arrow

A Glimpse Inside the Mind of Charles Swan III (2012)

A Glimpse Inside the Mind of Charles Swan III
86 min.
4,4
349
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
A Charlie Swan, un exitoso y encantador diseñador gráfico, un buen día lo abandona su novia. A partir de entonces, su envidiable vida empieza a desmoronarse. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
A Glimpse Inside the Mind of Charles Swan III
Duración
86 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2013: Festival de Sitges: Sección oficial largometrajes a concurso
4
A medio camino de ninguna parte
A Glimpse Inside the Mind of Charles Swan III nos ha dado más o menos lo que esperábamos, que no era mucho, a razón de lo que habíamos leído de ella. Se trata de una película que juega con el surrealismo, a menudo mostrándonos las ensoñaciones de este Charles Swan III , propietario de un estudio de diseño gráfico de los años 70, interpretando por un Charlie Sheen de aspecto envejecido (y que ahora que lo pienso, creo que no llega a quitarse las gafas de sol), que no parece esforzarse demasiado por construir un personaje, más allá de pasearse por la pantalla haciendo de Charlie Sheen, y encantado de haberse conocido.

A lo mejor he querido ver más cosas de las que realmente hay, pero a ratos me ha recordado a un Woody Allen temprano (Bananas, Everything You Always Wanted..., con mucha menos gracia), o he visto algún eco del Arthur de Dudley Moore; a ratos quiere parecer una película de enredos setentera (What's Up Doc?); e incluso con alguna gota de The Royal Tennenbauns (reforzada por la participación de Bill Murray haciendo de... Bill Murray) o The Big Lebowski. En general, tengo la sensación de que se queda a medio camino de no se sabe muy bien qué.

La película dura 86 minutos, pero perfectamente podría haber durado 60 o 110; hubiera dado lo mismo, tan solo bastaba con ir alargando situaciones y escenas que en realidad aparecen pobremente ligadas; o recortar todo lo que sobra para el núcleo de la narración, que ya de por sí es una bobada.

Al final, no es un desastre absoluto, pero dista mucho de parecer completa. Curiosa si son seguidores de Charlie Sheen o Bill Murray, pero no mucho más allá. O para estar al día de la carrera de su director Roman Coppola, de ilustre apellido.
[Leer más +]
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
La expectativas no se cumplen.
167/02(04/10/15) Fallida cinta de Roman Coppola que demuestra en su segunda dirección que es mejor guionista que realizador, ha escrito los libretos junto a Wes Anderson de “Viaje a Darjeeling” y “Moonrise Kingdom”, por la que fue nominado a los Oscars, también ha sido director de spots comerciales y video-clips, así como director de segunda unidad en films tan apreciables como “Drácula de Bram stoker”, “Las vírgenes suicidas” o “La vida acuática con Steve Zissou”, además de ser hijo deFrancis Ford Coppola, pues bien con todo este bagaje no le ha dado para hacer un film de calidad. De entrada atrae por la fuerza de su apellido y por el fenomenal elenco actoral, Charlie Sheen, Patricia Arquette, Jason Schwartzman o Bill Murray, asimismo posee un sugestivo arranque con ese surrealista desglose en collage de la mente de Charles Swan, pero una vez la historia comienza a desarrollarse las costuras no es que se le vean es que se le deshilachan. Quiere jugar a ser muchas cosas, con influencias claras de “Alla that jazz”, por el comienzo, “8 y medio de Fellini”, por la crisis del artista, mezclándolo con el estilo Woody Allen del slapstick de sus primeros años, ello aderezado con toques muy de Wes Anderson, acentuado esto por la presencia del actor fetiche del realizador texano, Bill Murray, pero todo queda en un batiburrillo de ideas mal enlazadas, quedándose en tierra de nadie, provocando con el paso del metraje la indiferencia del espectador. Al parecer el diseñador gráfico de gran en el que se inspiran para el protagonista es Charles White III, afamado ilustrador de aerógrafo que tomó notoriedad por sus portadas de discos de la década de 1970.

Charles Swan III (Charlie Sheen), es un diseñador gráfico de éxito, cuando sufre una crisis emocional al dejarle su novia Ivana (Katheryn Winnick), esta lo ha abandonado al encontrar en un cajón fotos de sus antiguas amantes. En el relato también tienen importancia personajes como Izzy (Patricia Arquette), hermana del protagonista, Kirby Star (Jason Schwartzman), un cantante folk judío amigo de Charles, y Saul (Bill Murray), contable de Charles.

Como ya he dicho posee un atractivo arranque, parece estamos ante una imaginativa y refrescante propuesta, mezclando con chispa realidad con la fantasiosa mente del protagonista, pero tarda poco en caer en lo anodino, en lo rutinario, cuanto más introspectiva quiere ser peor queda, la impresión es que Roman tenía algunas ideas, pero s ele agotaron muy pronto, quizás en un corto hubiera ganado, aquí pese a su corto tiempo se hace larga, parece remontará con la impactante aparición de un Bill Murray vestido de John Wayne, pero es solo un espejismo, poco aporta el gran comediante. Es una historia que resulta un deja vú constante, hueca de contenido, de mínima hondura, donde la esperada originalidad se pierde entre una marea hueca, entre un puñado de gags que se alternan con desigual éxito. El realizador pretende mucho más de lo que puede, quiere hacer una comedia agridulce sobre un play-boy en crisis, y le sale un producto sin rumbo, a la deriva, sale de buen puerto, pero se pierde en un océano de nadería, con ínfulas pop vintage que rozan lo extravagante. Incluso se atisba una incipiente misoginia en su desarrollo.

Charlie Sheen se interpreta a sí mismo, se nota se lo pasó muy bien, lástima que el espectador con él no disfrutara tanto, al completar una liviana y naif actuación, abstraído de cualquier nimia profundidad emocional. Jason Schwartzman resulta una presencia sin mucho alma, desprovisto se gracia habitual. Patricia Arquette pone algo de ganas a un papel desdibujado. Bill Murray parece haber hecho el papel con el mando a distancia.

La puesta en escena sobresale por encima del valor del film, con un estupendo diseño de producción de Elliott Hostetter (“Valor de ley” de los Coen), haciendo atemporal el desarrollo de la acción, rodándose en Los Ángeles y Santa Clarita, en California, destacando el auto vintage-verde 1937 Cadillac Fleetwood con tocino y huevos gigantes seriegrafiados a cada lado de las puertas, realzado esto por la fotografía en tonos pastel de Nick Beal, se suma su banda sonora de Liam Hayes, de resonancias setenteras. (sigue en spoiler)
[Leer más +]
Sé el primero en valorar esta crítica
Más información sobre A Glimpse Inside the Mind of Charles Swan III
Fichas más visitadas