arrow

Regresión (2015)

Regresión
106 min.
5,3
25.545
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Disponible en:
Suscripción
Alquiler
ads
Trailer HD (ESPAÑOL)
Ver 4 más
Sinopsis
Minnesota, 1990. El detective Bruce Kenner (Ethan Hawke) investiga el caso de la joven Angela (Emma Watson), que acusa a su padre, John Gray (David Dencik), de haber abusado de ella. Cuando John, de forma inesperada y sin recordar lo sucedido, admite su culpa, el reconocido psicólogo Dr. Raines (David Thewlis) se incorpora al caso para ayudarle a revivir sus recuerdos reprimidos. Lo que descubren desenmascara una siniestra conspiración. (FILMAFFINITY)
Género
Thriller Intriga Policíaco Años 90 Abusos sexuales Sectas Basado en hechos reales
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Regression
Duración
106 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción España-Canadá;
Links
Premios
2015: Festival de San Sebastián: Sección oficial largometrajes (fuera de concurso)
2015: Premios Feroz: nominada mejor música
7
Veo, veo… ¿Qué ves? Una cosita… ¿Y qué cosita es?
Se hace difícil escribir sobre las calladas e inesperadas virtudes de esta cinta sin destripar el desenlace, que no por intuido y hasta lógico y necesario, deja de tener su fuerza dramática y convierte lo que a primera vista es un mero thriller competente en una aguda reflexión sobre lo influenciables que somos ante las modas sociales, los convencionalismos mediáticos, los tópicos colectivos y la credulidad enajenada. Porque ante todo estamos ante un artefacto muy bien construido ya desde el guión: no se engaña al espectador en ningún momento, sabemos tanto como el protagonista, pero nos dejamos arrastrar por sus interpretaciones y dejando en suspenso nuestro sentido común y nuestra capacidad crítica.

A estas alturas, alabar la sabia y férrea dirección de Alejandro Amenábar y su demostrada capacidad por crear una atmósfera tóxica y viciada, es una redundancia. Hay pocos directores que hayan sabido beber con tanto provecho de las sigilosas enseñanzas del cine de suspense clásico (los otros paradigmas señeros podrían ser Atom Egoyan y M. Night Shyamalan). Y en este caso además añade una capa adicional de soterrada crítica colectiva al dañino y deplorable hábito de querer buscar y encontrar siempre tres pies al gato, imbuidos como estamos en un mundo propenso a las conspiraciones paranoicas, a la obtusa candidez de que el mal siempre acecha y los malos siempre son los otros, los demás.

Estamos ante una película sencilla, diáfana, cristalina. Y quizás su humildad de planteamiento y lo (pero rigurosamente pertinente) de su resolución se ha tomado por algunos como simpleza, cortedad o ejercicio fallido, cuando en mi opinión eleva este interesante e intrigante cinta de detectives en algo más perdurable: el retrato nada inocente de una sociedad hipócrita y adocenada, necesitada de grandes emociones, horrendos crímenes e inabarcables conjuras rocambolescas que nos sirvan para ocultar, enmascarar o minimizar la mediocridad insatisfecha de nuestro vulgar devenir cotidiano. Por eso nos entusiasmamos con los crímenes ajenos, degustamos con delectación las desgracias de nuestros vecinos y lamentamos como plañideras histriónicas las guerras remotas.

Si se entra en el juego propuesto, no sólo se puede uno encontrar con una cinta policiaca solvente, eficaz y llena de intriga… Además ofrece la oportunidad de comprobar que el cine no sólo es entretenimiento, sino que nos puede plantear una sutil reflexión sobre los males endémicos que nos asolan, sin sermoneos ni adulteraciones, sin recalcar machaconamente la relevancia de las cavilaciones propuestas, sino desvelándolo como quien no quiere la cosa, de forma tangencial y discreta. Dos en uno… ¿quién da más?
[Leer más +]
156 de 215 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Amenábar navega a la deriva
No puede ser. Nos lo han cambiado. Que el responsable de un gran salto en el cine de género español, el que nos sorprendió con su ópera prima Tesis y con su espeluznante salto internacional, Los otros, nos traiga ahora, unos cuantos años y bastantes euros más tarde, este subproducto de terror carente de ingenio, sin el más mínimo atisbo de novedad en el frente. Alejandro Amenábar se está adentrando peligrosamente en ese peligroso terreno de jóvenes directores promesa engullidos por una industria que los agasaja de dólares pero que los priva de lo más importante, su propio talento.

Estrenarse en el Festival de San Sebastián, como ha sido mi caso, con una película tan menor y absurda como Regresión ha sido un inesperado contratiempo, como también lo habrá sido para una organización que seguramente confiaba en la seguridad de un nombre y apellido hasta hace no tanto infalible. Pero Amenábar empezó a resbalar a medida que los proyectos agigantaban su ambición y su presupuesto, mientras un ejército de palmeros le ocultaba la caída en picado. Hoy, tras varios innecesarios cameos en el mundo de la publicidad y del reality de famoseo, se confirman las sospechas: el realizador de origen chileno navega a la deriva.

No hay nada peor que una cinta de suspense cuyo misterio carece de interés. La resolución de un caso de invasiones satánicas nos importa un bledo desde el momento en que el planteamiento se presenta a desgana, tirando de verborrea y renunciado incluso a los elementos más efectistas, pero siempre efectivos, del género. En Regresión, la única incógnita que resulta inquietante es conocer los motivos por los que uno de los integrantes de la secta decide inmortalizar sus sacrificios con una cámara Polaroid. Es sólo un extracto de la gran sarta de despropósitos que, bordeando el ridículo, nos presenta Amenábar y que demuestran su gran talento desperdiciado. Porque hasta Ethan Hawke y Emma Watson están de pena. Ahí está el auténtico crimen.
[Leer más +]
134 de 195 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Regresión
Fichas más visitadas