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La dimensión desconocida: Las máscaras (TV) (1964)

La dimensión desconocida: Las máscaras (TV)
25 min.
7,2
146
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Sinopsis
El anciano multimillonario Jason Foster, gravemente enfermo en su mansión de Nueva Orleans, aprovecha la celebración del carnaval en la ciudad para convocar a toda su avariciosa familia, a la que odia profundamente, para comunicarles que les legará toda su fortuna con la condición de que se queden junto a él, hasta la medianoche, con unas extrañas máscaras puestas en todo momento. (FILMAFFINITY)
Género
Intriga Terror Thriller Episodio de TV
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Twilight Zone: The Masks
Duración
25 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
The Twilight Zone (Serie de TV 1959-1964)
9
145: Herencia envenenada
Un anciano, a las puertas de la muerte, reúne a su familia para proponerles un macabro juego de máscaras.

Ida Lupino dirigió este episodio con querencia por lo truculento y lo sobrenatural, empapado de fino humor negro, que nos presenta a un grupo de personajes egoístas obligados a enfrentarse a la verdad de sus corazones.

Ese viejo moribundo sabe de sobra a quién irá a parar su patrimonio: a gente desconsiderada y con mala fe, a criaturas cobardes y mezquinas que se divierten practicando la hipocresía y el cinismo. De modo que echa mano de una siniestra diversión en su última noche. Tras una vida dedicada por entero al trabajo se merece al menos esta satisfacción, qué diablos. Las buenas interpretaciones redondean un acto de justicia poética. La sombra de Edgar Allan Poe planea sobre el capítulo.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Medianoche en Mardi Gras.
288/01(01/08/22) Buen episodio de la popular serie antológica creada por el gran Rod Serling para la CBS, el episodio 25 de la quinta temporada (el que hace 145 desde que empezó). Dirige por primer y última vez en esta serie una mujer, Ida Lupino, que protagonizó el episodio de la primera temporada "El santuario de los dieciséis milímetros". Un capítulo escrito por Serling, ambientado durante el Mardi Gras en Nueva Orleans, durante el cual un anciano moribundo ‘juega’ con su egoísta familia a que se pongan unas máscaras grotescas que reflejen lo ‘contrario’ de lo que son. Teniendo una ambientación turbadora, pues mientras oímos el jaleo festivo del exterior (que ya hemos visto en el inicio), en el interior agoniza una persona, que a su vez manipula a sus descendientes en un ardid macabro, dejando dosis de humor negro macabro en como todos hablan con dobles sentidos. Habiendo un desarrollo sereno que termina explotando en el rush final. Lástima que todo sea muy previsible, no sorprende sabiendo los elementos sobrenaturales que siempre tiene la serie. Los alicientes están en las conversaciones/discusiones que hay entre la prole avarienta y el patriarca desdeñoso y vengativo. El mensaje resulta demasiado moralista y obvio, la capacidad de reflexión es muy superficial, aun así, muy ameno.

Narración de apertura: El Sr. Jason Foster, un anciano cansado que en esta particular noche de Mardi Gras dejará la Tierra. Pero antes de partir, tiene algunas cosas que hacer, algunos servicios que realizar, algunas deudas que pagar y algo de justicia que impartir. Esto es Nueva Orleans, tiempo de Mardi Gras. También es la Zona Crepuscular.
El Sr. Jason Foster (Robert Keith), un anciano cansado que en esta particular noche de Mardi Gras dejará la Tierra. Pero antes de partir, tiene cosas que hacer, algunos servicios que realizar, algunas deudas que pagar y algo de justicia que impartir. Le visitan su familia, nada cariñosa, y si muy materialista. Está la hija, Emily Harper (Virginia Gregg), una pusilánime hipocondriaca; su interesado marido Wilfred (Milton Selzer); el nieto ocioso y pazguato Wilfred jr. (Alan Sues); y la nieta narcisista Paula (Brooke Hayward).

En realidad, cuando Jason comenta que las máscaras las confeccionó un viejo cajún ya se sabe que el elemento sobrenatural vendrá de ahí, para mí solo había dos *posibilidades, muy similares ambas, y una de ellas se CUMPLE, sin capacidad de sorpresa alguna.

Foster le da sarcásticamente una máscara de cobarde llorón a Emily, un avaro miserable a Wilfred, un bufón retorcido a Wilfred Jr. y un narcisista a Paula mientras se pone él una máscara de calavera, diciendo que representa la muerte en lugar de su vida. Inicialmente, los Arpistas se niegan a participar hasta que Foster los acusa correctamente de estar allí solo para reclamar su fortuna después de su muerte. Como tal, les informa que si obedecen colocándose las máscaras hasta medianoche tendrán todo lo suyo y si no, pues tendrán un billete de tren de vuelta a casa.

Una vez destapado todo, resulta muy de justicia poética, aunque también rebela que Jason tampoco era un ‘angelito’, pues tenía otras **medios, parte de la realizada, pero prefiere su retorcido plan vengativo. Prefiere en sus últimos minutos en este mundo disfrutar de verlos enmascarados con rostros que expongan su verdadero yo interior.

En el plano de las actuaciones, realmente solo destaca Robert Keith con un carisma sensacional como el pícaro moribundo, demuestra un dominio de la escena brillante en como expone su fuerza con energía, sabiendo con buenos diálogos dar pellizcos a su familia. Resto son meras perchas para ser desalmados asentimentales.
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