Te compraré (1956)

Las películas japonesas realizadas después de la Segunda Guerra Mundial que abordan directamente las condiciones de la posguerra tras la derrota del país y la lucha contra la ocupación estadounidense ofrecen una visión única de una época y un lugar concretos que no se pueden encontrar en ningún otro lugar. Si acaso, el equivalente más cercano son las películas hechas en Estados Unidos sobre Vietnam y el clima de malestar que existió como resultado de ese conflicto.

En 1956 Kobayashi rueda la excelente "Kabe atsuki heya (The Thick-Walled Room)", centrada en hombres que han sido juzgados como criminales de guerra y condenados a una estancia indefinida en la prisión de Sugamo, bajo la vigilancia de los soldados estadounidenses que dirigen el lugar. Ese mismo año, cambia el rumbo y dirige "Anata kaimasu (I'll Buy You)", un drama antisistema sobre la naturaleza implacable de la industria del béisbol en Japón, un deporte muy popular en el país asiático introducido en 1872 por el militar estadounidense Horace Wilson, profesor de inglés en la Academia Kaisei de Tokio. La trama sigue a Daisuke Kishimoto (Keiji Sada), un cazatalentos del equipo de béisbol profesional "Toyo Flowers" a quien encargan fichar a un joven talento prometedor para su equipo: el exitoso jugador de béisbol amateur Goro Kurita (Minoru Oki). Lo que al principio parece que será un objetivo fácil rápidamente se vuelve mucho más complicado cuando el codicioso manager de Kurita, Ippei Kyuki (Yunosuke Ito), se involucra y desencadena una guerra a gran escala por la oferta más alta entre los diferentes equipos de béisbol. Por si fuera poco, los familiares del jugador de origen campesino, ven una oportunidad de ganar dinero y participan de modo activo en las negociaciones.

Tomando lo que debería ser un tema alegre de un deporte muy querido que se supone trae alegría y felicidad a una nación trabajadora, la película deja al descubierto la desesperación por el dinero del Japón de la posguerra. El dinero lo arruina todo, incluso algo tan inocente como el béisbol que se convierte en un negocio más que un deporte, donde directivos, agentes y ojeadores juegan un juego mucho más intrigante que el presenciado por el público en un estadio. La naturaleza avara del negocio es lo que Kobayashi detesta y muestra en la película. Es más conocido por sus denuncias contra la guerra y sus esfuerzos por derribar un sistema existente pero con "I Will Buy You" Kobayashi había encontrado un vehículo para examinar la sociedad japonesa de posguerra en términos mucho más mordaces. Separado de su pasado por la guerra y la derrota, el país se encontró en un vacío social y cultural que ahora estaba siendo llenado por una obsesión por el dinero. La pura codicia impulsa a Kishimoto y sus cazatalentos rivales, a los directores del equipo y al mentor y director de facto de Kurita, Kyuki. En contraposición a todas estas intrigas está el propio Kurita, que sigue siendo una especie de figura simbólica, un joven que ama apasionadamente su juego, pero que, visto a través de los ojos de Kishimoto, se presenta como un objeto para ser conquistado y poseído.

Sin llegar al nivel de calidad que más tarde mostrará en la trilogía "La condición humana" o en "Harakiri", Kobayashi ya demuestra todo su gran talento en esta película temprana sobre la naturaleza implacable de la industria del béisbol en el Japón de la posguerra.