Buck Rogers: El aventurero del espacio (1979)

A raíz del éxito de “La guerra de las galaxias”, el guionista y productor Glen A. Larson decidió dar el golpe, tanto en cine como televisión, con “Galáctica” de (1978) y al año siguiente con esta “Buck Rogers. El aventurero del espacio”, aunque su mayor éxito sin duda sería “El coche fantástico”, la serie con David Hasselhoff ya en los años ochenta, y que durante cuatro temporadas fue emitida en todo el mundo. Pero tanto con “Galáctica, el Universo en guerra” como con “Buck Rogers. El aventurero del espacio” repitió la misma fórmula: el episodio piloto colocarlo en salas de cine como si fueran largometrajes, arropados por la Universal, y así lanzar sus series posteriormente.

La jugada salió bien, económicamente hablando, ya que por ejemplo “Buck Rogers. El aventurero del espacio” recaudó en cine más de veinte millones de dólares de la época solamente en Estados Unidos. Creo que entre ambas me quedo con esta última, ya que el desparpajo y el sentido del humor supera a “Galáctica”, que en todo momento pretendía que se la tomaran en serio, y creo que ese fue su mayor error. De ese fallo aprendieron series posteriores de ciencia ficción como por ejemplo “V”.

La figura de Buck Rogers proviene del mundo del cómic en 1928, una creación de P. F. Nowlan, como tira para periódico, y, a pesar de no ser tan conocida entre nosotros, anterior incluso a Flash Gordon.

Los protagonistas son: Gil Gerard fue el guapetón elegido para interpretar al capitán Buck Rogers, todo un machote al que algunos televidentes confundían con Lee Majors, cosa que realmente ocurría y que yo desconocía. Hoy día no elegirían un actor “de pelo en pecho” o le obligarían a depilarse. El vello, para el público norteamericano y esto no es ninguna broma, se ve casi pornográfico. En estos tiempos de estúpida corrección obligada ocurre más que nunca, y ejemplos en el cine hay miles. La malvada princesa Ardala es Pamela Hensley, cuyo físico pareció inspirar a los que seleccionaron a Jane Badler para el personaje de Diana de la serie “V”, y a la cual sacan como si se tratara de un film bíblico o “peplum”, con esclavas que le liman las uñas, le peinan o dándose un baño, aunque no de leche. La tercera en discordia es la coronel Deering (Erin Gray), con un cierto parecido a Lauren Tewes, la que encarnaba a Julie en la serie “Vacaciones en el mar”, aunque sin su cierto estrabismo, que tan atractivo en algunos actores y actrices resultaba para los americanos en el siglo pasado. Eso sí. Afectadas por la era “disco” más que por el género “sci-fi” al que pertenecía la serie, no se escatiman en cardados de la época y pintalabios con mucho “brilli- brilli”, acrecentado todo por la bisutería y adornitos que en la actualidad parecen comprados en una tienda de chinos.

De secundarios, entre otros, Henry Silva, que con esa cara tan característica, siempre hacía de ser inquietante o directamente del malo de turno, Tim O´Connor, o Felix Silla, el que se lleva el más difícil y mejor papel de reparto, el robotito Twinki, que se nota mucho que es un enanito vestido de traje metalizado y que hace un ruidito que, supongo, haría reír a los más pequeños. El “Bidi- bidi- bidi” característico de Twiki parece sacado del tema de “La Cenicienta” de Disney “Bibbidi- bobbidi- boo” y que fue nominada al “Oscar” como mejor canción.

El vestuario fue el utilizado para “Galáctica” y eso se nota en cómo le quedan los uniformes a algunos de sus actores, unas camisetas con pliegues raros y a las que les han puesto en uno de los bíceps un anagrama con un arcoiris, muy bonito, y que hoy día quedarían como un distintivo de “gay friendly”.

En resumidas, dirigida por Daniel Haller con rutinaria profesionalidad, creo que con el tiempo ha ganado en simpatía, como se demuestra en sus títulos de crédito, a lo James Bond, muy “choni”, con el nombre de nuestro héroe en luces blancas y chicas que parecen rondar el orgasmo, y como decíamos al principio, con más desparpajo del que hoy día se ve en ninguna producción, y con unos respetables efectos especiales teniendo en cuenta su presupuesto.

Mero pasatiempo al que no se le puede pedir mucho y que es ideal para ver en compañía con ganas de disfrutar y punto de pitorreo, sin plantearse nada.

Y pasamos brevemente a su spoiler.

