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Impulso infernal (1984)

Impulso infernal
91 min.
5,3
66
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Sinopsis
Una joven viaja con su pareja a su pueblo natal debido al accidente de su madre que la ha dejado en coma. Cuando llegan empiezan a notar extraños comportamientos en los habitantes. Empiezan a investigar cual puede ser el origen de esta circustancia, pero los casos de ansiedad y violencia se suceden cada vez mas, teniendo que luchar por sus vidas antes de que llegue el caos total. (FILMAFFINITY)
Género
Terror Ciencia ficción Thriller
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Impulse
Duración
91 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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5
Impulsos
Ese pensamiento impulsivo que se nos pasa por la cabeza de embestir el coche que nos ha quitado el aparcamiento, de romperle la mano al crío de los cojones que no deja de molestar, de robar la máquina registradora sin vigilancia, de matar a aquel que nos amarga la vida o nos ha ofendido. ¿Qué pasaría si la gente actuase en base a lo primero que piensa, sin pensarlo? ¿Y si actuásemos únicamente por nuestros impulsos?

Ese es el planteamiento de esta película. En un pueblo la gente comienza a comportarse de esa forma impulsiva, y claro, en seguida se suceden los comportamientos fuera de lugar, las peleas, los insultos, el sexo y las muertes. Está un poco desaprovechada y su resolución es apresurada, le falta así mismo un plus de intensidad y puede que una ambientación más opresiva, aunque la idea está bien y entretiene. Es palpable su bajo presupuesto y, aunque la música no está mal, yo hubiese optado por una melodía más enfocada al terror o el suspense.

Tiene un gran final. Crítica sin reservas a experimentos gubernamentales y el manejo de la situación para cubrirse las espaldas. Las escenas finales son de un alto poder visual.

Interesante.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El pueblo de los malditos
La capacidad de razonamiento, el sentido de la moral, la existencia de la conciencia...todos ellos aspectos de nuestra psique que ayudan a distinguirnos de la raza animal y que gracias a ellos podemos convivir en sociedad.
¿Qué ocurriría si dejasemos de obedecer tales principios?

¿Qué sucedería si por un momento toda nuestra lógica y, por supuesto, sentido de la cordura, se viniesen abajo permitiéndonos traspasar nuestros propios límites, esos que nos mantienen en equilibrio entre el Bien y el Mal, esos que a veces cruzamos cuando nos hallamos dominados por los impulsos de nuestro cerebro?, pues de eso se compone la materia gris del ser humano, aunque de algún modo tenemos el poder de controlarlos (algunos más que otros) gracias a los valores y la ética que nos han ido inculcando a lo largo de nuestras vidas...
Esa es la base en la que se apoya por entero el film que nos ocupa, una maravillosa rareza cinematográfica que como muchos otros títulos de su época pasó inadvertida debido a la cantidad de grandes producciones comerciales que llegaban a los cines en el momento. No así "Impulso Infernal", realizada por el competente y poco conocido Graham Baker, futuro responsable de "Alien Nación", supera las barreras del humilde cine independiente en el que se enmarca gracias a sus enormes aspiraciones y pretensiones, cortesía de un ingenioso y no menos controvertido guión a cargo de Nicholas Kazan ("El Hombre Bicentenario") y Don C. Dunaway ("Cujo").

La película arranca de una manera un tanto engañosa con una especie de terremoto (detalle mostrado antes de tiempo al espectador) que azota los cimientos de un pequeño pueblo situado en el lugar más recóndito de la América profunda, escenario primordial de los futuros hechos que van a desarrollarse, pero como ya veremos más adelante, no hay que fiarse de las apariencias, pues el extraño intento de suicidio de la madre de Jennifer, la protagonista, es el suceso del cual parte la historia. Ésta, junto a su novio Stuart, no tardan en llegar a su hogar para averiguar sobre lo sucedido, pero lo que hallan es bastante inusual...
Desde el primer momento, Baker derriba las claves de un aparente drama familiar modelando las aristas de una atmósfera realmente inquietante la cual enrarece la estampa del pueblo que a primera vista no es sino la perfecta imagen que todos tenemos de la tradicional comunidad norteamericana en la que todo es amabilidad y tranquilidad. Nada de eso. Pronto vemos, aunque la explicación escapa a nuestro entendimiento (un acierto por parte de Kazan y Dunaway), que esa comunidad ha sido tocada de la mano de la anomalía, pues no es la cortesía la que prevalece entre las gentes, sino una enorme muestra de agresividad, indolencia y hostilidad, lo cual deja indefensos a los visitantes protagonistas.

La intención de Baker es palpable: provocar en nosotros la misma sensación de angustia, incomprensión y desasosiego que embarga a esa pareja de ciudad demasiado educada, racional y tolerante al encontrarse con unos pueblerinos poseídos por un comportamiento visceral y extremo, que escapa a toda moral, y con creces lo consigue. A través de algunas de las desviaciones más aterradoras de la psique, los guionistas proponen con un sentido del humor de lo más corrosivo la total quiebra de la Humanidad, pervirtiendo y demoliendo los principios básicos de una sociedad equilibrada.
Así, el chico tímido enamorado insulta y vocifera a la chica que le rechaza, el doctor que se dedica a salvar vidas disfruta provocando dolor, el policía que mantiene la ley y el orden apunta y dispara a un ciudadano por una minucia, la madre sensata maltrata y grita a sus hijos, los inocentes niños se divierten asesinando y el hermano cariñoso no es más que un perverso con deseos incestuosos. Ni más ni menos que la expresión de las pulsiones más oscuras y retorcidas del ser humano por medio de una explosión de violencia irrefrenable que las desnuda ante los demás, sin remordimientos, sin pesares. Si todos nos dejásemos invadir por dichas pulsiones cundiría el caos al poco tiempo, y eso es lo que aquí ocurre...

Con el avanzar de la trama más insostenible es la situación para los protagonistas y el espectador, y si el ambiente era de entrada agobiante al sobrepasarse la mitad del metraje se revelará perturbador y no poco esperpéntico (claro, que así somos cuando dejamos salir nuestra furia interior sin pensar en las consecuencias); una atmósfera desquiciada y desquiciante dispuesta con talento por el director que por su aspereza y capacidad opresora no se aleja mucho de las de "Perros de Paja", "La Invasión de los Ladrones de Cuerpos", "¿Quién puede Matar a un Niño?", "El Pueblo de los Malditos" o cualquier novela de Stephen King.
Sin duda la huella del celéberrimo autor, y también la de Larry Cohen, está muy presente en el guión pues, como en sus obras, Kazan y Dunaway nos sumergen, para luego impedir que escapemos, en una pequeña comunidad de apariencia normal dominada por el inexplicable germen del Mal. Tim Matheson y esa Meg Tilly de belleza delicada y sensual encabezan un plantel si no brillante por lo menos sí muy decente donde encontramos conocidos rostros como los de Hume Cronyn, John Karlen, un jovencísimo Bill Paxton, Claude Earl Jones y para terminar la aparición de Peter Jason, habitual del cine de John Carpenter.

Absorbente y sofocante de principio a fin, "Impulso Infernal" es una muestra de apabullante suspense que rompe con los clichés del cine de terror/fantástico de la época y que podría haber obtenido una mayor repercursión de contar con más presupuesto y un reparto más conocido.
Quizás ese final tan dado a buscar una explicación (detallado en Zona Spoiler) y varios agujeros argumentales que dejan en el aire ciertos detalles escabrosos de la historia también contribuyen a menguar la credibilidad y el interés de esta extraña pequeña joya de los '80 que no obstante merece mucha más atención.
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