Tango (1998)

Saura prosigue con "Tango" su afición/recreación por el cine musical centrado en un baile concreto, basándose en un concepto estético y artístico del mismo, apoyándose para ello en la luz de Vittorio Storaro y aquí también en la música de Lalo Schifrin.
Fue candidata al Oscar a mejor película extranjera y a diferencia de, por ejemplo, la magnífica "Flamenco", el cineasta aragonés introduce un leve argumento intercalado con el propio análisis/desarrollo del tango como baile "vero e propio": es la historia de un director de cine que está preparando un musical y a la vez está atravesando por una crisis sentimental. Con ello Saura recorre los celos, la pasión, el crimen, el deseo, la posesión, rasgos todos ellos bien definitorios del baile en cuestión. Y Miguel Ángel Solá es el actor adecuado para ello, con su aspecto atribulado, seductor y melancólico.

Tango es de se tipo de películas que no busca la aprobación del público, ni grandes taquillas. Es más bien un capricho de Saura, un deseo de expresar sus emociones haciendo una película, es arte puro. Si alguien tiene el derecho de hacer este tipo de película, una película sólo por el placer de hacerla, ese es el genial Saura.
No se puede decir que la película entretiene, encandila, tiene argumento ni nada de eso, pues es sólo tango, una sucesión de imágenes y sonido en torno a la bella música y baile tradicional argentina: el tango y la milonga. Si consigues aceptar esa premisa, y no buscar nada más, la disfrutarás. Yo la disfruté.