En 1987, el astronauta de la NASA William "Buck" Rogers (Gil Gerard) sufre un extraño accidente en el espacio profundo, lo que provoca que su transbordador espacial Ranger 3 sea lanzado a una órbita que lo devuelva a la Tierra, más de 500 años después. Poco después de la partida de Buck, la Tierra fue devastada por una guerra nuclear causada por un grupo de oficiales militares renegados. En 2491, después de que Buck sobreviviera debido a la congelación, revive e intenta adaptarse a la vida en la Tierra posnuclear del siglo XXIV. La combinación de gases que lo congela se acerca a la fórmula comúnmente utilizada en el siglo 25 para la preservación, y sus rescatadores (Henry Silva, Pamela Hensley) logran revivirlo. En 2491, cuando Buck despierta del congelamiento, la Tierra se está recuperando de una guerra nuclear y está siendo atacada hostilmente por el Imperio Draconiano. Luego lo juzgan acusado de traidor, lo declaran culpable y lo sentencian a la máxima pena hasta que la comandante de las defensas de la Tierra, Wilma (Erin Gray), le presenta la oportunidad de demostrar su inocencia. Un robot simpático pero molesto llamado Twiki (con la voz de Mel Blanc) lo acompañará en sus aventuras. ¡Buck Rogers, el primer y mayor héroe espacial del mundo! ¡El viaje de tu vida dentro de 500 años!. ¡El hombre espacial original! ¡El viaje definitivo! ¡Buck Rogers regresa a la tierra y lo sitúa en el siglo 25! ¡Un astronauta del siglo XX emerge de 500 años de animación suspendida hacia un tiempo futuro donde la Tierra está amenazada por invasores alienígenas!

Basada en la serie de películas clásicas¨ Buck Rogers¨ que protagonizó Buster Crabble, esta película para televisión es la que inició la popular serie de los setenta y ochenta. Este es un superhéroe moderno en el género espacial tratando con un astronauta preservado que cobra vida gracias a un buque insignia draconiano que le encuentra y le salva para sus propios fines. Ciencia ficción colorida con emociones, ruidosa acción, batallas espaciales con espectaculares naves y algo chapuceros efectos especiales; de hecho, los enfrentamientos en el espacio exterior fueron coreografiadas con la ayuda de computadoras antiguas. Y añadiendo un humor peculiar, puro Playboy de los años 50. Esta es una copia de Star Wars y con muchos plagios incluyendo el robot más aburrido de la pantalla, unos diseño más cercano a los cazas X-Wing, y tomando elementos aquí y allá de la famosa película, tales como: varios decorados similares, accesorios, atrezzo, vestidos, vehículos y elementos de diseño de fondo. En homenaje al originales comic books de Buck Rogers, la rubia Deering viste un uniforme nítido y varonil, mientras que la traicionera princesa luce un traje bárbaro sacado de Barbarella y su secuaz es parecido a Conan. En el mejor de los casos, la fórmula funciona como el Bond clásico, explícitamente en la secuencia del título.

Es una pantomima real y a veces espectacular, y, como la mayoría de pantomimas, es muy divertida y entretenida. Esencialmente es una película de aventuras ambientada en el espacio exterior, esta film agradable pero algo tonto resulta ser una película de ciencia ficción promedio normalito, sin mucho interés, aunque debe ser apreciada por aquellos cinéfilos que buscan retros y nostálgicos films. Ambientado en el estándar cinematográfico de los años setenta, pero al mismo tiempo con efectos especiales tradicionales y rudimentarios junto con unos pocos de computador, que incluyen abrumadoras batallas y escenas aéreas en abundancia. Gil Gerald protagoniza con simpatía e ironía al astronauta del siglo XX que emerge después de 500 años de animación suspendida hacia un tiempo futuro. Hay una rivalidad sexual entre la chica buena y la chica mala: la competente pero remilgada capitana Wilma Deering, comandante de las defensas de la Tierra finamente interpretada por Erin Gray y la lánguida pero malvada princesa Ardala interpretada eróticamente por Pamela Hensley.

Para reducir costes, se utilizaron algunas imágenes, diseños conceptuales y diversos accesorios de la serie Galactica (1978) de Glen A. Larson. Los cazas estelares terrestres de Buck Rogers fueron diseñados originalmente como los Colonial Vipers de Galáctica, pero Larson había optado por Star Wars (1977), luego, Larson empleó los diseños no utilizados para Buck Rogers. La serie utilizó imágenes de los pabellones británico y francés en la Expo '67 en Canadá para representar edificios futuristas como la torre de oficinas del Dr. Elias Huer y el edificio de apartamentos de Buck Rogers. El Earth Starfighter que se ve en la serie fue diseñado por Ralph McQuarrie y en realidad fue uno de sus diseños originales para el Colonial Viper en Galáctica: Estrella de combate (1978). Cuando los productores de Galáctica optaron por otro diseño para el Viper, este diseño resurgió en Buck Rogers como el Starfighter.

Buck Rogers: El aventurero del espacio (1979) resulta ser un compendio de los dos primeros episodios de las series, siendo profesionalmente dirigidos por Daniel Haller. Originalmente estaba pensado para transmitirse como una serie de películas para televisión de dos horas, pero NBC optó por una serie semanal formada por 32 episodios. Esto representa la cantidad de episodios de dos partes que se emitieron durante la primera temporada. Calificación: 5.5/10. Aceptable y pasable opera espacial.

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