El Grinch (2018)

Para todos los públicos pero no para toda la familia, "El Grinch" está ideado -o eso parece- para los más pequeños de la casa. Con ellos cumple: humor blanco, personajes muy perfilados, trama sin dobleces, una estética sin aristas y un poco de ñoñería propia de las fechas en que transcurre.

Ningún guiño en especial para los adultos -si bien ha caído alguna risa en escenas puntuales- a quienes no llega a entretenernos hasta bien avanzada la película. Nos queda el consuelo de no haber tenido que aguantar en esta ocasión los excesos con los que Jim Carrey tuvo a mal bombardearnos hace dieciocho años (en este sentido y paradójicamente este Grinch es mucho más humano) y, sobre todo, saber que los pequeños se lo pasaron bien, que de eso se trataba.

Si lo viera con ojos de niños le habría puesto más nota, pero no ha sido el caso y bastará reconocerle el mérito con un seis.

De la productora Illumination Entertainment, la responsable de traernos éxitos en el cine como las tres entregas de Gru: Mi villano favorito, Mascotas o ¡Canta! entre otras, ahora nos regala una nueva adaptación para el cine de un clásico navideño escrito por el Dr. Seuss. Se trata, nada más y nada menos del cuento de El Grinch. Recordad que el director Ron Howard ya hizo lo propio al llevar a la gran pantalla esta historia, y al mismo personaje en el año 2000, con actores de carne y hueso, y con Jim Carrey encabezando el reparto e interpretando al verdoso protagonista. Aquí es el mismo personaje, evidentemente, pero en versión animada y con una trama que varia bastante respecto a la rodada a principios de siglo con actores reales.
La película no llega al nivel de otros trabajos de la productora, pero se puede decir que es una maravilla, tanto a nivel visual como sonoro. Consigue hacerte tuyo y entretenerte, hacerte reír durante los casi noventa minutos de metraje. Muchos recuerdan, o al menos yo lo recuerdo, el magnífico trabajo de Jim Carrey en la anterior versión, pero en la que ahora nos ocupa, el personaje no se queda atrás. Para los que la puedan ver en versión original en inglés, el Grinch tiene la voz del actor británico Benedict Cumberbatch y en España nos ha tocado al actor Ernesto Alterio. La verdad es que tenía mis dudas de si verla en el cine o no, la voz de doblaje me tiraba para atrás a tenor de escucharla en los tráilers, pero al ir viendo la película me ha hecho callar la boca. Un trabajo muy decente. Uno se olvida de que es él y se mete de lleno en la película animada.
En el apartado musical podemos encontrar a Danny Elfman, el cual me ha hecho volver a recordar algunos trabajos suyos para Burton como Bitelchús, Batman o Eduardo Manostijeras, y además se nos van mezclando algunas canciones navideñas por el camino. Un film animado ideal para que lo vea toda la familia, la van a disfrutar tanto los grandes como los más pequeños de la casa. Volviendo a tener presentes en la memoria esos viejos tiempos, esos bonitos recuerdos de la infancia que ya no volverán jamás. Mi nota final es de 8/10.