Dedos de ensalada (Serie de TV) (2004)

Encontrarse con Salad Fingers en una largo viaje a través de las profundidades de YouTube es una experiencia que no te deja indiferente. Si eres una persona "normal", lo más probable es que te cause un rechazo inmediato. Y no es de extrañar, puesto que esta serie posee todos los elementos necesarios para provocar asco, confusión, incomodidad y terror a partes iguales. Todo con un toque humorístico muy malsano, hay que añadir. Sin embargo, existe inteligencia y mensaje entre toda esta locura.

David Firth es uno de los muchos humildes artistas que inunda el santuario de cualquier cineasta amateur: YouTube. En Ios abismos de la red es donde surgen en muchas ocasiones las obras más polémicas, extrañas e interesantes del panorama actual. Este autor se caracteriza por animaciones baratas pero con un estilo fantasmagórico y surrealista insuperable, reconocidamente influenciado por Tim Burton y David Lynch. Aquí, con su personaje, recoge todo lo bueno que habita en su cabeza y lo plasma con un individuo completamente trastocado por un pasado misterioso que para los más avispados se hará evidente cuando haya terminado la serie. Habita un mundo desolado y solitario, muy gris, repleto de seres mutantes que, como él, pululan por el mundo sin un objetivo claro. Claramente se aprecia el ambiente post-apocalíptico, aunque Firth va mucho más allá de lo que nos tiene acostumbrados, y sobrepasa la mayoría de los límites en los que nos podríamos ver envueltos en un futuro como especie. Una gran cantidad de situaciones surrealistas y oníricas se dan lugar. Para analizar esto es necesario profundizar en el personaje y su entorno en el spoiler.

Vi el primer capitulo y me dije "mañana borro esta ***** ". Pero no lo hice. Y unos días después lo vi y cuando lo iba a borrar, me dio por ver otro. Y el caso es que tenía algo. Y cuando continuas viendo la serie empiezas a darte cuenta de que sí, sí que cuenta una historia. Y lo hace con un lenguaje distinto. Pequeñas piezas macabras que van construyendo un cuadro desolador. Y al final, sólo puedes sentir lástima por Salad Fingers.

Desde luego no es para todos los públicos. Pero para aquellos para los que sí lo sea, merece la pena verlo.