arrow

Las finanzas del Gran Duque (1924)

Las finanzas del Gran Duque
80 min.
6,0
174
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Sinopsis
Cinta de intrigas 'palaciegas' ambientada en el diminuto ducado mediterráneo de Abacco. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Cine mudo
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Alemania Alemania
Título original:
Die Finanzen des Großherzogs
Duración
80 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Links
6
“Si no tiene usted dinero, yo tengo de sobra”
Entre 1922 y 1923, el realizador Friedrich W. Murnau, estuvo muy ligado a Thea von Harbou, la guionista y futura esposa del también director, Fritz Lang. Con ella realizó 4 películas: El drama “La Tierra en Llamas”; la romántica “Fantasma”; el mediometraje desaparecido, “La Expulsión”, que fue también un drama; y, finalmente, la comedia <<LAS FINANZAS DEL GRAN DUQUE>>. Fue una colaboración fructífera si se tiene en cuenta que los dos primeros fueron filmes sobresalientes, y éste último, le permitió foguearse en un género que resultaba casi extraño para un cineasta que, comúnmente, se aventuró entre lo gótico y el drama.

Basada en la novela del escritor sueco, Frank Heller, ésta simpática comedia nos cuenta la aventura de un Gran Duque, último heredero de la corona del ducado de Abacco (una islita apenas más grande que el planeta donde habitaba El Principito de Saint-Exupéry) y que ahora se encuentra con graves deudas económicas. Semjon Marcowitz, el acreedor de marras, aparece entonces ávido de cobrar su dinero y conmina al Gran Duque para que le pague antes de tres días o de lo contrario se apropiará de la isla con chécheres y todo... pero, a veces, la ayuda cae del cielo y entonces entra en escena, La Gran Duquesa Olga, una atractiva rubia –por más que alguien se esfuerce en afearla- que hará hasta lo imposible para llegar hasta el Gran Duque… y será cuando asistiremos a una serie de situaciones a ratos divertidas, y en general agradables, sobre una historia de amor que enfrenta el ideal de salvar el más minúsculo ducado conocido.

Para los que aún se creen la fantástica leyenda de que el actor de, “Nosferatu”, era un verdadero vampiro, aquí pueden volver a ver a, Max Schreck, como uno de los cuatro conspiradores con una puntuda barbilla; y será grato ver a, Mady Christians como la Duquesa Olga, y a Alfred Abel, muy atinado como el sagaz, Philipp Collin (alias profesor Pelotard).

Técnicamente el filme es ajustado, pero se extraña la lírica de las imágenes y el efectismo escenográfico de los otros géneros que tanto éxito dieron al director alemán; y también pesa, aquí, la abundancia de intertítulos (más de 200) que frenan de manera significativa el ritmo de la historia haciendo que, por momentos, merme nuestro entusiasmo. Con todo, hay lugar para divertidas estratagemas, dobles personalidades, golpes de estado, ambiciones sin límites… y otros potenciales que animan a tantísimos seres de nuestro maltratado planeta.

En resumidas cuentas, esta comedia en 6 actos, resulta una obra menor en la filmografía de un realizador que ya figura en los anales del arte por excelencia.
[Leer más +]
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La isla.
125/15(14/04/11) El genial director germano Murnau realizó un film atípico en él, una cinta desenfada de aventuras, la hizo con el guión de Thea Von Harbou, actriz y escritora, esposa del gran Fritz Lang con el que también colaboró escribiendo entre otras ‘Las tres luces’, ‘Metrópolis’ o ‘M, el vampiro de Dusseldorf’. Este film es una rara avis en su filmografía, un cineasta que fue pionero en el maravilloso estilo del expresionismo alemán con obras como ‘Nosferatu’ o ‘Faust’, aquí se decanta por un puro entretenimiento bastante machacado por el tiempo, se ha quedado en un simpático producto, con un argumento bastante pueril, se desarrollo peca en exceso de simplista, con personajes planos, sin poder de empatización, todo sucede de modo monocorde. Es un producto recomendable a los antropólogos del séptimo, entre los que me cuento, a los estudiosos de lo que la sociedad pensaba a través de las películas, y en esta detecto tintes bastante preocupantes de lo que pasó en este país más adelante, resulta premonitorio que el malo de la historia sea Semjon Markowitz, por el nombre queda claro que es judío y le colocan con la manida labor de prestamista, o lo que es lo mismo, de usurero, es decir el tópico más usado por los xenófobos, un usurero que pretende hundir un país, el imaginario Abacco, y para ello utiliza entre otros a un maligno jorobado, algo que el nazismo repudiaba hasta el punto de iniciar su exterminio, y es que veo en el argumento bastantes tics nazis, no en vano Von Harbou estaba afiliada al partido y realizó cintas pro Tercer Reich. Este es para mí su mayor valor. Es una obra muy menor, una comedia que el paso de las décadas ha maltratado hasta convertirla en una obra de estudio sociológico. A mí me fascina el cine mudo, de cómo esos exploradores del cine creaban sobre la marcha, como hacían evolucionar, pero esta ‘Las finanzas …’ solo llega a curiosidad cinéfila, tampoco se notan excesivas pretensiones, se queda en un resbalón del gran Friedrich Wilhelm Plumpe, que se cambio el apellido por el de Murnau en honor a la ciudad de Murnau am Staffelsee en la que vivió. Fuerza y honor!!!
[Leer más +]
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Las finanzas del Gran Duque
Fichas más visitadas