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Criticoenserio rating:
1
4.4
10,831
Romance. Comedy
The fun, the fashion, the friendship: Sex and the City 2 brings it all back and more as Carrie (Sarah Jessica Parker), Samantha (Kim Cattrall), Charlotte (Kristin Davis) and Miranda (Cynthia Nixon) take another bite out of The Big Apple—and beyond—carrying on with their busy lives and loves in a sequel that truly sparkles. What happens after you say "I do?" Life is everything the ladies ever wished it to be, but it wouldn't be Sex and ... [+]
Language of the review:
- es
June 6, 2010
10 of 16 users found this review helpful
Retirar cuidadosamente el lazo y no hacerse ilusiones.
Ver a Liza Minelli (la grande) bailando a sus millones de años el “single ladies” de Beyonce (coreografía incluida) es una experiencia tan fascinante que uno solo piensa aquello de que puede ir a más. Recuerda un lazo solo es un bonito adorno.
Nunca te crees expectativas tras el primer vistazo.
Ver y conocer cómo se conocieron las chicas en los 80 (cuando Carrie ya era vieja) es una gozada seriéfila, pero nunca hay que dejarse fascinar solo por pequeños detalles, porque se pueden quedar en eso, en pequeños detalles.
No te fíes nunca del estilo de la colección.
Se suponía que todo giraba en torno a ¿qué ocurre tras el matrimonio? ¿se puede dar forma a las cosas convencionales? Y ver los distintos estereotipos de mujeres enfrentándose a una pregunta sobre las relaciones hoy en día. Pero ya no importa la marca del sello, hay que renovarse (y no siempre es a mejor).
La alta costura está hecha para soñar.
El lujo nunca ha importado en la serie, ahora está llevado al insulto.
Da igual que los pliegues no se ajusten al vestido.
El caso es lucirlo cuanto antes. No metas el dobladillo, sujétalo con un imperdible. Da igual que ver a una pava hacer como que se cae de un camello es un chiste de lo más cutre y que encima no hace gracia. Es Charlotte la que se cae bitches.
No pienses que por comprar una marca te vas a llevar calidad.
Eso es mentira. Es como todo pero con un logo para que parezca mejor. Escenas absurdas que no avanzan la trama hacia ningún punto (el karaoke, el picnic del desierto, el cambio de vestuario en el mismo…). ¡Es de Marca! Eso te tenía que servir.
Si no puedes ser lujoso sé escandaloso.
Si ves que la cosa no marcha ponle volantes, adornos y más giros. El caso es que abulte. Más de dos horas y media de la nadería más absoluta, con un argumente que ni en medio capítulo de 20 minutos. Al estilo de cuanto más mejor, incluidos cameos intrascendentes como el de Miley Cirus o el de Penélope Cruz, que mona va esta chica siempre.
Lo viejo siempre vuelve
Apelar a la nostalgia funciona. La moda es cíclica. Mete (aunque sea con calzador) a personajes queridos para que la gente diga es Steve (una frase), es el judío gordo (tres frases), es Smith Hierro (ahí quedó el personaje aparece y nunca más se supo).
Enseña un poco las tetas. Eso distrae la atención.
Pero no las de las protas que ya son respetables (o las tienen secas), mete a una niñera con planos vergonzosos de sus tetas una y otra vez (y otra y otra…) es sexo en nueva York 2, no habrá sexo, no saldrá apenas Nueva York, pero por lo menos hay tetas.
Y sobre todo, nunca rasques la superficie.
Es moda por el amor de Dios. No se cuestiona, se acepta. Te regalas los ojos, te ríes de la superficialidad del mundo, lanzas un beso al aire y giras sobre los tacones.
Ver a Liza Minelli (la grande) bailando a sus millones de años el “single ladies” de Beyonce (coreografía incluida) es una experiencia tan fascinante que uno solo piensa aquello de que puede ir a más. Recuerda un lazo solo es un bonito adorno.
Nunca te crees expectativas tras el primer vistazo.
Ver y conocer cómo se conocieron las chicas en los 80 (cuando Carrie ya era vieja) es una gozada seriéfila, pero nunca hay que dejarse fascinar solo por pequeños detalles, porque se pueden quedar en eso, en pequeños detalles.
No te fíes nunca del estilo de la colección.
Se suponía que todo giraba en torno a ¿qué ocurre tras el matrimonio? ¿se puede dar forma a las cosas convencionales? Y ver los distintos estereotipos de mujeres enfrentándose a una pregunta sobre las relaciones hoy en día. Pero ya no importa la marca del sello, hay que renovarse (y no siempre es a mejor).
