Sí, amigos, es uno de los lastres más pesados de mi vida. Nunca la vi en el cine cuando tocaba. Sí pude ver el Superman de Reeves y El imperio contraataca, porque me espavilé cuanto pude para hacerlo. Pero el episodio IV no. Y nunca se lo he perdonado a mis padres. Por eso un consejo a los padres actuales: no cometáis el error de los míos. Hay que permitir que los chicos sueñen con el cine, y en el cine, cuando toca. Luego podéis echarles broncas y obligarlos a hace deberes, pero películas como esta son algo más que puro entretenimiento y ocio: son vitaminas para las ilusiones futuras cuando uno es crío. Nunca he olvidado, más de 35 años después, cuando pude ver en el cine Superman y El Imperio. No lo olvidéis, padres.