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Hijas valerosas (1939)

Hijas valerosas
107 min.
6,1
21
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Sinopsis
Tras haber abandonado durante años a su mujer y a sus cuatro hijas, un hombre regresa a su casa decidido a hacerse cargo de sus responsabilidades, pero resulta que su mujer se ha vuelto a casar. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Drama Familia Comedia dramática
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Daughters Courageous
Duración
107 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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9
Una gran ternura ronda en esta casa
El gran éxito logrado con, "Four Daughters", animó de inmediato a la productora Warner Bros., a buscar un nuevo material que permitiera volver a reunir al floreciente grupo de actores que participó en tan magnífico filme. La oportunidad llegó cuando alguien encontró la obra, “Fly Away Home”, escrita por Dorothy Bennett e Irving White, y de inmediato, Julius J. y Philip G. Epstein, fueron encargados de la adaptación cinematográfica. Por derecho propio a, Michael Curtiz, le fue asignada la dirección… y pronto el público tuvo a su alcance una nueva y encantadora comedia, cuya historia es totalmente aparte de la que se cuenta en, “Four Daughters”, aunque se preserva el mismo aire de magia, honda ternura y unión familiar.

Se trata, esta vez, de una encantadora familia donde, Nancy Masters y sus cuatro bellas hijas, viven conformes y alegres, alimentando sueños y preparando la nueva boda de ella con el secretario de la Cámara de Comercio, Sam Sloane, un hombre casero, serio y responsable, dispuesto a asumir la tarea de heredar a las cuatro chicas, ya bastante creciditas.

La boda se lleva a cabo, pero, tras algunas semanas transcurridas en paz, y en grata unión con los amigos y pretendientes de Buff, Cora, Tinka y Linda, entra en escena, Jim Masters, su progenitor, quien en palabras de Nan, su exesposa, es “aventurero, frívolo y ligeramente responsable”. Han pasado 20 años desde que abandonó a su familia... y habrá que ver con qué intenciones llega.

Se inicia entonces, un reservado encuentro, marcado en principio por un “frente popular” que traman las hijas para liberarse del “intruso” de su padre. La palabra clave de este frente boicoteador será, Verdún (nombre de ciudad francesa) que, aunque en dialecto galo significa, “fortaleza poderosa”, en la II Guerra Mundial se utilizó simbólicamente como: “morder y resistir”.

Lo que surge luego, es un interesantísimo reencuentro en el que brota un gran acervo de nobleza, compromiso, perdón, dignidad a toda prueba… y de respeto por lo construido que, sin duda, te acaricia la piel y te ennoblece el alma. Cada quien hace que fluya lo mejor de sí... y hasta, Gabriel López, el vendedor de dientes de Moby Dick (¡!), aprende algo de integridad a la vez que enseña que, los hombres más interesantes en este mundo, son cualquier cosa menos predecibles.

Un puñado de encantadoras chicas con el cinto puesto en su justo lugar; un John Garfield y un Claude Rains, confirmando que nacieron para la actuación; una May Robson, divertida como solía serlo; y una ambientación con el más dulce calor de hogar, hace de, <<HIJAS VALEROSAS>>, un filme amable que encajaría de manera perfecta en una alegre y edificante velada familiar.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El regreso del padre pródigo
Tengo que decir que no he tenido la oportunidad de ver "Cuatro hijas", la obra anterior de Curtiz con la que comparte reparto y no sé si algunas otras características comunes más y es una omisión que pienso subsanar en cualquier momento pero tengo que decir que, así, de pronto, el argumento de esta película me ha ha hecho fruncir el ceño en más de una ocasión y me temo que no la he entendido en absoluto, o bien, que no comparto sus enseñanzas y valores que también podría ser.
Una familia compuesta por una madre (Fay Bainter) y sus cuatro hijas, viven felices y despreocupadas, llenas de armonía y afecto, rodeadas de amigos y pretendientes en un entorno cálido y acogedor.
El padre (Claude Rains) es una figura ausente en sus vidas, que las abandonó veinte años atrás para ir a recorrer el mundo, !Ja!.
La madre está a punto de casarse de nuevo con un buen hombre, alguien que, esta vez sí, parece estar capacitado para hacerle feliz a ella y a sus hijas y un buen día, !hete aquí!, Rains reaparece como si no hubiera pasado nada con su maleta en la mano, una sonrisa beatífica y aires de gran señor a ocupar su sitio en la mesa, en la cabecera de ella.
Su familia responde con mucha dignidad y educación al inesperado reencuentro, apenas le dirigen la palabra aunque, eso sí, son tan educadas que lo acogen en el hogar, temporalmente, claro. Rains no parece amilanarse por esa acogida tan "fría". No conoce a sus hijas pero confía en despertar en ellas, ya sea por medio de la compasión o utilizando otra serie de trucos como la complicidad prudente, cierto apego o estima.

Pues miren ustedes, qué quieren que les diga, yo debo de ser un rencoroso de narices pero yo no me conformaría con menos que con una patada en el culo y que se vaya por donde ha venido.
Y con estos sentimientos pues, para mí, es imposible.
Todo lo que comienza a partir de esa situación y que ustedes podrán prever, lo único que despierta en mí es una creciente indignación. !Dos semanas!. Dos semanas son las que necesita el caballerete ese para camelarse a las chavalas, así da gusto, cariño filial gratuito y sin molestias, tú las crías y ellas me premian, !ah, papá, querido papá!, si en el fondo eres un buen tipo!
También cabe mencionar la historia de amor que vive Priscilla Lane (una de las hijas), con John Garfield. Se enamora de él porque es el "malote" y, al parecer, orgulloso de serlo. !Pero qué manía extraña se encuentra en las fantasías femeninas que les hace querer convertirse en "reformadoras" de los hombres!. Y, claro, luego pasa lo que pasa.(spoiler)

La película está muy bien realizada, no lo voy a negar, el reparto es fantástico y las actuaciones inmejorables. Curtiz domina muy bien este tipo de historias y sabe combinar maravillosamente el drama, la ternura, cierto lirismo en determinados momentos, con la alegría, la comedia y las risas que acompañan un hogar feliz repleto de adolescentes. No tengo nada que objetar ahí, es el argumento lo que no me gusta. Y esas dos figuras masculinas no despiertan en mí ninguna simpatía y no encuentro nada positivo en ellas, ni siquiera ese último gesto de nobleza sacrificada que pretenden hacer pasar por generosidad y que, para mí, no es más que hipocresía.

No sé si esta película pretende resaltar la nobleza del corazón capaz de perdonar, que se puede ver representada por la extrema generosidad que la familia demuestra hacia el padre que las abandonó pero yo quiero creer que, para poder perdonar, sería de desear siquiera que el ofensor demostrase verdadero arrepentimiento no oscurecido por posibles intereses e intentase remediar en lo posible el daño causado.
Pero tal y como se desarrolla este film, Rains se gana el perdón y el cariño de sus hijas con una facilidad realmente insultante. !Si le guardo más rencor yo que sus propias hijas!
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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