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¡Qué par de locos! (1942)

¡Qué par de locos!
68 min.
6,0
80
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Laurel y Hardy son reclutados por una banda de matones para conseguir un ataúd que contenía a uno de sus compañeros. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Crimen
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
A-Haunting We Will Go
Duración
68 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
7
Dos vagabundos vagando por el campo de Arizona.
Una de las parejas cómicas más famosas e importantes de la historia del cine, conocida popularmente en España como “El Gordo y el Flaco”, el británico Stan Laurel y el estadounidense Oliver Hardy consiguieron enlazar con ingenio las características básicas del cine cómico mudo con el humor propio del sonoro, alcanzando una elevada notoriedad en todo el mundo durante la década de los años 30. Su trayectoria, sin embargo, se retrotrae a muchos años atrás, Stan Laurel (el flaco), nacido Arthur Stanley Jefferson el 16 de junio de 1890 en Ulverston, Inglaterra, creció en el seno de una familia de actores, y debutó desde muy joven como intérprete y guionista en las tablas británicas, a comienzos de los años 10 Stan se unió a la compañía de Fred Karno, sustituyendo a un cómico todavía desconocido llamado Charles Chaplin, cuando la troupe de Karno viajó a los Estados Unidos, Stan adoptó el apellido de Laurel y decidió probar fortuna en el mundo del vodevil y posteriormente en el cine, así, logró debutar en 1917 en el cortometraje “Nuts In May” (1917), unos años después coincidió por primera vez con Oliver Hardy en otro cortometraje titulado “The Lucky Dog” (1921). Oliver Norvell Hardy era un muchacho rechoncho que había nacido el 18 de enero de 1892 en Harlem, Georgia (Estados Unidos), su familia era bastante acomodada, ya que su padre era abogado y su madre poseía varios hoteles, tras ofrecer algunos espectáculos musicales e inaugurar una sala cinematográfica en Milledgeville, en 1913 Oliver se unió a una compañía teatral de Lubin ubicada en el estado de Florida, después de aparecer como secundario en cientos de títulos apoyando a cómicos de mayor estatus popular, como Billy West, en 1926 acabó formando parte de la productora de Hal Roach y del grupete conocido como los Hal Roach Comedy All Stars, el avispado Roach y uno de sus empleados, el director y guionista Leo McCarey, pronto se dieron cuenta del potencial comercial ofrecido por la extraña y complementaria pareja Laurel & Hardy (uno arrogante y cabreado, el otro timorato y medroso), quienes consiguieron el éxito gracias a títulos como “Duck Soup” (1927) de Fred Guiol, “Putting Pants On Phillip” (1927) de Clyde Bruckman, “Two Tarts” (1928) de James Parrott o “Big Business” (1929) de Leo McCarey y James W. Horne, todos ellos cortometrajes.

Los años 30 fue la mejor etapa profesional para la pareja cómica con toda una serie de divertidísimas películas tal como: “De Bote En Bote” (1931), “Héroes De Tachuela” (1931), “Compañeros De Juerga” (1933), “Dos Pares De Mellizos”, “Cabezas De Chorlito” (1938), “Locos Del Aire” (1939), o “Estudiantes En Oxford” (1940), son títulos esenciales para los amantes de la comedia del Hollywood dorado y los seguidores de la entrañable pareja dispar que mezclaba en no pocas ocasiones el absurdo con el slapstick. El popular dúo prosiguió su andadura a comienzos de la década de los 40, aunque sin rodar bajo producción de la compañía de Hal Roach, ya que rompieron el contrato para unirse a la 20Th Century Fox a causa de la imposibilidad de llegar a un acuerdo factible con el gran productor, en la Fox no lograron igualar sus mejores obras y las películas de esta etapa, con excepciones, como el excelente film que hoy nos ocupa “¡Qué Par De Locos!” (1942), resultan bastante prescindibles y rutinarias.

Aquí Stan y Oliver son dos vagabundos vagando por el campo de Arizona, después de ser arrestados por vagabundear, pasan una noche en la cárcel en la ciudad, cuando son liberados, se les ordena salir de la ciudad inmediatamente. Puesto que carecen de todo tipo de transporte, se les ocurre la idea de viajar en un carroza fúnebre que lleva un ataúd, el cadáver todavía estará en el ataúd, por supuesto, pero al menos tienen el transporte gratis. Los ataúdes desaparecen y las risas vuelan cuando Laurel y Hardy se encuentran formando parte del show "Las Noches de Arabia" dirigido por el mago Dante, Stan y Oliver son contratados para transportar el cuerpo de un "no muerto del todo" hasta Dayton, pero cuando el ataúd es cambiado por uno de los del espectáculo del mago Dante, los problemas comienzan.

Muy, pero que muy divertida, con una mezcla de diálogos ingeniosos y situaciones la mar de cómicas, otra comedia clásica de Laurel y Hardy que me complace cordialmente poder recomendar.
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