VH1's Heavy: The Story of Metal (2006)

Serie documental para televisión que consta de cuatro episodios de aproximadamente cuarenta minutos cada uno, fue distribuido por el canal de televisión VH1 y es dirigido por Michael John Warren, director que ha ido forjando una carrera fílmica especialmente ligada a la música: géneros, músicos, conciertos o trabajos biográficos.

En The Story of Metal realiza un repaso histórico por la formación del Heavy Metal, desde sus inicios a finales de los sesenta, hasta la primera mitad de la década de los años 2000. Este compendio se refuerza gracias a la cantidad de personajes entrevistados, personas que estuvieron en primera línea durante la formación de este género musical, más otros que crecieron escuchando y se vieron influenciados.

También hay algunos especialistas y editores de revistas, que dan un abordaje más periodístico, especialmente en los momentos de crisis, como por ejemplo con la aparición del Punk de mediados de los setenta, que comenzó a desestabilizar la popularidad del Heavy Metal, siendo un movimiento que a su vez respondía al contexto histórico.

Ciertamente todas estas tendencias musicales y contraculturas se generaban a raíz de un contexto muy marcado, en el caso del Heavy Metal era la primera generación pos II Guerra Mundial, de ciudades obreras con pocas expectativas de vida. Posteriormente cada derivación del género se va a generar como respuesta a algo que ocurre a lo interno del movimiento, en una evolución orgánica y jamás planificada.

Esto se presenta bastante bien dentro del documental, al menos ese cuerpo básico de subgéneros, que posteriormente sería estudiado mucho más a fondo por Sam Dunn y Scot McFadyen en Metal Evolution (2011). Warren omite buena parte de la escena por lo que se antoja un poco deficiente en ese aspecto, incompleto sería la palabra más acorde.

Por ejemplo, aparte de la primera generación del Heavy Metal Británico (finales de los sesenta) y la Nueva Ola del Heavy Metal Británico (finales de los setenta), no se vuelve a Europa en el resto de los capítulos, lo cual es una omisión hasta imperdonable. Ya que luego de esto se centra en la escena estadounidense, que es sumamente relevante, pero no fue la única.

Aun con estas deficiencias el documental es muy atractivo, con la condicionante que es atractivo para los amantes de esta música, es seguro que a los que no les guste vayan a sentirse indiferentes (ni siquiera se interesarán en verlo), y los que sean muy quisquillosos con algunos subgéneros, puede que aborrezcan algunas partes, especialmente con el afamado Nu Metal de finales de los noventa e inicios de los dos mil.