Escena (INGLÉS)
- Sinopsis
- Un famoso jugador de fútbol americano descubre que padece una enfermedad del corazón que le impedirá llevar una vida normal. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Fútbol americano Enfermedad
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1949 / Estados Unidos
- Título original:
- Easy Living
- Duración
- 77 min.
- Guion
- Música
GRAN MATURE
4 de febrero de 2011
Agradabilísima sorpresa esta desconocida película de Jacques Tourneur que, entre otros méritos, desprende una atmósfera mágica e inquietante, una excelsa combinación de luces y sombras y, por tanto, una impecable puesta en escena, de la que era un auténtico maestro este director de origen francés.
La película narra la historia de un afamado jugador de fútbol americano al que, en la cumbre de su carrera, le van a detectar un problema de corazón. Deberá retirarse y, a la vez, enfrentarse a su fría y ambiciosa esposa y a un futuro no demasiado halagüeño.
La película tiene ritmo, suceden un montón de cosas, y, además, sus diálogos son rápidos y lucidísimos. En este último apartado habría que destacar a Lucille Ball, guapísima, y espléndida en las réplicas a cualquiera de sus oponentes. Eclipsa, y ya es mucho decir, a la elegante y siempre eficaz Lizabeth Scott.
Capítulo aparte merece Victor Mature, actor tan denostado y criticado, que realiza aquí una extraordinaria interpretación. Dota de credibilidad a su complejo personaje, lleva el peso de la película y, además, sale airoso de ese juego de diálogos ácidos y veloces que entabla sobre todo con Lucille Ball.
En definitiva, una muy buena película, aunque tengo que reconocer que no entiendo el minuto final.
La película narra la historia de un afamado jugador de fútbol americano al que, en la cumbre de su carrera, le van a detectar un problema de corazón. Deberá retirarse y, a la vez, enfrentarse a su fría y ambiciosa esposa y a un futuro no demasiado halagüeño.
La película tiene ritmo, suceden un montón de cosas, y, además, sus diálogos son rápidos y lucidísimos. En este último apartado habría que destacar a Lucille Ball, guapísima, y espléndida en las réplicas a cualquiera de sus oponentes. Eclipsa, y ya es mucho decir, a la elegante y siempre eficaz Lizabeth Scott.
Capítulo aparte merece Victor Mature, actor tan denostado y criticado, que realiza aquí una extraordinaria interpretación. Dota de credibilidad a su complejo personaje, lleva el peso de la película y, además, sale airoso de ese juego de diálogos ácidos y veloces que entabla sobre todo con Lucille Ball.
En definitiva, una muy buena película, aunque tengo que reconocer que no entiendo el minuto final.
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16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
TOURNEUR PROPONE Y LOS PRODUCTORES DISPONEN
21 de noviembre de 2008
Los 40 fueron unos años especialmente fructíferos para Tourneur. Su famosa trilogía del terror y Retorno al Pasado entre otras supusieron una "década prodigiosa" para el realizador de origen francés. Sin embargo Vida facil es, con diferencia, la más floja de todas las que realizó en este período.
La novela de Irwing Shaw, recordado también por Hombre rico, hombre pobre, probablemente daba para mucho mas juego, especialmente por lo que se refiere a la relación matrimonial del jugador (consagrado) de fútbol americano y su esposa, diseñadora en ratos libres, con una esbozada historia de engaños que los productores, un tanto pacatos, no se atrevieron a llevar más allá.
Por ello no sería del todo justo imputar la total responsabilidad de este semi descalabro a Tourneur que deja su sello en muchas escenas, con planos fotográficos mas que notables y una dirección de actores muy inteligente, consiguiendo incluso sacar partido de Victor Mature, algo encasillado en films históricos, y de Lucille Ball, más comedida de lo habitual. También de Lizabeth Scott, actriz que ya me dejó buenas sensaciones en El estraño amor de Martha Ivers y Callejón sin salida.
Dos apuntes finales:
Curioso, cuanto menos, que Jacques Tourneur no hubiese asistado nunca a un partido de fútbol americano. No era imprescindible, pero tal vez hubiese ayudado.
Otra curiosidad: La vigente Ley española contra la violencia de género no debió inspirarse en los comportamientos cinematográficos americanos al respecto. Visto lo visto. Y se hace extraño que los mismos productores guardianes de las moralidades matrimoniales y atentos a los deseos de los espectadores para darles los finales más convenientes guardasen, por partida doble, un delictivo silencio.
La novela de Irwing Shaw, recordado también por Hombre rico, hombre pobre, probablemente daba para mucho mas juego, especialmente por lo que se refiere a la relación matrimonial del jugador (consagrado) de fútbol americano y su esposa, diseñadora en ratos libres, con una esbozada historia de engaños que los productores, un tanto pacatos, no se atrevieron a llevar más allá.
Por ello no sería del todo justo imputar la total responsabilidad de este semi descalabro a Tourneur que deja su sello en muchas escenas, con planos fotográficos mas que notables y una dirección de actores muy inteligente, consiguiendo incluso sacar partido de Victor Mature, algo encasillado en films históricos, y de Lucille Ball, más comedida de lo habitual. También de Lizabeth Scott, actriz que ya me dejó buenas sensaciones en El estraño amor de Martha Ivers y Callejón sin salida.
Dos apuntes finales:
Curioso, cuanto menos, que Jacques Tourneur no hubiese asistado nunca a un partido de fútbol americano. No era imprescindible, pero tal vez hubiese ayudado.
Otra curiosidad: La vigente Ley española contra la violencia de género no debió inspirarse en los comportamientos cinematográficos americanos al respecto. Visto lo visto. Y se hace extraño que los mismos productores guardianes de las moralidades matrimoniales y atentos a los deseos de los espectadores para darles los finales más convenientes guardasen, por partida doble, un delictivo silencio.
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