Shigurui (Serie de TV) (2007)

Si te gustan las historias serias sobre samuráis y la dura vida del Japón feudal este es tu anime.
Lejos de recrear una visión idealizada de aquella fascinante época poblada de indefensas damas y valientes samuráis al estilo de Kenshin, en esta obra se describe un mundo corrupto, violento y descarnado en el que los samuráis son seres repulsivos, orgullosos y vengativos, incluso el héroe protagonista no despierta la menor simpatía en el espectador, un héroe amargado, servil a su maestro, frio y calculador y aparentemente desprovisto de sentimientos más allá de su lealtad al dojo.
Destaca el dibujo preciosista con unas tonalidades apagadas muy trabajadas y una animación casi perfecta y un diseño de personajes muy atractivo, en su conjunto es de lo mejor que he podido ver en un anime hasta la fecha. Parece un anime de arte y ensayo, una auténtica rara avis para los amantes de la animación.
Todo esto apoyado por una música inquietante basada casi en su totalidad en melodías de laúd y percusiones junto con canciones típicas del folclore japonés. Los efectos de sonido como el ruido de los insectos o la vibración de las espadas son increíbles y aportan una gran tensión y dramatismo a las imágenes.
La violencia es tema aparte, sin duda estamos ante uno de los animes más brutales jamás realizados, y no ya solo por lo explícito de las desmembraciones y destripamientos sino por la dura violencia psicológica a la que están expuestos los personajes a manos del tirano maestro, uno de los personajes más abominables jamás creados para un anime.
El principal problema es que la serie, basada en el primer episodio de un manga más extenso, queda inconclusa en su episodio final dando la sensación de que falta uno final donde se resuelva todo, probablemente debido a que se realizará una segunda temporada. A parte de eso si te gustan las historias densas y adultas a la vez que originales en su planteamiento, esta la vas a disfrutar.

Una de las mejores sino la mejor serie de anime que he visto, un retrato de la vida de un samurái asombroso. El dibujo y la animación son geniales, la historia te atrapa y te sorprende no siempre agradablemente. Gran cantidad de escenas violentas que destilan una crueldad supina, no obstante todas enmarcadas dentro de una sociedad tremendamente jerárquica y con un total desprecio por el ser humano individual. Una de las principales grandezas de esta serie es la sensación de verosimilitud de las situaciones dentro del universo samurái que reflejan.

Muy interesante y muy recomendable para aficionados al manga con cierta tolerancia visual y sin ganas de ver otros productos anime más superficiales sobre adolescentes desquiciados.