El espía invisible (1942)

Entretenido filme de espionaje y propaganda, rodada en plena WWII e, involuntariamente, plagada de gags, con el fin de ridiculizar a los nazis. Rodada el mismo año que la genial "To be or not to be" de Lubitch, comparte con ésta numerosas situaciones, no en vano en el filme de Lubitch una troupe de actores debía salvar a un espía y ayudarle a realizar su misión. Aquí, prácticamente es lo mismo, salvo por la troupe. Encontramos al mismo baboso de las SS que quiere beneficiarse a la protagonista, y que nos ofrecerá los gags involuntarios más antológicos a su costa, siendo escarnecido tanto por el hombre invisible como por su jefe y rival. Peter Lorre está genial en su papel de japonés inteligente y letal, muy parecido al "Mr. Moto" que interpretó años atrás.

La trama es bastante pueril. Un duelo de sexos y mucho efecto especiales de la época, bastante logrados. No solo los de la invisibilidad, sino también las explosiones y maquetas.

El conjunto es un filme entretenido, bien realizado e involuntariamente cómico.

Curt Siodmak, el guionista, como alemán refugiado que fue, presentó a los nazis como unos capullos sin cerebro, y son ellos y sus acciones los principales elementos de comedia de la película. Se llegó a rodar una escena en que Frank Griffin le pegaba una patada en el culo al mismo Hitler, pero se cortó por la prohibición gubernamental a este tipo de imágenes. - Ilona Massey, la protagonista femenina, era una gran especialista en comedias, y una mujer muy comprometida políticamente en la vida real.

De verdadero nombre Hajmássy Ilona y nacida en Hungría, llegó a intentar boicotear una intervención de Nikita Khrushev en la ONU en protesta por los hechos acaecidos durante la Revolución Húngara de 1956 (un golpe de estado popular y multi-ideológico que pretendía liberar a Hungría del yugo soviético e instaurar una democracia multipartidista que fue sangrientamente reprimido).

La película es una parodia de la guerra en la que los alemanes quedan expuestos y el patriotismo, en este caso inglés, se eleva a los altares, con la ayuda de la chica guapa. Algunas escenas resultan realmente divertidas, y ese es todo el encanto del a película. Original guion y poco más. Entretiene, y se pasa volando. Un 6.