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Something's Got to Give (1962)

Something's Got to Give
37 min.
6,4
279
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Screen Test
Sinopsis
Tras seis años desaparecida, una mujer es rescatada por la marina norteamericana. Los problemas surgen al volver a casa, pues su marido se ha vuelto a casar. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Remake Mediometraje
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Something's Got to Give
Duración
37 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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7
El adiós de Norma Jeane
Sensacional trabajo inacabado de George Cukor que supondría, por condiciones ajenas a éste, el último film en el que participó la explosiva Marilyn Monroe. "Something's Got to Give" partía de ser un remake de un largometraje de los años 40 y por supuesto, está inacabado. Pero en sus menos de 40 minutos de duración se puede vislumbrar algo mágico, las ruinas de una película que pudo ser gigantesca y que atesora suficiente interés (aún en las condiciones en las que se haya disponible) como para ser visto por fans de la actriz o sencillamente por quienes quieran acercarse a una pieza 100% Cukor en el mejor sentido de la palabra.

"Something's Got to Give" se inicia con una escena en un juzgado en la que un hombre intenta de una vez por todas que el juez declare oficialmente muerta a su esposa, desaparecida desde hace cinco años en una aventura marítima. Le acompaña su novia, y aprovechan para casarse en este mismo instante. El tono es cómico, no hay drama ni lloros, es el Hollywood clásico en su pura esencia y la siguiente secuencia, rodada desde una ventana, sirve como presentación al tercer personaje de la historia: al de Marilyn. Efectivamente se trata de la mujer del primero... que no había fallecido. No lo sabremos hasta cierto momento pero se intuye. La narración de Cukor es puramente visual, se permitía, por ejemplo, que el primer contacto de la rubia con los actores fuese la simple observación de unos niños jugando en la piscina. Primeros planos de su hermoso rostro hacían el resto: la mirada melancólica, su capacidad para transmitir... servían como nexo o puente hacia lo que no necesitaba ser recalcado. Hay en los menos de cuarenta minutos de "Something's Got to Give" muy, muy buen cine. Hay comedia, enredos, una interpretación maravillosa de Marilyn (que quita el habla, por cierto, en la escena de la piscina) y cine de alto nivel, marca Cukor. ¿Su problema? Pues el ya comentado: no está acabada, a pesar de que su último minuto es realmente emocionante y casi, sirve como cierre a una historia que -oficialmente- sigue sin final. "Cut!"... y créditos. Merece verse, qué duda cabe.
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17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Un filme sin terminar, una diva para la eternidad
Fueron tan solo 37 minutos, los que lograron rescatarse de una película que sería el remake de “Mi mujer favorita”, la magnífica comedia que terminara Garson Kanin en 1940, debido a un accidente automovilístico de Leo McCarey, quien había comenzado a dirigirla. “SOMETHING’S GOT TO GIVE” fue la última película que comenzó a rodar Marilyn Monroe, una vez más a cargo de George Cukor, uno de los más cotizados directores de mujeres que haya tenido Hollywood, y quien ya la había dirigido en ese estupendo filme, titulado “El multimillonario”.

Pero eran tiempos difíciles: Marilyn vivía entregada a los barbitúricos para poder conciliar el sueño y procurando olvidar aquella dura realidad en la que había fracasado en tres matrimonios; había tenido dos abortos durante su relación con el dramaturgo Arthur Miller, denegándosele el derecho a ser madre; y no conseguía convertirse en la primera dama de los EEUU, idea con la que soñaba cuando por fin se convirtió en la amante del presidente John F. Kennedy. Su depresión era cada vez más aguda, además porque comenzaba a sentir el paso de los años, y a sus 35, sentía un fuerte horror a convertirse en una mujer vieja.

Entonces, mientras avanzaba el rodaje de “SOMETHING’S GOT TO GIVE”, en la que realiza la más atrevida de sus escenas en Hollywood -gracias a la liberalidad de los años 60 y derrotado por fin el ultraconservador Código Hays-, llega el día 5 de agosto de 1962… y certificada una sobredosis de barbitúricos, la mítica Marilyn Monroe es encontrada muerta en su propio apartamento. Había razones para un suicidio. Había motivos para un asesinato. Pero este es un velo difícil de descorrer, ante lo débil y manipulable que ha sido siempre la justicia humana.

Queda decir que “SOMETHING’S GOT TO GIVE” prometía bastante como película: reflejaba algunas de las ilusiones que tuvo siempre la martirizada estrella (vivir en una isla, tener hijos…), planteaba una picaresca relación entre tres… mejor cuatro, que daba para deliciosos enredos y provocaciones, y Marilyn, aunque con el rostro un tanto resentido por su situación emocional, lucía dispuesta a conceder a sus enamorados cinéfilos, lo que tanto ansiaban después de que conocieran su célebre calendario.

No sé lo que hubiéramos visto de haberse podido terminar la película, pero Marilyn me llena de nostalgia y de tristeza, al recordar su vida truncada, su película inconclusa… y me llena de rabia comprender que han sido los hombres los que han arruinado la existencia de tantísimas muchachas, que todo lo que esperan de la vida es un poquito de sincero y tierno amor.

¡Sé que ahora la paz es contigo, pequeña, pero grande Norma Jean!
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
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