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Boss (Serie de TV) (2011)

Boss (Serie de TV)
55 min.
7,4
1.863
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Disponible en:
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Sinopsis
Serie de TV (2011-2012). 2 temporadas. 18 episodios. Tom Kane, el eficaz alcalde de Chicago, se siente como una araña en el centro de su telaraña de poder. Una telaraña basada en un pacto con los ciudadanos. En definitiva, ellos quieren ser liderados y que les resuelvan problemas tales como conseguir un puesto de trabajo. La moralidad de los medios no les preocupa en absoluto. Pero resulta que Kane sufre un desorden cerebral degenerativo que está haciendo estragos en su vida. Su esposa, casada por conveniencia, no sabe nada. Sus asesores sospechan algo, pero no se atreven a hacer preguntas. Su secreto sólo lo conoce su hija Emma, a pesar de que apenas tiene relación con su padre. (FILMAFFINITY)
Género
Serie de TV Drama Política Enfermedad
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Boss
Duración
55 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2011: Globos de Oro: Mejor actor en serie dramática (Kelsey Grammer)
10
GOODBYE, FRASIER
Sí, estamos ante el salto cualitativo que los admiradores de Kelsey Grammer estábamos esperando. No es fácil pasar página para un actor vinculado a la comedia y a un –gran- personaje durante más de 20 años y seguir con su carrera como si nada hubiera ocurrido. En efecto, Grammer había estado dando tumbos en diferentes trabajos insustanciales tras su éxito dando vida al Dr. Frasier Crane.

Pero BOSS lo cambia todo. No sólo por el cambio de registro, sino por el salto de calidad que supone llevar el peso de una serie dramática de más de 50 minutos de duración por episodio y de una impecable factura técnica. Y además, hacerlo de forma brillante (esto es, que el espectador ya no ve a Frasier, sino a Tom Kane, el alcalde de Chicago).

La serie recuerda mucho a ‘The Wire’ por su realismo y por no ahondar en los detalles dramáticos irrelevantes que rodean a los personajes. Este nuevo drama bebe también de ‘El Ala Oeste de la Casa Blanca’, por su evidente contenido político.

BOSS narra el día a día del alcalde de Chicago, un hombre entregado al poder que ha dejado de lado su humanidad y su vida familiar para gobernar “la ciudad del viento” con firmeza. Todo ese orden se tambalea cuando a Kane le diagnostican una enfermedad degenerativa incurable, que sólo él y su médico conocen. La noticia le vuelve vulnerable ante los votantes, sus asesores y su familia, entre las que se encuentran su esposa (Connie Nielsen) y su hija (Hannah Ware), con las que apenas mantiene relación más allá de las apariencias forzadas.
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26 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Reinos y Caballos
El apellido Kane del protagonista tal vez no sea casualidad frente a un enlace sobre el poder absoluto en la vida, milagros y obra de Charles Foster Kane y al mismo tiempo ese desenlace mutuo como estar desposeído del secreto de la felicidad. “Boss” es lo mejor que ha hecho Kelsey Grammer en la pequeña (y gran pantalla) desde “Fraiser”. Retrata la caída y decadencia personal, física y mental, del alcalde de Chicago. Su poder es, al parecer, su único consuelo personal: tiene una hija con la que apenas se relaciona, una mujer que es simple consorte publicitario y conveniencia y ahora es víctima de una enfermedad degenerativa, su creciente tara, que debe mantener en el más absoluto secreto de amigos y enemigos para no caer de su trono inmediatamente.

La ficción americana parece querer llevar a sus personajes a extremos (emocionales) terminales. “The Boss” podría entenderse como uno de los múltiples hijos bastardos que están por llegar de “Breking Bad” aunque en España podríamos buscar parecidos razonables en el esquema que mostraba “Crematorio”. No es que la corrupción envuelva la vida política de Tom Kane tan brutalmente como la de un empresario como Rubén Bertomeu aunque en ambos el fin justifica los medios. Los títulos de crédito con el tema de Robert Plant ‘Satan, Your Kingdom Must Come Down’ parecen jugar con una estética seria y un delineado indie y más al constar en ellos Gus Van Sant de productor.

Tal vez la lectura que nos ofrezca “Boss” sea la de una metáfora sobre el mundo actual, entendiendo la serie como esa política enferma y palpitante que agoniza en secreto su futura desaparición. Los reinos y caballos podrían estar emparentados con “Ricardo III” de William Shakespeare aunque también “La locura del rey Jorge” podría expresar las explosiones y desvaríos de su protagonista.
De “Boss” me gusta su presentación y mucho el uso de los primeros y primerísimos planos, los encuadres y la percepción del detalle… pero por otro lado al intentar utilizar el montaje, la cámara lenta y esos recursos anteriores sobre las secuencias de sexo todo me recuerda a un anuncio de condones para ejecutivos. Y, por supuesto, no falta el cliché del periodista-que-busca-la-verdad como dicotomía moral que inspeccione los resortes de corrupción para generar suspense. Son lastres que no empañan el resultado final de estar frente a una serie que quiere vivir, como su protagonista, su particular día-a-día antes de perderse en la memoria. Porque aquí los personajes viven atrapados en una mentira, en su propia tela de araña, en un crematorio político del que tan sólo podrán acabar hechos cenizas.

[En el spoiler algo sobre Kitty]
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18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
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