La alta costura está hecha para soñar.
El lujo nunca ha importado en la serie, ahora está llevado al insulto.
Da igual que los pliegues no se ajusten al vestido.
El caso es lucirlo cuanto antes. No metas el dobladillo, sujétalo con un imperdible. Da igual que ver a una pava hacer como que se cae de un camello es un chiste de lo más cutre y que encima no hace gracia. Es Charlotte la que se cae bitches.
No pienses que por comprar una marca te vas a llevar calidad.
Eso es mentira. Es como todo pero con un logo para que parezca mejor. Escenas absurdas que no avanzan la trama hacia ningún punto (el karaoke, el picnic del desierto, el cambio de vestuario en el mismo…). ¡Es de Marca! Eso te tenía que servir.
Si no puedes ser lujoso sé escandaloso.
Si ves que la cosa no marcha ponle volantes, adornos y más giros. El caso es que abulte. Más de dos horas y media de la nadería más absoluta, con un argumente que ni en medio capítulo de 20 minutos. Al estilo de cuanto más mejor, incluidos cameos intrascendentes como el de Miley Cirus o el de Penélope Cruz, que mona va esta chica siempre.
Lo viejo siempre vuelve
Apelar a la nostalgia funciona. La moda es cíclica. Mete (aunque sea con calzador) a personajes queridos para que la gente diga es Steve (una frase), es el judío gordo (tres frases), es Smith Hierro (ahí quedó el personaje aparece y nunca más se supo).
Enseña un poco las tetas. Eso distrae la atención.
Pero no las de las protas que ya son respetables (o las tienen secas), mete a una niñera con planos vergonzosos de sus tetas una y otra vez (y otra y otra…) es sexo en nueva York 2, no habrá sexo, no saldrá apenas Nueva York, pero por lo menos hay tetas.
Y sobre todo, nunca rasques la superficie.
Es moda por el amor de Dios. No se cuestiona, se acepta. Te regalas los ojos, te ríes de la superficialidad del mundo, lanzas un beso al aire y giras sobre los tacones.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Dicho esto y tras pasar por caja, Sexo en Nueva York 2 es la manera más corta y sencilla de joder seis años de serie maravillosa, de inquietudes amorosas y de hacer de las relaciones un tema apasionante con la amistad por encima de cualquier mensaje. Sexo en Nueva York 2 es vacía, insípida, sin organización, sin sentido, sin mantener una pizca del estilo original y sin respetarse a sí misma. Con escenas que rozan el patetismo más absoluto como la salida del mercado disfrazadas en plan agente secreto y sin el más mínimo sentido del respeto hacia sus seguidores o hacia ellos mismos. Un gran insulto cutre y chabacano que intentan vestir con Channel y como se suele decir “Aunque la mona se vista de seda…”
Ver Sexo en Nueva York 2 con las expectativas de que seguirá la estela de la serie es como comprar un carísimo traje y cuando más ilusionado estás de estrenarlo descubres que solo es una imitación y está lleno de taras y no dejas de obsesionarte con los defectos hasta el punto que te deja de gustar en 20 minutos y sientes una bochornosa decepción dentro por haberte confundido de tal manera.
¿Y ahora a quién devuelvo las seis temporadas en DVD en edición de lujo? Tras esta película me encanaría devolvérsela a los productores con una nota:
“Gracias por haberme enseñado en dos horas en media que el amor no dura para siempre.”
Sexo en Nueva York dos en una mierda, perfumada hasta el extremo pero con un mal olor el echarlo más colonia solo hace que la cosa huela cada vez peor.
Ver Sexo en Nueva York 2 con las expectativas de que seguirá la estela de la serie es como comprar un carísimo traje y cuando más ilusionado estás de estrenarlo descubres que solo es una imitación y está lleno de taras y no dejas de obsesionarte con los defectos hasta el punto que te deja de gustar en 20 minutos y sientes una bochornosa decepción dentro por haberte confundido de tal manera.
¿Y ahora a quién devuelvo las seis temporadas en DVD en edición de lujo? Tras esta película me encanaría devolvérsela a los productores con una nota:
“Gracias por haberme enseñado en dos horas en media que el amor no dura para siempre.”
Sexo en Nueva York dos en una mierda, perfumada hasta el extremo pero con un mal olor el echarlo más colonia solo hace que la cosa huela cada vez peor.