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Mr. Belvedere, estudiante (1949)

Mr. Belvedere, estudiante
83 min.
6,0
23
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Sinopsis
A pesar de ser un genio y haber triunfado como escritor y muchas otras cosas más, Mr. Belvedere (Clifton Webb) se ve obligado a asistir a la universidad porque tiene que obtener un título profesional, para poder reclamar un premio que se ha ganado… Lo que sucederá luego, hará las delicias de todos. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Colegios & Universidad Secuela
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Mr. Belvedere Goes to College
Duración
83 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
8
Es un genio… y solamente estudió dos semanas en la guardería
Tanto que nos esforzamos a diario por aprender cosas nuevas, cuando los grandes maestros han dicho que lo que necesitamos es recordar. Pues, si es cierto que existe el registro akásico donde está guardado a plenitud, con exactitud y veracidad el conocimiento accesible a la humanidad, al ser nosotros fuentes de ese poder, sólo requerimos un concentrado ejercicio rememorativo para traerlo a la memoria.

Me da la impresión de que, Lynn Belvedere, ha sabido como usar certeramente este poder. Aunque su educación formal se limitó a dos semanas en la guardería, él habla en 11 idiomas, incluido el lenguaje de señas; es experto cocinero, deportista, bailarín, judoka, prestidigitador, pianista… y es también autor de un libro titulado, “La colina del colibrí”, que batió récords de ventas. En resumidas cuentas, el conocimiento no ofrece obstáculo para Mr. Belvedere… Bueno, sólo hay una palabreja, MODESTIA, que no es que no pueda aprenderla, sino que no le interesa ejercerla:
-Nunca había comido un pavo como éste. – Le dice la señora Chase.
-Nunca se lo había cocinado yo. –Responderá, Mr. Belvedere.
Y su frase favorita es: “Si no me equivoco, Y NO LO HAGO NUNCA…”

Después de la genial, “Sitting Pretty”, Lynn Belvedere regresa a sus andadas, esta vez con la necesidad de hacer una carrera universitaria, pues, le han pedido como requisito un título profesional para poder reclamar un jugoso premio que se ha ganado como escritor. Su primer paso es acudir a la Universidad de Clemens (cualquier alusión a Mark Twain, es bastante probable), donde tendrá que hacer saber que dispone de una gruesa suma para conseguir que le hagan el examen de admisión. Además, él promete que podrá hacer la carrera en un solo año, retando así hasta al mismo rector, quien también se graduó con una cierta ventaja.

Y he aquí, a un hombre que arreglará entuertos, causará uno que otro… y que parece llamado a descrestar a mucha gente con ese ingenio lleno de picardía y de innegable buen gusto, al que queda perdonarle su pizca de machismo y su absoluta falta de humildad.

El director, Elliott Nugent, logra mantener en alto a Lynn Belvedere -el personaje al que el actor, Clifton Webb, ha inmortalizado con su gallarda e irreverente presencia-, y de principio a fin, logra una aventura colegial llena de gracia y de ocurrentes pilatunas. Los diálogos son estupendos y, Webb, se mueve como pez en el agua haciendo un papel que no anda muy lejos de las muchas experiencias (cantante, bailarín, pintor, actor de teatro y cine…) que él mismo desempeñó en la vida real.

“Lux mentis, lux orbis” (“La luz de la mente es la luz del mundo”) es la frase latina que, Belvedere, traduce para unos estudiantes, y con ella quizás quiere recordar que no hay placer más grande que obtener el conocimiento, y que no hay nada que abra tantas puertas como la búsqueda de la verdad.

Tienen que verse la trilogía… y les aseguro que el sistema curativo de sus cuerpos se pondrá 100% a tono.

Título para Latinoamérica: GENIO ÚLTIMO MODELO
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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