Watson: El perro de los Baskerville (Miniserie de TV) (1981)

Las aventuras de Sherlock Holmes y el Doctor Watson: El perro de los Baskerville (Miniserie de TV)
151 min.
7,0
95
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Sinopsis
Tercera miniserie del "Sherlock Soviético", compuesta por dos episodios y basada íntegramente en "El Mastín de los Baskerville". (FILMAFFINITY)
Género
Serie de TV Intriga Crimen Sherlock Holmes Perros/Lobos Miniserie de TV
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Unión Soviética (URSS) Unión Soviética (URSS)
Título original:
Priklyucheniya Sherloka Kholmsa i doktora Vatsona: Sobaka Baskerviley
Duración
151 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Sherlock Holmes Adaptaciones de Arthur Conan Doyle
Links
7
Un Sherlock soviético.
426/35(29/12/20) Buen acercamiento a uno de los relatos más famosos del escocés Arthur Conan Doyle sobre la figura del detective más famoso de todos los tiempos, Sherlock Holmes con su acólito Dr. Watson, para muchos la mejor adaptación del relato, tercera novela de Doyle que tiene como protagonista principal a Sherlock Holmes, publicada por entregas en el The Strand Magazine entre 1901 y 1902 (Algunos elementos de la historia fueron inspirados por una estancia en el Real Links Hotel en Cromer, donde Conan Doyle oyó hablar por vez primera de la historia del Black Shuck, el perro fantasma de la zona de Cromer, que se dice que camina entre Overstrand en el este y East Runton en el oeste). Esta adaptación pertenece a una serie soviética (¿?), compuesta por cinco partes estrenadas entre 1979 y 1986, cada una en dos episodios, excepto la segunda se compone de 3, todos ellos dirigidos pro Igor Malesnnikov. En este4 caso fue el tercer capítulo, con un metraje dividido hora y cuarto de dos episodios, por lo que se dice (no he leído el libro) bastante fiel a la novela, protagonizada por Vasily Livanov, que se dice es una de las mejores encarnaciones del mítico personaje Sherlock Holmes (y eso que ha sido embestido por decenas de actores a lo largo de la Historia del Cine), tanto que en el 2006 le fue concedida la Orden del Imperio Británico por ella. Margaret Thatcher, la entonces Primera Ministra de Gran Bretaña, calificó esta como la mejor película de Sherlock Holmes que había visto en su vida, y el director Maslennikov recibió a pesar de la "guerra fría", una carta de elogio de la hija de Sir Arthur Conan Doyle. Íntimo amigo de Vitali Solimin, que da vida a su icónico compañero Dr. Watson, una estatua de ambos como Holmes y Watson fue erigida en el 2007 junto a la embajada británica en Moscú. Entre los secundarios destaca el también director Nikita Mikhalkov como sir Henry Baskerville. Un relato que a pesar de su protagonista Sherlock Holmes, este desaparece durante más de la mitad del metraje de escena, quizás porque, como he leído, Doyle estaba ya cansado del personaje, incluso lo había matado en “El problema final” (1893), y por la presión popular lo ‘resucitó’. Por lo que su ausencia es cubierta con aplomo y carácter afable por el Dr. Watson, sin la capacidad deductiva de su amigo, pero sabiendo hacer de nuestros inocentes ojos en este puzle de piezas extrañas donde todos pueden tener motivos para ser el ‘culpable’. Ello con una ambientación notable, desde esa recreación victoriana del Londres victoriano en el barrio antiguo de Riga (Letonia), para luego pasar a reflejar los prados áridos de Dartmoor en Devon entre los alrededores de San Petersburgo y Tallin (Estonia), ello con unos decorados genuinos y vestuario estupendo, donde se da cancha a las actuaciones para que den lo mejor de sí.

La historia arranca en los páramos de Dartmoor en Devon donde Sir Charles Baskerville muere en extrañas circunstancias, su heredero canadiense Henry Baskerville (Nikita Mikhalkov) que viene a Inglaterra para tomar posesión de la propiedad. Sin embargo, el médico de Sir Charles, el Dr. Mortimer (Evgeny Steblov), teme el anciano haya sido asesinado y que de alguna manera esté relacionado con una antigua leyenda de una bestia con forma de perro que deambula por los páramos y atormenta a la familia Baskerville. Quién mejor para investigar tal fenómeno y la posible amenaza a la vida del nuevo Sir Baskerville, que el famoso detective Sherlock Holmes y su fiel compañero, el Dr. Watson.

Aquí el protagonista es Vitali Solimin dando vida al Dr. Watson, es el que investiga in situ, él es nuestros ojos cándidos en este inhóspito escenario poblado de personajes extraños, donde todos parecen tener secretos que guardar celosamente. Watson también deberá ser el guardaespaldas de Henry, este un tipo extrovertido, borrachín, hedonista, encarnado por Mikhalkov con enorme sentido de bon vivant.

La investigación se lleva a cabo por Watson de modo sereno, dando pie a que los diferentes roles tengan su espacio para exhibir fondo, goteando el metraje de elementos de misterio, entrecruzándose hipótesis. Todo esto desembocando en el rush final trepidante tras la reaparición de Sherlock Holmes, que llega para unir las piezas, ello con la piedra filosofal de un cuadro. Ello con esa figura totémica de terror que cual aura maligno sobrevuela la noche, el Perro de los Baskerville, una bestia que se sugiere cual tiburón en la spielbergiana “Jaws”, para que sea el espectador en su subconsciente el que atomice el horror del monstruo. Todo coronado en una inquietante persecución por entre la niebla de los pantanos traiciones de la región. Así como ingenioso el epílogo en que Sherlock y Watson deconstruyen los hechos y ante las lagunas Sherlock apostilla un ‘No sé, Watson’, dejando un halo de realismo en que los misterios siempre dejan algún cabo suelto.

Destacable en el apartado técnico es la notable cinematografía de Dmitri Dolinin y Vladimir Ilyin (supongo se repartirían uno para las escenas en la ciudad y el otro para las secuencias rurales), con esa mencionada persecución por los pantanos, uno fascinante toma homérica de una silueta humana sobre un peñasco contra la luna llena, teneindo tomas que destilan aura de cripticismo, o esas tomas interiores en Bakersville Hall a la luz de las velas y lámparas de aceite, emitiendo un clima gótico; Elemento extraño es la música de Vladimir Dashkevich tema principal de su título compuesto para sonar deliberadamente como pieza de música utilizada por el Servicio Mundial de la BBC (él creía ayudaría a cimentar sentimiento de británico), pero a mí me resulta música de spagueti-western, me desorienta en su estridencia cada vez que suena, anacrónico con el escenario, de guitarra y clavecín disonantes con las imágenes.
Me queda un metraje entretenido, con un buen desarrollo y unos personajes bien trazados. Fuerza y honor!!!
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