Bronco (Serie de TV) (1958)

La televisión en España, en todo el país, se inicia a partir de los años sesenta y pocos. Lo digo para que comprendan ustedes, que esta serie a la que ahora me refiero, fue de las primeras que los antaño niños pudimos ver en TV. Antes a la televisión teníamos otras distracciones con los amigos y al aire libre. Y cuando con el esfuerzo de mi padre compramos una TV, incluso a veces venían vecinos a verla con nosotros, sentimos interés por aquellas primeras mágicas imágenes de la tele. Además, esta serie, en mi caso, supuso un espaldarazo al cine que ya de suyo visionaba los domingos, pues nuestros padres nos llevaban al cine sin fallar uno desde muy pequeñitos; mi madre y los hermanos mayores se veían alguna de mayores y nosotros con mi padre sobre todo, íbamos a las de animación, romanos y del oeste. Las de cowboys eran para mí principales y claro, Bronco era del oeste: miel sobre hojuelas en aquellos orígenes de la TV en España.

Esta serie de TV constó de 68 episodios y contaba las aventuras de Bronco Layne, un antiguo soldado confederado que era una especie de llanero solitario que iba a su bola por las llanuras de Texas “desfaciendo entuertos” cuan quijote del far west. Esta imagen de tipo solitario me encantaba.

Del personaje se sabía muy poco, sólo que había sido capitán de la caballería confederada. Pero se desconocía –esta era casi una regla de otros personajes que protagonizaban otras series del ‘oeste’- la razón de sus viajes por lugares inhóspitos o cuál era su destino. En la canción que acompañaba a los títulos y que hacía la introducción de la serie, se insinuaba que venía del Este e iba hacia el Oeste, nada más. Sin duda el éxito de éste, como de otros personajes equivalentes, era justamente el misterio de sus orígenes y del destino que les aguardaba.

Estuvo dirigida bastante bien por diversos directores como Edward Dein, Lee Sholem o Robert Sparr y con un ameno y distraído guión de diversos escritores como Gerald Drayson Adams, Arnold Belgard y otros. En las historias, el personaje experimentaba las más diversas aventuras y afrontaba las situaciones más extremas, las cuales incluían personajes que habían sido reales: el bandido Jesse James (interpretado por un juvenil James Coburn) , el aventurero, pistolero, jugador y alguacil Wild Bill Hickok (encarnado por Jack Cassidy), el futuro presidente Teddy Rooselvet (interpretado por Peter Breck), Billy el niño y un sinfín de bandidos y personales legendarios que resultaban extremadamente populares, en especial en los EEUU y entre los lectores de relatos del farwest, género igualmente de moda en los kioscos de la época. La cosa era que Bronco siempre salía airoso, o sea, en cada capítulo acababa con un Bronco triunfador sobre los malos pues era el mejor, el más rápido con el gatillo y también el guaperas, obvio, pues el actor que lo encarnaba, Ty Hardin (1930-2017), era realmente atractivo y lo hacía muy bien.

Bronco es una serie que se rememora cariñosamente, especialmente por la actuación de su protagonista y por el rasgo diferencial que entrañaba el haberlo visto en otras series “del Oeste”. Estaban los capítulos muy bien filmados en B&N y en 2014 la Warner la reeditó en formato DVD los episodios de las cuatro temporadas, de manera que hoy puede adquirirse 60 años después y puede verse con su frescor originario. En cualquier caso, el western fue prácticamente abandonado a principios de los años 70 para la TV. Así, es una serie, aconsejable para nostálgicos o aficionados a este género.