arrow

Ardid femenino (1938)

Ardid femenino
90 min.
6,3
456
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
El profesor universitario Peter Morgan (James Stewart) se encuentra a su primo Keith (James Ellison) totalmente ebrio en un night club, por lo que tiene que avisar a su madre. Durante la espera, Peter ve cantar a Francey (Ginger Rogers) y, automáticamente, se queda prendado de ella. De forma impulsiva Peter y Francey se casan y cogen un tren para ir a ver al padre de él. Pero Peter teme la reacción de su conservadora familia y convencerá a su primo para que se haga pasar por la pareja de Francey. (FILMAFFINITY)
Género
Romance Comedia Comedia romántica Comedia screwball
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Vivacious Lady
Duración
90 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1938: 2 nominaciones al Oscar: Mejor fotografía, sonido
7
Cuando era pecado y repudiable ser una corista
Una corista ha sido siempre respetable cuando canta óperas o zarzuelas en salas destinadas a conciertos. Pero, cuando se es corista de espectáculos musicales, donde se canta y se baila exhibiendo en coreografías parte de la anatomía, ha sido visto como algo de dudosa moral y lo rechaza de plano aquella gente que se considera de muy buenas costumbres. Las chicas que hacen parte de estos espectáculos, que tanto éxito tienen en EEUU, en Francia y otros países, son repudiadas por muchas personas de la alta sociedad que, indiscriminadamente, las echan a todas en el mismo costal. Pero, como suele suceder, generalizar es no saber ver.

Hay muchos escritores y directores de cine que han tratado a algunas de estas chicas personalmente y, convencidos de la, con frecuencia, inmerecida discriminación que la sociedad ha sostenido con ellas, han hecho numerosas películas donde las reivindican y muestran las apreciables personalidades que pueden encontrarse en algunos casos. Títulos como “La trampa amorosa”, “Las chicas del coro”… o “ARDID FEMENINO”, ven con ojos limpios a estas muchachas y escudriñan (o trazan) historias que las reflejan como verdaderas heroínas o, cuando menos, como chicas dignas de quererlas para siempre.

Francey Brent, también canta y baila en una sala de espectáculos y allí conoce al profesor Peter Morgan Jr., el hijo del rector de una universidad y aspirante a heredero del cargo. El flechazo es instantáneo y, ¡sí señor! al día siguiente ya están casados… olvidándose Peter de que ya estaba comprometido con otra atractiva chica llamada Helen. ¿Cómo volver a casa para contárselo a papá?, ¿Cómo asumirán que un profesor universitario se haya casado con una corista de las que levantan las piernas?, ¿Qué sentirá Helen al saberse traicionada?

George Stevens logra una jocosa comedia con algunos momentos para carcajadas (la pelea entre Francey y Helen, el baile con la suegra…y sobre todo la escena con el camarero del tren). Otros para sentirse tocado por el romanticismo (el primer beso entre Francey y Peter) y en general, un ambiente amable y con contradicciones debidamente resueltas, hacen que pasemos un buen rato al lado de la pícara Ginger Rogers, el enamoradísimo James Stewart, y los simpáticos suegros Charles Coburn y Beulah Bondi. Pero, las mayores palmas se las concedo, en esta ocasión, al veteranísimo Willie Best, por esa estupenda escena donde atiende con rigor a Francey y a su suegra.

Título para Latinoamérica: “QUE NO LO SEPA PAPÁ”
[Leer más +]
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El profesor y la corista
Aunque no sea la comedia el género en el que dio lo mejor de sí el gran director George Stevens, esta es una divertida película protagonizada por James Stewart y Ginger Rogers, llena de equívocos y anécdotas provocadas por el diferente origen social y cultural de la pareja –él un tímido profesor de universidad, ella una chispeante corista-.

La anécdota de la película es mínima y, en algunos aspectos, no ha envejecido del todo bien, pero un ojo avizor y despierto sabrá descubrir alguna de sus escondidas cualidades y momentos de gran cine que dan medida de la verdadera talla de un director como Stevens: el plano inicial de la cámara acercándose a ella en travelling mientras canta “you will remind me”, lo que provoca la inaugural fascinación de él; los primeros planos, de calurosa intimidad, en el primer encuentro de la pareja; la divertida escena de la pelea entre las dos mujeres que se disputan el amor del protagonista, o la pudorosa escena del microscopio, filmado entre las estanterías del laboratorio, marca de la casa con esa distante pero sensible discreción de Stevens.

La pareja protagonista lleva todo el peso de la película -ambos actores están magníficos, pero destaca, en especial, el inconmensurable talento para la comedia de Ginger Rogers-, a la que acompaña un escogido grupo de secundarios como Beullah Bondi o Charles Coburn.

En suma, una agradable y singular comedia de ritmo pausado, inteligente, hecha de miradas y rasgos de una gran sensibilidad fílmica, suavemente irónica, muy disfrutable y que sirve para completar la magnífica pero algo despreciada filmografía del maestro Stevens.
[Leer más +]
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Ardid femenino
Fichas más visitadas